Diez argumentos contra la independencia
‘La lista podría ser más larga. Pero la conclusión es clara:
meterse en los andurriales de la independencia, lo que Mas dice “terreno
desconocido”, es una simple burrada. O peor: una temeridad. Oído al oráculo:
los dioses ciegan a los que quieren perder. El viaje a Ítaca lleva directo al
naufragio’.
Hace años, un título como este era impensable, por simple
pudor del escribiente. Pero hoy las cosas han cambiado, la independencia se
jalea como una cosa buena y deseable, además de justa y necesaria. Continúa siendo
mentira, claro: pero los políticos catalanes, en el ejercicio del más difícil
todavía, o de maricón el último, no dudan en usar la mentira como argumento, si
ello les va a dar un puñado de votos y algunos metros de margen de maniobra.
Por eso ha llegado el momento de sacudirse el pudor y entrar
en liza: si ellos no tienen embozo en plantear una independencia imposible,
nosotros no debemos tenerlo en descubrir el pastel, que todo al final se
resuelve en un plato de lentejas, en mantener el poder adquisitivo y, sobre
todo, el diferencial con el resto de España: mantener el estatus propio, no el
común. Esa es la triste realidad.
Aquí va un decálogo de argumentos sobre la imposibilidad o
inconveniencia de la independencia, con la esperanza de que sirvan para algo.
Optimista irredento que es uno.
Uno. Cataluña no es sujeto de soberanía. La independencia
catalana solo puede dictarla el pueblo español, del que los catalanes formamos
parte. Aunque se decidiera por amplia mayoría en un referendo, eso solo valdría
como dato a tener en cuenta por el depositario de la soberanía, España.
Dos. Ser nación, como ser persona, es algo relacional: las
naciones lo son en la medida en que las demás naciones lo reconocen. Cataluña,
¿de qué país tendría avales? No se me ocurre ninguno.
Tres. El derecho de autodeterminación, base de la soberanía,
se aplica automáticamente a las colonias. ¿Es Cataluña una colonia de España?
¿O no será al revés, España una colonia de Cataluña? “Que en som, de fenicis!“,
qué fenicios somos, que decía aquel.
Cuatro. La historia suele ser decisiva: si puede exhibirse
una época larga como Estado independiente, eso será un buen argumento para la
independencia. Pero Cataluña nunca ha sido reino aparte. Al incorporarse a
Aragón, Ramón Berenguer IV no era rey de Cataluña, sino conde de Barcelona,
Gerona y Osona. No de Pallars, Ampurias ni Rosellón. Escocia, por ejemplo, fue
un reino hasta 1707.
Cinco. Un hecho decisivo es el hallazgo de un tesoro:
petróleo, por ejemplo. La independencia sería el expediente para no
compartirlo, para disfrutarlo en exclusiva. Así se explica la existencia de
Kuwait. Y es la razón de fondo del independentismo escocés.
Seis. La separabilidad geográfica: las islas, por ejemplo,
acceden más fácilmente a la independencia. No es el caso de Cataluña, cuya
mitad pertenece a la cuenca del Ebro (el río que da nombre a Iberia). El
territorio donde se dibuja Cataluña continúa hacia el Midi francés, hacia
Aragón y Valencia, sin saltos abruptos.
Siete. Ser el centro de una disputa internacional puede
ayudar: este fue el caso de la Guerra de Sucesión, que acabó mal porque nuestro
padrino (el archiduque de Austria) resolvió su problema. Actualmente Cataluña
no es bocado de ningún conflicto.
Ocho. La implicación de Cataluña en España es muy fuerte a
lo largo de la historia. Tarraco fue capital de la Hispania romana. Barcelona
lo fue de la Hispania visigoda, antes de serlo Toledo. La única guerra
separatista fue la de Els Segadors, 1640, en una monarquía en crisis (Flandes,
Portugal, Andalucía). El separatismo actual es moderno, de apenas un siglo, al
socaire del desastre del noventayocho (Filipinas, Cuba).
