El recibo de la luz – Un “mecanismo” para esquilmar al consumidor y engañar a Bruselas

Finalmente con el tema de la nueva subida del precio de la electricidad ha estallado en toda su virulencia y ha quedado en  evidencia el sistema perverso para que eléctricas y Gobierno han venido utilizando para presentar beneficios ante sus accionistas y los sucesivos gobiernos para ir escondiendo un déficit mucho más amplio del detectado ante la UE metiendo sus chapuzas bajo la alfombra del recibo de la luz de tal manera que al hacerse insostenible para el ciudadano. Ahora este tinglado ha estallado con toda virulencia.

Las eléctricas ha iniciado una campaña publicitaria en los principales diarios del país exponiendo que solo 19 de los 51 euros del importe del recibo corresponden realmente al precio que ellos están percibiendo por la electricidad que suministran y que ello es insuficiente, los demás 32 euros van  a parar a una amplia variedad de impuestos, tasas, subvenciones en su momento cargadas con motivo del sucesivo fracaso de sus políticas con el carbón, el cierre de la energía nuclear, o la energía renovable tanto eólica como solar.

De manera provisional con el fin de reconducir este asunto el Consejo de Ministros ha fijado este viernes cuanto subirá la luz en enero. Después de una semana cargada de polémica tras la anulación de la subasta y donde los cruces de declaraciones entre Industria y las eléctricas se han venido repitiendo a diario, el Gobierno ha establecido que la luz subirá un 2.3 % en enero.

Para las eléctricas, el Ministerio de Industria ha fijado "un precio artificial que va en contra de las normativas europeas, lo que entraña, de hecho, un riesgo importante para la liberalización". Consideran que la decisión se ha tomado "de manera que precipitada, improvisada y, una vez más, sin establecer ningún cauce de diálogo con las empresas del sector". Ahora el Gobierno estudia un nuevo mecanismo para seguir cargando al consumidor eléctrico algo que debería ir en los Presupuestos del Estado aunque tengamos que enseñar nuestras vergüenzas ante Europa.

Según Luis Gancedo una familia española con un consumo eléctrico de 4.000 kilovatios/hora al año gasta en luz ahora unos 360 euros más (un 63%) que en 2008. En ese mismo tiempo, la factura de las empresas se ha incrementado por encima del 70%. Sólo los ciudadanos y los negocios de países europeos como Malta, Estonia o Letonia han sufrido aumentos semejantes. Y el próximo enero, el país encadena el enésimo encarecimiento de la llamada tarifa de último recurso (TUR), la que pagan 22 millones de usuarios domésticos. España es el único país donde los clientes mantienen una deuda con el conjunto del sector eléctrico, que se acumula de forma crónica año a año", aseguraba en 2012 un informe de la consultora PwC. Lo que en jerga del negocio se conoce como "déficit tarifario" es un agujero económico que se arrastra porque los ingresos (los pagos de familias y empresas) no alcanzan sistemáticamente para pagar los costes (generación, transporte, distribución, subvenciones...). Esto es, incluso a pesar de cómo se ha encarecido la luz en estos años y de los intentos de los sucesivos gobiernos de reformar el sistema, los españoles tienen por pagar una "hipoteca eléctrica" cercana a los 30.000 millones de euros que pesará sobre el recibo durante al menos 15 años ¡Qué desastre!.

Los consumidores al fin y al cabo los paganos de toda esta historia debemos de exigir que cada una de las partidas del rosco que acompaña al recibo vaya a su lugar correspondiente e impedir que sigan empleando estos manejos. Para ello ya ha encargado a la Comisión de Competencia un estudio para encontrar el "mecanismo" adecuado. Lo que ocurre es que este organismo ya se ha puesto en evidencia su presunta independencia en esta crisis, al amoldarse a las necesidades del Gobierno bajando la subida prevista de mas del 11% al 2.3%

Habría rebelarse ante la llegada del previsible nuevo acuerdo de gobierno y eléctricas para que entre unos y otros puedan seguir escondiendo toda la basura que ellos se ha puesto a llamar “déficit de tarifa” que representan muchísimo dinero que impiden la competitividad de las empresas y hunden a la miseria a una parte de la población y que no son más que un montón de basura que se esconde bajo la alfombra en forma de déficit público del estado, beneficios de eléctricas y prebendas para empresas amigas y coetáneos.