Los consejos de la Merkel
Los consejos de la Merkel
La maestra Merkel en su visita a España acompañada de sus seis ministros económicos y ha revisado los deberes que le había mandado al alumno Zapatero que solo ha hecho uno de ellos y a toda prisa y que se ha traducido en la bajada de las pensiones y la elevación de la edad de jubilación a 67 años.
Después ha comentado que Zapatero está intentando hacer sus deberes. Pero no es suficiente y solo está empezando. Como la maestra que se ha quedado con el torpe de la clase que no sabe cómo sacarlo adelante ha relatado, le ha recitado todo lo que debería hacer además para que podamos devolverles la enorme deuda, que en buena parte Alemania es acreedora.
¿Cómo se casa ésta palmadita en la espalda con los casi 5 millones de parados y la angustia de las familias y de las empresas por su situación límite? Hay que constatar que la canciller alemana quería la jubilación a los 67 y la reforma de las cajas de ahorro, que tanto interesa al sistema financiero alemán y Zapatero ha accedido a las demandas. Pero esas buenas palabras son además un estímulo para los nuevos deberes que ya están poniéndole al alumno remolón.
¿Cómo se casa ésta palmadita en la espalda con los casi 5 millones de parados y la angustia de las familias y de las empresas por su situación límite? Hay que constatar que la canciller alemana quería la jubilación a los 67 y la reforma de las cajas de ahorro, que tanto interesa al sistema financiero alemán y Zapatero ha accedido a las demandas. Pero esas buenas palabras son además un estímulo para los nuevos deberes que ya están poniéndole al alumno remolón.
La profesora da una nueva oportunidad a su alumno. El próximo examen llegará en unas semanas, "en abril y mayo" habrá nuevas visitas entre ambos gobiernos como condición de que Alemania siga apoyando a nuestro país y no nos intervengan directamente. Los recados que ha dejado Merkel se resumen en estos puntos
No se puede gastar más de lo que se gana.
Hace referencia al enorme gasto público y al exceso de funcionarios con respecto a Alemania Limitar por ley el gasto de las comunidades autónomas
Los salarios deben de acomodarse a la productividad,
o sea, desligar los salarios de la evolución de la inflación. Valeriano Gómez, sin embargo, rechaza esta propuesta. El ministro ha defendido ligar los incrementos salariales a la previsión de IPC, tras asegurar que este modelo "no ha tenido una mala experiencia" y también sirve para "recuperar" pérdidas empresariales, como ocurrió en 2010
También ha dejado un recado para Toxo y Mendez a los que esto no les ha gustado un pelo....
Los sindicatos para ser independientes deban de financiarse por sus afiliados.
En fin tendremos una pequeña prórroga que se revisará por la primavera una vez Zapatero pase el examen de los ciudadanos españoles en las elecciones locales y autonómicas.
frasco82
ResponderEliminarEs curioso pero he estado dando un vistazo a toda la prensa escrita de Alemania,son unos 14 ó 15 diarios, pues ni uno de ellos ha querido publicar la foto de Angela Merkel con el imbecil.
alcalatr
ResponderEliminarLa Merkel ha visto que no podía esperar durante mas tiempo. Ha estado esperando a ver si algún "milagro" hacía que el energúmeno pirado se levantase de su poltrona y otros dirigentes se hicieran con los mandos e iniciaran las reformas necesarias. De ahí su fugaz viaje, estaba forzada a hacerlo. Ya no tenía más remedio.
De todos modos, es que dan ganas de irse a vivir a Alemania.
azul1000
ResponderEliminarAnimo Merkel, que eres de facto nuestra presidente por obra y desgracia de ese títere incompetente que tienes a tu lado. Llevátelo a Alemania, enciérralo para que no pueda seguir jodiendo a la gente, y que no vuelva a pisar nunca más este país para que así podamos resucitar.
yelmo y coraza
ResponderEliminarAquí hay una pregunta que ni siquiera nos hemos planteado y es la siguiente:
¿Le conviene a España realmente estar, en esas condiciones, en Europa?
Algunos países como Noruega no han querido entrar porque no querían que se esquilmasen recursos suyos como la pesca. Aquí sin embargo, unos políticos catetos, o al servicio de sus amos, nos metieron de hoz y coz en el entonces Mercado Común cuando nos exigían, a cambio de entrar, la desindustrialización del país.
Y así fue. Un país como el nuestro que tenía industria pesada, que era la segunda potencia de construcción naval del mundo, tuvo que desmantelar su industria incipiente para convertirnos en camareros del resto de Europa.
Ahora no tenemos ninguna capacidad industrial de ningún tipo.
Por lo que a mí respecta, mejor salirnos de este engendro llamado Unión Europea que nos condena a ser europeos de cuarta, y, tras un ejercicio de humildad y la correspondiente travesía del desierto, colocarnos de nuevo en el lugar que nos corresponde, que no es como subalternos de los alemanes ni de ningún otro país de Europa.
Eso sí, antes hay que demoler el socialismo, auténtico barbitúrico y opio del pueblo que nos adormece con sus consignas, más falsas que el beso de Judas, sobre igualdad y otras zarandajas, cuando ocultan el expolio gigantesco al que nos someten.
