Un estado de alarma de seis meses, un grave error a corregir que solo beneficia a Sánchez

La instauración de un estado de alarma para seis meses propuesto para comodidad de Pedro Sánchez no ha aguantado ni dos meses. La mayoría de las Comunidades reclaman su modificación que les de instrumentos legales que permitan dictar las normas restrictivas o no que la evolución de la pandemia sigue reclamando en cada momento. 

Después de un primer estado de alarma dictado desde el Gobierno en los meses de primavera que ya habia dejado tiritando a la mayoría de los sectores productivos del pais Sánchez decidió quitarse de enmedio de todo aquello que le pueda afectar negativamente y sigue reuniéndose con sus asesores para intentar encontrar un fórmula para no tomar el mando de la lucha contra el Covid19 y no tener que comparecer ante el Congreso para dar cuenta de su no gestión. 

El Consejo Interterritorial de Salud se reúne este miércoles para analizar, entre otros asuntos, la petición de varias autonomías de adelantar la hora del toque de queda, tras una jornada en la que se han notificado 34.291 nuevos positivos de covid, con un nuevo aumento de la incidencia acumulada hasta los 714,21 casos por 100.000 habitantes, 

Después de que Castilla y León decidiese unilateralmente adelantar de las diez de la noche a las ocho de la tarde la prohibición de que los ciudadanos salgan a la calle, salvo por motivos justificados, el debate se ha centrado en los últimos días en si es necesario cambiar el Decreto del Estado de Alarma, algo que solo puede cambiar el organismo que lo aprobó, que no es mas que el Congreso de los Diputados.

El Gobierno de Sánchez se resiste como gato panza arriba a dictar un nuevo estado de alarma ya que ello le obliga a acudir al parlamento para su aprobación, porque ello puede alterar los planes de reposo del emperador y los proyectos electorales de su ministro de Sanidad, que deberán de dar muchas explicaciones sobre lo ocurrido en estos dos meses.

Mientras tanto, las ciudades invadidas por zombis amordazados, infectándose cada día por millares y muriendo cada varios centenares de españoles que, seguro, ya no podrán votar.