El "dúplex" de Roca

El dúplex de Roca

El diario la Gaceta ha revelado como vive en prisión Juan Antonio Roca el principal imputado del Caso Malaya está en la cárcel de Alhaurín de la Torre, donde existe una importante masificación por la gran cantidad de presos. En un centro pensado para 835 reclusos y actualmente hay más de 1.300, Roca dispone de dos celditas adosadas. el cerebro de Malaya tiene una celda contigua a la suya, a modo de despacho, con un sinfín de documentos (perfectamente ordenados y clasificados, según se puede ver en las fotos que ilustran la información) y ordenador propio.

A saber, al contrario que el resto de reclusos, Roca tiene dos celdas para él solo, un portátil durante las 24 horas, CD, pen drive y disco duro externo. Así, no es de extrañar que "la mayor parte del tiempo lo pase en la celda" y sólo salga para "ducharse, recoger la comida y poco más", según señalan fuentes de la prisión. Vamos, que se pasa el día "escribiendo y rodeado de papeles".

Quien consiente tal situación es un hombre de la confianza de José Antonio Pérez Rubalcaba, es Juan Antonio Marín Ríos, que dejó un alto cargo en Instituciones Penitenciarias y se hizo cargo como Director de la prisión de Alhaurín de la Torre. Marín era el escucha de Interior en lo más turbio de la vida carcelaria –terrorismo, crimen organizado, narcotráfico–, y teniendo en cuenta, asimismo, la información acumulada por Roca en sus años como factótum en la Costa del Sol cuando controlaba las “decisiones municipales” de Marbella, el hecho puede considerarse francamente escandaloso.

 La más inmediata es el privilegio de disponer de concesiones y lujos impensables en una cárcel, lo que supone un agravio comparativo para el resto de los reclusos. Pero más alarmante aún es el uso que un hombre que sabe demasiado como él pueda hacer de su archivo personal desde los muros del penal de Alhaurín y la supuesta complicidad de las alturas para comprar su silencio.

¿Es concebible que en una prisión masificada como la de Alhaurín, un recluso disponga de dos celdas y que una la utilice como su oficina? ¿Y no resulta especialmente escandaloso que ese tratamiento de business class carcelario se dispense a alguien como él, que dispone de dinamita informativo no sólo de Malaya sino también de la vida y milagros de políticos, empresarios, artistas y hasta jueces?

Cuando sabemos que se encontró en su agenda de pagos por soborno figuran un pago de 200,000 euros a un comisario un tal J.A.G. cuyas siglas coinciden con José Antonio González actualmente comisario especial anti corrupción nombrado por Rubalcaba, En este asunto ya tenemos una serie de piezas sueltas que apuntan directamente al vicepresidente del Gobierno y no hay más remedio que sospechar que este tratamiento tan peculiar a un preso que sabe mucho no puede deberse más que un intento de acallar sus declaraciones ante los jueces.