Luto por Adolfo Suarez
La muerte de Adolfo Suarez ha llegado este domingo después
de una larga y penosa enfermedad. Es difícil poder añadir algún elogio a los de
sus colaboradores que a los pocos años le
habían dado la espalda o de sus rivales que fueron a degüello para intentar derribarlo
sin dejarlo culminar su obra a los pocos años de subir al poder. Suárez encarnó todas las virtudes (y los
defectos) de la sociedad de su tiempo.
Fue un político absoluto, sin mezcla de cualquier otro
interés que no fuera la política, Adolfo Suárez representó como nadie la España
de los años sesenta y setenta: una España sin miedo ni complejos,
dispuesta a superar cualquier obstáculo y abierta a un mundo muy distinto de
aquel en el que la dictadura habría querido mantenerla. Ni la ruina de las
instituciones de la dictadura ni la ruina económica del país, más grave aún que
la presente crisis, le detuvieron, como no detuvieron a los españoles de
aquellos años.
Fue el impulsor de un régimen constitucional, aún vigente en
lo formal, que con todos los defectos que con el paso del tiempo se han podido
comprobar, se fundamentaba en la soberanía nacional de la que emanaba la
Constitución y la ley. De facto, hoy, ese régimen constitucional agoniza. Fue
una pena que su enfermedad le impidiera ser testigo del grave deterioro de una
democracia que el había soñado para nuestro país y no pudiera advertirles a los
políticos actuales de la deriva emprendida.
Yo tuve la oportunidad de colaborar en su segundo proyecto el CDS cuando se percató de la deriva que se preveía del socialismo de Felipe González y los nacionalismos incipientes con un partido bisagra que iba lanzado a convertirse en el árbitro de la política española. Quienes estuvimos allí en aquel momento, aún nos preguntamos porqué repentinamente decidió desmantelar el proyecto.
Yo tuve la oportunidad de colaborar en su segundo proyecto el CDS cuando se percató de la deriva que se preveía del socialismo de Felipe González y los nacionalismos incipientes con un partido bisagra que iba lanzado a convertirse en el árbitro de la política española. Quienes estuvimos allí en aquel momento, aún nos preguntamos porqué repentinamente decidió desmantelar el proyecto.
Suárez ya había dejado
de existir entre el último año de Aznar y el primero de Zapatero, el inaugurado
con la masacre impune del 11M. Y para terminar, el régimen constitucional de
1978, del que fue actor esencial, está muerto precisamente desde ese año
2004 en que su mente se eclipsó definitivamente. Por eso, el acabamiento de
Suárez no es sólo el del final de una época sino el del final de su gran éxito,
el del régimen democrático que, después de una Transición que hoy se antoja
milagrosa, ayudó a traer a España. Suárez ha muerto cuando hace tiempo que
murieron su talento y su obra política.
La historia, sea cual sea finalmente la representación que
le otorgue, se encargará de situar la imagen de Adolfo Suárez como el
principal protagonista de la Transición, por encima tal vez del resto de los
actores de uno de los periodos más prestigiosos de la historia de España.
Carlos Baruque Andrés
ResponderEliminarEspaña desvencijada, a punto dejar de existir como entidad política, tiranía de partidos, corrupción....La Historia solo juzga resultados, y éstos son absolutamente deplorables. No hay aplausos.
Camachuelo Trompetero
ResponderEliminarPosiblemente Suarez es uno de los últimos héroes que a tenido este país.Y ahora mucho homenaje y sentido pésame,pero en su día,bien que se le arrastró por el polvo y se le despreció hasta quitarlo de en medio.Igualito que toda la casta de políticos que tenemos ahora que no tienen ningún sentido del Estado,y que solo van a lo suyo para llenarse bien los bolsillos y mantener sus privilegios a costa de nuestros sacrificios.Si hoy surgiera un nuevo Suarez,correría la misma suerte que el ya fallecido,sería quitado de en medio por la casta,porque un político honrado y que mira por su país,sería sencillamente un estorbo.
Luciano Bue Lutivento
ResponderEliminarTal vez no estuvo Suarez muy acertado en muchas cosas, pero no creo que fuera el padre del amiguismo, los que lo ejercen se adaptan a cualquier situación, y Adolfo Suarez, es el único presidente que ha dimitido por no acceder a las presiones de otros. Tampoco me consta que se buscara pluriempleos como "asesor" apadrina-contratos, ni que se le hayan conocido Gurtel, Barcenas o similares. El amiguismo empezó en la era Gonzélez-Juan Carlos I
Gema Escobar
ResponderEliminar¡¡ pues fijate que no le quito sus méritos, ni sus logros,ni me atreveré a juzgarle... pero tengo la impresión de que al final nos traicionó y nos entregó, quizá sea una percepción erronea mía, pero lo siento así ¡¡
Classe Moda Hombre
ResponderEliminarCon luces y sombras,hay que reconocerle a Suárez,algo de lo que carecen los politicuchos que padecemos ahora.Honradez y patriotismo.Es verdad que nos dió café para todos,y parecia que funcionaba,hasta que todos quieren el café,la leche y el pan.Lástima de ocasión perdida.Aún estamos a tiempo de salvar la unidad de España.Referéndum nacional sobre modelo de estado,que hace aguas por todas partes.Monarquía o república.Autonomias o centralismo.No hay otra.
Antonio Lomo
ResponderEliminarEl legado de Adolfo Suárez creo se resume en una palabra: respeto. El respeto que profesó a todos los españoles y el que los españoles le devolvemos póstumamente. Descanse en paz y... GRACIAS!
Rosa María M San José
ResponderEliminarHe leído el artículo, y comparto el análisis expuesto en él, pero yo voy a ser mucho mas directa y clara: Adolfo Suárez fue eliminado de la vida política por y desde las cloacas del PSOE, con el benéplacito y consentimiento de sus propios compañeros de UCD y del no menos "pintoresco y acomodaticio" Rey. Alfonso Guerra y Felipe González quería hacerse con el Poder "a cualquier precio" incluyendo mentiras y traiciones. Suárez iba de frente y pago el precio por ello. En cuanto a la decisión de Suárez de desmantelar el CDS...yo te diré porqué lo hizo: Chus Viana, Suárez y una persona más, descubrieron que un grupo de "jóvenes barones dirigidos por otro grupo en la sombra" estaban tratando de dinamitar la presidencia de Suárez en el CDS. Fallecido Chus Viana repentinamente de un infarto, a la otra persona la expulsaron del partido y Suárez se quedó absolutamente sólo. Además de este duro golpe, Suaréz, había perdido poco tiempo antes, la muerte de un sobrino suyo al que adoraba y que además, era un estrecho colaborador suyo. sufrido la muerte sufrió NO confiaba en nadie del partido, n desde dentro del CDS El princip Yo tuve la oportunidad de colaborar en su segundo proyecto el CDS cuando se percató de la deriva que se preveía del socialismo de Felipe González y los nacionalismos incipientes con un partido bisagra que iba lanzado a convertirse en el árbitro de la política española. Quienes estuvimos allí en aquel momento, aún nos preguntamos porqué repentinamente decidió desmantelar el proyecto.
Maria López
ResponderEliminarK pena q gran presidente...
La pena es que políticos como él, ya no hay.
ResponderEliminarVictoria Goldaraz Arrondo
ResponderEliminard.e.p.presidente