Soraya y Cospedal marcan territorio ante la dimisión de Cifuentes


Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal y la silla vacia 

En un abrir y cerrar de ojos, el rastro de Cristina Cifuentes se esfumó del edificio donde reinó durante casi tres años. Se esfumó como el humo de las velas aromáticas de su despacho, ahora vacío porque el presidente Ángel Garrido no quiere ocuparlo. Ni el perfume de la ex presidenta quedó de su estancia por allí. Cuando el PP entierra, es que entierra de verdad. 

No hace ni un mes, el PP aplaudió a rabiar a Cristina Cifuentes en Sevilla. Ayer, Día de la Comunidad, nadie habló de ella en la recepción celebrada debajo de su despacho vacío, en el patio donde ella misma aseguró hace un año que el PP de los corruptos se había acabado. Para no resignarse a desaparecer, la ex presidenta se apareció en el mundo digital, junto a su familia en la hermosa Salzburgo.

Bastó que Angel Garrido se levantara para dar su discurso institucional para que los fotógrafos pudiera inmortalizar la realidad del PP no solo en la comunidad sino en todo el país. Su enfrentamiento que ya no se disimula ante el público que anuncia si no hay un milagro una futura debacle electoral.

Todos las miraban a ellas. Compañeros de siglas, rivales políticos, periodistas. Separadas por una silla vacía, la de Ángel Garrido que estaba en el atril, María Dolores de Cospedal y Soraya Sáenz de Santamaría hicieron patente como nunca antes su enorme distanciamiento, esa enemistad tantas veces comentada en los pasillos. Se que se odian desde hace meses. Apenas se cruzaron la palabra, se fueron por separado y no atendieron a los periodistas ni protagonizaron los tradicionales corrillos de los actos del Dos de Mayo. "Ahí tenéis la noticia", constató un destacado dirigente del PP.

Ahora Génova tendrá que decidir quién se hará con las riendas de la Comunidad hasta las próximas elecciones. En el PP de Madrid siguen sin descartar la opción de Garrido. "El hecho de que Cospedal haya venido es muy significativo", según cargos populares que trabajan en Sol. En la terna, además, Pedro Rollán, Juan Antonio Gómez-Angulo, Rosalía Gonzálo o Carlos Izquierdo. "La decisión no tardará en llegar. Hay que pasar página cuanto antes", apuntaron fuentes de la dirección nacional. Nadie pareció echar de menos ni a Esperanza Aguirre ni a Alberto Ruiz-Gallardón, imputado la semana pasada por el caso Lezo.

Comentarios

  1. Maria Rosa Burguet Donet

    Los perros tambien lo hacen ,al menos ,los mios .Los dos quieren ser el jefe ,marcan su territorio...

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