Pujol Corporation 80 - Una fortuna dedicada al mal que no para de crecer

Jordi Pujol y Marta Ferrusola salen de casa tras el registro | EFE

Muy tranquilo se ha quedado últimamente Jordi Pujol Soley en su casa de la Ronda de General Mitre. Hasta hace pocos, días los conductores que pasaban por delante de su casa seguían  pulsando sus cláxones a la espera de que se le juzgue por la apropiación reiterada durante cerca de treinta años de bienes públicos por mas de 3.000 mil millones de Euros. Ahora ni siquiera le prestan atención los medios de comunicación nacionales. Ahora mismo si sus achaques se lo permiten, asomado a la terraza debe de estar cachondeando sobre el resultado de un procés que lideró a partir der los años 90.  

En estos graves momento de crisis, la fortuna de la familia Pujol se multiplica por segundos. Cada día que pasa hay que añadir un cero a la cuenta de euros del clan familiar que la Udef ha definido como "organización criminal". Según una información de Ok Diario, los Pujol esconden en Panamá el grueso de su fortuna, un tesoro a la altura del "top ten" de Forbes. Ni Amancio Ortega, ni Bill Gates, ni Carlos Slim. Los Pujol, que tienen en ese país más de 2.400 millones de euros. Eso más los novecientos en Belice de los que daba cuenta La Razón la semana pasada.

El hecho de que no se decretaran medidas cautelares ni en 2012, cuando el primogénito comenzó a ser investigado por la denuncia de su exnovia Victoria Álvarez, ni tras la confesión de Jordi Pujol, el 25 de julio de 2014, permitió que el primogénito y testaferro, Jordi Pujol Ferrusola, alias El Nen y Jordi Junior, moviera el tesoro acumulado durante 35 años por el cobro de comisiones a cambio de obras públicas y favores por diversos paraísos fiscales hasta dejarlo a supuesto buen recaudo en el país centroamericano. El grueso de los negocios de los Pujol están en Hispanoamérica. Puerto del Rosario en Argentina, los resorts en México, la "herencia" del abuelo en Panamá...

Pujol dijo que su padre, don Florenci, había depositado unos dinerillos en Andorra por si lo de la política no le salía bien al hijo. En un rapto de generosidad, había testado directamente a favor de la nuera y los nietos y a escondidas del hijo, según relató el president (así le llama Mas todavía) en el parlamento catalán a finales de septiembre del año pasado. La bronca de Pujol a los diputados fue monumental. "¡Dicen, dicen, dicen¡", clamaba el "molt honorable", padrino político de Mas. Y advirtió que si agitaban el árbol, todos los nidos de corrupción caerían. Fue una gran representación. Él no sabía nada, no se enteraba de nada. Después, cuando han llegado los papeles de Andorra, una nota de su puño y letra afirmaba que todo la pasta era suya y que en caso de deceso se lo dejaba todo a su señora, doña Marta Ferrusola. Año 2001, cuando aún era presidente de la Generalidad y Mas su "consejero en jefe", un primer ministro de pega para demostrar que Cataluña era otra cosa.

Según Ok Diario, el primogénito y gestor del tesoro habría movido esa cantidad hasta un ente llamado Kopeland Foundation, un artefacto financiero que habría permitido blindar el monto total de las actividades de los hijos y esposa de Pujol mientras él presidía la Generalidad y se proclamaba "representante del Estado en Cataluña". En aquellos años se interpretaba que hablaba del Estado español y que aquello era una muestra de su sentido de Estado español.

Según la información, el juez José de la Mata deberá cursar la correspondiente comisión rogatoria a Panamá, trámite que en el caso de Andorra se dilató un año. Desde que el anterior instructor del caso, Pablo Ruz, pidió la documentación bancaria del clan a las autoridades andorranas hasta que llegaron a la Audiencia Nacional los papeles, Jordi Junior emprendió una frenética actividad para camuflar la fortuna. La ausencia de medidas cautelares sobre los miembros del clan ha permitido al "testaferro del expresidente de la Generalidad, su primer hijo, el encargado de la gestión económica del entramado, camuflar una fortuna que es mucho mayor de lo que se podía imaginar. Al menos por el momento".

Ni los catalanes mas fánaticos se merecen que una sola familia acapare tanto dinero sustraído y mas cuando la sospecha que parte de este dinero se destina a financiar los aquelarres independentistas vividos estos últimos años.