Ciudadanos y el "cuponazo" vasco


Por segunda vez en la misma semana, Albert Rivera ha sido el objeto de duras y unánimes críticas del resto del arco parlamentario, en esta ocasión por su defensa de una enmienda a la totalidad de la ley del cupo vasco, que Ciudadanos considera un "amaño político" que permite subvencionar a la segunda comunidad más rica de España.

En el debate, desde el PP a Podemos, pasando por el PSOE, los nacionalistas vascos y canarios y los separatistas catalanes, el líder naranja ha tenido que escuchar desde su escaño una serie de epítetos tras su intervención: hipócrita, cínico, irresponsable, populista, mentiroso, manipulador, fariseo…Al parecer Rivera despìerta envidias al elenco, dada su aumento de expectativas electorales tanto en Cataluña como el resto de España.

"Populista", también ha sido la palabra utilizada por el PP para atacar a Rivera. Lo ha hecho su portavoz en este debate, Javier Maroto, quien se ha referido con saña a la marginalidad política de Ciudadanos en el País Vasco: "Duró un cuarto de hora en el País Vasco, no sacaron ni un diputado". "Da bandazos en la política y cuando uno hace el discurso mirando al sol para ver cómo calienta mejor cada día, eso tiene un nombre, y se llama oportunismo". "Usted toca de oído en materia de política vasca", ha acusado Maroto a Rivera.


Mikel Buesa explica que es el "cupo vasco"


El cupo es la cantidad que el País Vasco abona anualmente al Estado para financiar las competencias que éste ejerce y que no han sido transferidas a la región. Su metodología de cálculo está fijada en la Ley del Concierto Económico, donde se establece que al coste de dichas competencias atribuible al País Vasco hay que restarle ciertas cantidades por los impuestos que, aunque recaudados por el Estado, corresponden a las Diputaciones Forales –el principal es el IVA–, así como la parte proporcional del déficit público estatal. Todo ello se concreta en cifras, cada cinco años, en la Ley del Cupo.

El problema fundamental que reflejan esos cálculos no viene del método, sino del hecho de que su configuración ha sido siempre el resultado de un tejemaneje político, de un tira y afloja, de un intercambio de prebendas por votos cuando el apoyo del PNV ha sido decisivo para el Gobierno de España. Por ello, desde hace muchos años me he referido siempre a este asunto como si fuera un pufo, pues las leyes del cupo han falseado sistemáticamente las cifras y han convertido las correspondientes mentiras en una verdad legal. Por ejemplo, en la de 2007 –la última aprobada– las competencias estatales se valoraron en la mitad de su coste, la compensación por IVA se multiplicó por cuatro y la cifra del déficit fue un puro invento, pues en aquella época el déficit del Estado había desaparecido. Como resultado, el País Vasco se ahorró unos 4.500 millones de euros al año.


Desde 2007 hasta 2016, el País Vasco ha pagado un promedio de 972,2 millones de euros anuales en concepto de cupo, según nos muestra la contabilidad presupuestaria del Estado (véase el gráfico). Ahora, después del acuerdo PNV-PP, a esa cifra se le va a aplicar una rebaja de 140 millones que, aunque se descuenten en posteriores ejercicios, a efectos contables reducen el cupo de la década pasada a un nivel sólo un poco superior al alcanzado por la aportación de Navarra. Si tenemos en cuenta que esta última comunidad tiene una población y un PIB que no llegan al 30% de los del País Vasco, nos encontramos con la paradoja de que, en la última década, mientras que cada uno de los navarros ha contribuido a los gastos del Estado con 824 euros al año, cada uno de los vascos sólo habrá pagado 384 euros.

Para el futuro, se nos anuncia un cupo de 956 millones que, seguramente, experimentará ulteriores rebajas, pues ya se las arreglarán los nacionalistas –y los foralistas del PP y el PSOE– para encontrar la manera de escaquear unos cuantos euros con sus argumentos falaces y su contabilidad creativa. Es el precio que se paga, en forma de privilegio financiero para los vascos, a cambio de la contribución del PNV a la estabilidad política –y a su propio bolsillo–. Por ello, nos dice la contabilidad territorial en su último informe que el Gobierno vasco cuenta para sus gastos con 1.680 euros por habitante más que el resto de las CCAA. Multipliquen ustedes por la población beneficiada y se encontrarán con la bonita cifra de 3.639 millones, que, por cierto, ponemos los demás españoles para tener contentos con su superior sanidad, sus mejores escuelas, sus destacadas carreteras comarcales y sus variopintos perifollos ornamentales a nuestros compatriotas del norte.

Ciudadanos no es oportunista cuando pide que la aplicación del 155 en Cataluña sea algo más que una broma, la vuelta a la anormal normalidad anterior al 1-O; ni cuando denuncia el abominable adoctrinamiento nacionalista que sufren los escolares no sólo en Cataluña, también en otras regiones, como Baleares o la Comunidad Valenciana. Y, desde luego, no lo es por denunciar los injustísimos privilegios fiscales de que gozan los vascos y los navarros, tremendamente perjudiciales para el resto de los españoles.
Que un partido acuse a otro por defender los principios y políticas que ya no quiere o no es capaz de defender no sólo es lamentable, sino una pésima estrategia electoral que antes o después pasará a aquél una amarga factura en las urnas. 
Parece mentira que unos partidos que ahora abogan por modificar una Constitución que consideran antigua después de cuarenta años de vigencia, se oponen con fiereza a que los Vascos y navarros vean igualados sus derechos y obligaciones al resto de los españoles. Si no fuera por las ocasiones que se ha utilizado el mentado cupo, que no es mas que una concesión franquista perpetuada por parte de los gobiernos de turno para obtener unos votos para formar gobierno o aprobar unos presupuestos.¿No les suena?.

Lo mas raro es lo de Podemos. Los morados respaldarán el cupo a pesar de sus críticas a la negociación entre PNV y PP. "Nunca más algo fundamental como la financiación de los distintos territorios debería ser objeto de negociaciones entre dos partidos", ha afirmado Nagua Alba desde la tribuna. 

Ver para creer

Comentarios

  1. Mari Carmen Ramos

    Y es un pago politico. A mi no se me ha preguntado.

    ResponderEliminar
  2. Juan Manuel Gallardo

    Es el pago del apoyo del PNV a los presupuestos del Gobierno, menos tonterías.

    ResponderEliminar
  3. Toulousauer

    Señor Rivera esto solo se arregla con un estado donde todas las comunidades sean iguales en derechos y obligaciones. Eso se resume en estado federal, si quiere que algo cambie proponga un cambio de la constitucion donde todas sean iguales.

    ResponderEliminar
  4. Enlabrecha

    Ya era hora de empezar a hablar claro. Subrayo lo que ya se ha dicho aquí, lo que pasa en España gracias a nacionalistas, PP y PSOE es que se quita a los pobres para dárselo a unos ricos cargados de privilegios que encima les insultan. Medieval, pero ahora se llaman izquierda.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

La foto de la candidata de Podemos desnuda

Peligra la candidatura para la Agencia Europea de Medicamentos para Barcelona