PP vasco - Sorayos contra Cospedales

Los populares del Pais Vasco tienen un buen lio, A muy pocas horas del Congreso del PP vasco Arancha Quiroga no ha conseguido nombrar a su secretario general. Manuel Uriarte era el elegido de Quiroga para dar por cerrada la crisis; concejal del Ayuntamiento de Vitoria y con buenas relaciones con Javier Maroto, el alcalde. Pero movimientos de última hora acabaron por dar al traste con el plan y el propio Uriarte comunicó que no se veía preparado.

A Alfonso Alonso, presidente de los populares alaveses, no le había gustado que Quiroga filtrara el nombre de Uriarte, al diario El Correo, sin consultarle. "Aunque es de Álava es de tercera fila y se ha visto ahí impuesto", según su entorno. De inmediato, se puso en duda su perfil: "Es más técnico que político y no le conoce nadie", repetían no pocos cargos. Le dijo si no quieres tener problemas conmigo abandona tu empeño. El recado venia de Soraya Saez de Santamaria. Y el concejal quedó quemado antes de su proclamación entre acusaciones de falta de consenso.

El portavoz del Grupo Popular en el Congreso despejó esta semana su agenda en Madrid para dedicarse a la crisis y no dio su habitual rueda de prensa en la Cámara Baja. "Hay un lío fenomenal". Ese "lío" se ha traducido en que la reunión de ayer tarde de la Junta Directiva concluyó sin acuerdo. Pese a que estaba previsto que sirviera para dar el nombre del sustituto de Oyarzábal y zanjar en lo posible la crisis antes del fin de semana, no ha podido ser. En este momento siguen sin ponerse de acuerdo.

La situación de Quiroga es delicada, aunque tiene todo el apoyo de la secretaria general Mª Dolores de Cospedal que tiene ganas de venganza por lo de Andalucía, ella no ha medido sus fuerzas dentro de un PP vasco cada vez mas menguado. De más de 320.000 votos hace solo diez años no han obtenido mas que 130.000 en las últimas elecciones... ¿Para esto echaron a Maria San Gil?. El martes por la tarde protagonizó una tensa reunión con Alonso, que mantiene un intenso pulso por el poder de la formación, y no llegaron a ninguna solución.

Cabe destacar, por último, que la crisis también tiene una importante lectura nacional. Alonso es un declarado Sorayo, y hay quienes ven la mano de la vicepresidenta detrás de sus maniobras. A Quiroga le molestó, y mucho, que Soraya Sáenz de Santamaría mantuviera contactos con el PNV y no le dejara hacer ese trabajo de campo. Por su parte, María Dolores de Cospedal se puso del lado de la líder regional y aceptó que aparatar a Oyarzábal pese a que Alonso le insistió en que debía seguir en el puesto.

Los de Alava con Soraya por un lado y los de Bilbao con la Cospedal por otro, todos quieren tener su cuota de poder en esta ejecutiva. Ante tanto afán de protagonismo la única opción para los no nacionalistas, solo puede ser Vox.