La Rahola, una patriota de cartón piedra

Pilar Rahola que fue nombrada por Artur Mas  como miembro del Consejo Asesor para la Transición Nacional que pretende llevar a Cataluña a la independencia ha faltado al rigor a la verdad que tantas veces reclama a sus adversarios. Se ha metido en un jardín y ahora quiere salir de rositas. La inquisidora y látigo de infieles desde los púlpitos mediáticos, que ha exigido dimisiones y ceses, que ha impartido su justicia sin escuchar mínimamente a sus víctimas, que ha acusado sin pruebas, que no ha contrastado informaciones,

Y es que el otro día en un tenso debate en el Canal 8 que era una encerrona intentó poner en un brete a Albert Rivera sacando un papel para leer unas presuntas frases textuales del Tribunal de La Haya que no existen. Un rigor que no ha existido en el caso de Pilar Rahola, que ha mentido de forma evidente y que ella misma reconoce. Ha mentido con el afán de manipular, no lo olvidemos porque no es un tema menor.

Ahora ella quiere rectificar y se refugia en la sobreinformación de las redes para excusar su burda manipulación de una sentencia del Tribunal de La Haya que casualmente venía como anillo al dedo para justificar el proceso independentista. Un periodista si ha cometido un error rectifica, pero si un miembro del Consejo Asesor para la Transición Nacional miente, a sabiendas o por incompetencia, tiene que presentar la dimisión.

Ha faltado al mínimo ético que se le exige a un periodista y ha mentido como miembro de un organismo de carácter político convirtiendo el duro debate sobre la independencia en una verdulería. Y verduleras es lo que menos se necesita en este debate. Ella no puede irse de rositas. Tiene que asumir su error. Ya lo ha hecho. Ahora no tiene mas remedio que dimitir.

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