El saqueo de Andalucia 122 - El desmantelamiento del tinglado de Angel Ojeda

 

Los agentes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional han detenido esta mañana en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) al exconsejero de Hacienda de la Junta de Andalucía e histórico dirigente del Partido Socialista, Ángel Ojeda Avilés (1987-1990), y a otras siete personas más por su presunta implicación en el fraude de las subvenciones para la formación de trabajadores, en una pieza a la que han denominado 'operación Óscar'.

 

Se trata del primer alto cargo de la administración andaluza detenido en el marco de la operación Edu, la investigación iniciada hace dos años por la UDEF para esclarecer la malversación masiva de los fondos públicos para cursos contra el desempleo que se habría cometido en Andalucía durante la última década. El caso ya está siendo instruido por juzgados de las ocho provincias andaluzas. Su detención y las otras siete, se suma, a las 42 que ya realizó la UDEF hace dos semanas como resultado de sus investigaciones en la provincia de Málaga, la demarcación en la que arrancaron las pesquisas y, por tanto, la que se encuentra en una situación más avanzada.

 

La detención de Ojeda Avilés es con diferencia la más destacada de todas las que se han producido hasta ahora. El exconsejero ha estado desde el principio en el foco de los agentes de la UDEF. Los investigadores mantienen que habría aprovechado sus contactos en los diferentes Ejecutivos socialistas de la Junta para captar decenas de subvenciones para formación que luego eran canalizadas a través de una compleja red societaria compuesta por fundaciones, asociaciones y empresas controladas directamente por él. Los cursos se realizaban posteriormente por un importe inferior al declarado oficialmente o ni siquiera se ejecutaban. Las ganancias habrían acabado en sus cuentas corrientes.

 

Un entramado en tres niveles

 

El sofisticado entramado societario construido por el exconsejero de Hacienda para conseguir y camuflar las ayudas habría actuado en al menos tres niveles. Primero, Ojeda Avilés creó un extenso número de sociedades dedicadas supuestamente a la formación profesional que recibieron subvenciones como cualquier otra compañía de ese sector. Después, utilizó esas mismas sociedades para, en combinación con otras ajenas a la trama, constituir asociaciones que también percibieron fondos para cursos. Y por último, el histórico dirigente socialista agrupó esas asociaciones en fundaciones para disponer de un tercer nivel con el que también habría accedido a ayudas de la Junta por el mismo concepto. Es decir, que Ojeda Avilés ideó un mecanismo para conseguir dinero de la formación por tres vías distintas.

 

Los nombres de las firmas que componen ese entramado fueron seleccionados para proyectar una imagen de seriedad y aparentar que representaban a grandes colectivos, pero los investigadores sostienen que tenían una función meramente instrumental y que detrás sólo se encontraba Ojeda Avilés. De los 47 millones de euros que la UDEF atribuye a la red del exconsejero de Hacienda, una parte destacada de ese dinero pertenece a los programas de formación remunerada que puso en marcha el Ejecutivo de Manuel Chaves para apaciguar a la plantilla de Delphi tras el cierre de la factoría.

 

Entre las sociedades del histórico dirigente del socialismo andaluz que habrían percibido ayudas para formación se encontrarían Qualitaire Consulting SL, Quality & International Aeronautical Service SL, Educanet SL, HASA Asistencial SL, HASA Huelva Asistencial SL, HASA Sevilla Asistencia SL y Prevención de Riesgos de Seguridad, Calidad Prescal SL, ITSA Inspecciones Técnicas Internacionales y Desarrollo Organizacional de Personas y Productividad. Todas estas sociedades figuran como beneficiarias de subvenciones en una o más convocatorias.

 

Ojeda Avilés también habría utilizado esas mercantiles para crear hasta ocho asociaciones supuestamente inocuas y sin ánimo de lucro con las que consiguió aún más ayudas. Combinando esas sociedades y con otras ajenas a la trama, habría constituido la Asociación de Apoyo a la Integración Humanitas, Asociación de Empresas Aeronáuticas, Asociación para la Sociedad de la Información Innova, Asociación para la Calidad Europea Inteca, Asociación de Apoyo al Medio Ambiente Natura, Asociación de Empresas de Base Tecnológica Ebatec, Asociación de Prevención de Riesgos Laborales Prevengo y Asociación Andaluza de Empresas de Base Tecnológica.

 

La tercera pata de la trama de Ojeda Avilés la compondrían fundaciones supuestamente sin ánimo de lucro. Combinando las asociaciones que controlaba casi aleatoriamente, creó la Fundación para el Desarrollo e Integración de Inmigrantes, la Fundación de la Formación Profesional para el Empleo, la Fundación para la Sociedad de la Información, la Fundación de Apoyo a la Integración, la Fundación de Autónomos y Emprendedores y la Fundación para la Sociedad de la Innovación. Todas ellas fueron constituidas a partir de 2010 y también aparecen como perceptoras de fondos públicos.

 

Los investigadores creen que el entramado no sólo habría permitido a Ojeda Avilés captar ayudas públicas sin concentrar todos los fondos en una sola marca, sino que también le habría servido para ceder la realización de los cursos a otras firmas de su propiedad ocultando así la pista del dinero. Además, el hecho de que las asociaciones y las fundaciones fueran empresas sin ánimo de lucro le permitió presentarse a convocatorias de la Junta que estaban reservadas exclusivamente para entidades de este tipo. La última gran ventaja que ofrecen las asociaciones y fundaciones es que, por sus especiales características, están sometidas a menos control que las sociedades mercantiles convencionales. Por ejemplo, es imposible conocer en el registro mercantil quiénes son los administradores de esas entidades. Pero los investigadores de la operación Edu ya habrían descubierto la identidad que se esconde tras los 47 millones en ayudas.