Zamora Ruiz Claro,
ResponderEliminarha elegido la tarea más fácil, meternos la mano en el bolsillo a los trabajadores y congelar las pensiones en vez de recortarse ellos y dejar de tirar el dinero en darlo a diestro y siniestro a no importa quien y crear empleo que España no es competitiva en nada, no hacemos más que consumir en vez de exportar lo que hacemos es importgar y sólo ofrecemos el sector servicios en vez de crear industria.
GRANaESP
ResponderEliminar:¡¡BIENVENIDA MR MERKEL!!
Hay que ver la cantidad de cosas que se está tragando el mierdoso y asqueroso monclovita después de haber ido diciendo gilipolleces por todo el mundo...
¿Le habrá cogido la Merkel de la orejita y le habrá preguntado por quien es ahora el fracasado?
Josemaria de Andres
ResponderEliminarEl problema es que el efecto Merckel ha sido un balón de oxígeno para zp
LIBERTAD DIGITAL
ResponderEliminarHace cuatro años Zapatero soltó una de esas vaciedades que tan bien caracterizan al personaje. Según el optimista antropológico que es nuestro presidente del Gobierno, en 2010 España superaría en renta per capita a Alemania. Apenas un mes después de que tuviera que haberse consumado semejante vaticinio, no sólo no hemos superado a los germanos en prosperidad, sino que el caos económico que ha impuesto al país uno de los gobernantes más nefastos de toda su historia ha hecho necesario que nuestro principal acreedor, Alemania, nos haya tenido que intervenir de facto. Sólo así, al parecer, conservan alguna esperanza de que podamos devolverles todo o gran parte del dinero que les adeudamos.
La auditoría relámpago de Merkel y sus seis ministros no ha dado, no obstante, para grandes titulares. De cara al público, es evidente que los alemanes no tienen el más mínimo interés en exacerbar las dudas a propósito de nuestra solvencia; al cabo, si el resto de nuestros acreedores dejaran de refinanciar nuestra deuda, entraríamos en suspensión de pagos y los bancos teutones serían quienes más lo sufrirían.
En privado, sin embargo, cabe esperar que las cosas hayan sido distintas. Y es que las pocas y sensatísimas recomendaciones que los alemanes nos han lanzado –no gastar más de lo que ingresamos y ligar la evolución de los salarios a la productividad–, rápidamente han sido despreciadas por nuestros gobernantes y por nuestros mal llamados "agentes sociales".
Así, por ejemplo, Consuelo Rumí, secretaria de estado de la Función Pública, ha reprochado que Merkel nos dé consejos de austeridad, sugiriéndole a la mandataria alemana que emule algunas de las valientes medidas adoptadas en nuestro país, tales como la rebaja del sueldo de los funcionarios. Por supuesto, Rumí ha olvidado mencionar que España soporta un déficit estructural del 10% del PIB y que el alemán apenas llega al 3% (pese a lo cual Merkel anunció hace un año un plan de austeridad de 80.000 millones).
No menos fatuos han estado el ministro de Trabajo, los sindicatos o la patronal ante las recomendaciones de que nuestros salarios no crezcan por encima de la productividad. Valeriano Gómez se ha apresurado a descartar la propuesta, pues debe de ser que nada tiene el mercado laboral español que aprender del alemán. Asimismo, UGT ha manifestado que sin indexar los salarios al IPC, nuestros trabajadores perderían poder adquisitivo, como si los casi cinco millones de parados que la rigidez laboral que las centrales sindicales introducen a través de mediadas como ésta no estuviera erosionando por entero su poder adquisitivo. Por no hablar de la CEOE, para quien la productividad es "un tema más alemán que español"; tan alemán y tan poco español como debe de serlo la creación de empleo, cabría añadir.
En definitiva, atendiendo a las declaraciones públicas de políticos, sindicatos y patronal parece que el viaje de Merkel ha sido del todo estéril. Esperemos, no obstante, que entre bastidores la cosa haya sido distinta, pues, al final, tendremos que aplicar, voluntaria o forzosamente, el sentido común económico: más nos valdría no perder el tiempo y no seguir endeudándonos innecesariamente hasta entonces.
colt45
ResponderEliminarHe leido el menú que les dieron a los alemanes y he llegado a una conclusión..... el pastel de verduras...¡¡¡ llevaba drogas !!! si no no es posible que no se fueran escandalizados del nivel de interlocutores que tenían enfrente :
1-políticos de estos es mejor no comentar nada.
2-Los empresarios: ya le vale al Arturo decir que la productividad no sirve en España, y pensar que su bisabuelo inventó una de las mejores llaves de las armas de avancarga
3-Yogui y Bubú con ¡¡¡ corbata !!! me imagino que como dijeran algo los alemanes entrarían en estado de parada cardíaca del que no creo que se hayan repuesto.
Cuando le cuenten esto al francés, me imagino con lo cabrones que son los franceses que las risotadas se oirán en todo París.
Josemaria de Andres
ResponderEliminarEl problema es que el efecto Merckel ha sido un balón de oxígeno para zp