Tic - tac.., tic - tac…, tic - tac...
El reloj del “proces” independentista está avanzando inexorable ante el desconcierto de sus huestes por la “confesión” de quién ha sido su gran y único líder, ahora desposeído de toda honorabilidad. Nunca ningún otro primer dirigente del país había sido privado de la honorabilidad, que comporta el cargo y a la cual se debe quien lo ostenta, por una conducta deshonorable. La ofensa es universal, pero especialmente grave para los que tenemos la catalanidad como una manera de ser, ni exclusiva ni excluyente, pero profundamente sentida. La humillación de ser privado del título de honorabilidad no es una cuestión personal, sino que es una humillación colectiva.
La consulta no se hará. El Constitucional la tumbará, y ya está. Así ayer lo dejaron claro tanto Joan Rigol como la vicepresidenta del Govern, la licenciada Joana Ortega, quién añadió descaradamente: "La legalidad ha sido siempre el valor que ha acompañado todo este proceso". Hoy, en otra entrevista radiofónica, Ortega ya ha empezado a preparar el día después: "Habrá otro 9N".
Ayer ANC y Ómnium Cultural ya confesaban a dúo que tenían dificultades para reunir los ciento y pico mil necesarios para la V de la diada a pesar de los autobuses puestos a disposición desde la Generalitat desde todos los rincones de Cataluña (El pasado año fueron dos millones de conciudadanos, movidos por apreciaciones diversas sobre la situación del país y sobre sus causas, pero en gran medida orientados por el faro de aquella autoridad moral y de la escuela creada, habían seguido la consigna y se habían movilizado generosamente.) Ahora prometen un otoño caliente. Otra mani por otro fallo del TC, movilizaciones a granel. Pero, ¿contra quién va a rebelarse la ANC? ¿Contra Mas también? Será interesante ver cómo se abren nuevos frentes.
Qué lejos (y qué extraño) queda aquel octubre de 2011, cuando el Gobierno de la Generalidad, presidido por Artur Mas, aprobó el programa para llevar adelante el Plan nacional para la promoción de los valores de Cataluña. A falta de menos de tres meses nadie sabe lo que va a ocurrir. Es que el tema es muy fuerte, han sido 34 años que Cataluña ha estado dando lecciones de ética y moral al resto los españoles para que ahora de golpe tener que reconocer que son lo mismo que los andaluces o madrileños carcomidos por la corrupción y han descubierto haber estado montados en un caballo de cartón. La impostura ahora descubierta no es una "cuestión personal", como pretenden los relativizadores coyunturales, ya que, además de las prácticas fraudulentas que afectan a todos los ciudadanos, la "postura" de quien definía Cataluña ha configurado durante largos años un estado de ánimo y ha hecho inclinar muchas voluntades.
“Qui dia passa, any empeny”. El monotema se puede alargar hasta las próximas elecciones autonómicas en 2016, y, quién sabe, hasta entonces hay 23 asuntos que se pueden ir solucionando, a razón de uno por mes. ¿Recuerdan lo contento que Mas presentó su lista de 23 propuestas para Rajoy en rueda de prensa? Rajoy la ha pasado a sus ministros…
sentido común
ResponderEliminarPerdidos en el laberinto están los catalanes jajajaja mientras Pujol y Más "se lo llevan crudito"
Y parecían listos jajajaja