Nueve. Económicamente, Cataluña está integrada totalmente en
España. El capital para la industrialización se ganó en las colonias americanas.
Las leyes proteccionistas españolas preservaron España como mercado para
Cataluña y el País Vasco. Incluso, siendo malévolos, cabe señalar el salto
económico que supusieron las dos dictaduras (Primo de Rivera y Franco) para la
burguesía catalana. O la implicación del capital catalán en la funesta aventura
colonial de África (Marruecos y Guinea). Semana Trágica incluida.
Diez. Los últimos 100 años Cataluña ha conocido una
explosión demográfica gracias a la emigración española, que ha concentrado en
Cataluña capital humano y genético, ahorros y plusvalías provenientes de
España. La integración ha sido rápida y profunda: más del 80% de catalanes
tiene algún abuelo no catalán.
La lista podría ser más larga. Pero la conclusión es clara:
meterse en los andurriales de la independencia, lo que Mas dice “terreno
desconocido”, es una simple burrada. O peor: una temeridad. Oído al oráculo:
los dioses ciegan a los que quieren perder. El viaje a Ítaca lleva directo al
naufragio.
Jesús Royo es catedrático de Instituto de Lengua catalana y
licenciado en Filosofía
Juan Laguna
ResponderEliminarlA VERDAD CAE POR SU PROPIO PESO,Y SE COGE ANTES A UN MENTIROSO QUE A UN COJO
Acertadas razones a las que como muy bien dice se podrían añadir otras. Considero, como usted, que con las enunciadas son suficientes para poner las cosas en su sitio.
ResponderEliminarDiego López Ordóñez
ResponderEliminarAcertadas razones, sí, señor.
Miguel Fernández
ResponderEliminarPor supuesto, esto del separatismo es un nuevo invento, muy típicamente español liarlo todo. De todas formas, aunque supongo que el separatismo catalán hace cuentas y plazos, el separatismo vasco, que tiene el mismo -o sea, nada- fundamento
, especialmente el ligado a ETA, plantea una utopía más primitiva, digamos que preindustrial (como el separatismo gallego, que sigue este símil, suicida para los gallegos) y, por tanto, supongo que serán los primeros en declarar la independencia, a despecho de cualquier cálculo económico.
Ángel González
ResponderEliminarGracias, Xavier. Buen artículo.
J Carlos Hidalgo
ResponderEliminarfrancia es muy grande si no se sienten españoles que crucen la frontera aqui somos españoles le pique a quien le pique
Es evidente, si es que nunca ha existido una Cataluña como tal hasta la unificación de España. Antes de la reconquista, en tiempos de los visigodos, no existía y en tiempos de la mencionada reconquista, estaba el Condado de Barcelona, el de La Seo de Urgell, etc., pero no Cataluña como tal y desde luego, nunca fué una colonía.
ResponderEliminarLo mismo podemos decir de las vascongadas o de estas aun menos pues fueron durante mucho tiempo practicamente tribus donde ni siquiera tenían un idioma unificado, en cada aldea se hablaba un vascuence diferente, el actual se ha "inventado" a todo correr, es mas falso que un billete de 148,43 €,
Marcos Betancourt Jimenez
ResponderEliminarUNO SOLO : ESPAÑA ES INDIVISIBLE ( AÑO 1939 ;)
Grandes razones por lo que cataluña no puede ser independiente.
ResponderEliminarAlba Garcia Geron
ResponderEliminarDefenderemos ESPANA hasta la muerte
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarManuel Ibarra
ResponderEliminarNo quieren se independientes. Quieren ser Superespañoles. Con privilegios que los otros españolitos no podemos ni soñar. Pero cualquier español se puede convertir en catalán con esos privilegios y particularidades con solo cambiar de domici
lio. Yo, por ejemplo, he sido catalán y como todavía me queda allí alguna propiedad, sigo sometido al Código Civil catalán en ciertas cuestiones y puedo reclamar la aplicación del fuero catalán en otras. Solo, que yo quiero ser un español igual a los demás españoles.