Un juez de cabecera



Todo el mundo se extrañó cuando la pasada semana el juez de Vigilancia, José Luis de Castro visitó al etarra enfermo de cáncer Iosu Uribetxebarria Bolinaga, asesino de tres guardias civiles y secuestrador de José Antonio Ortega Lara. Nunca se había dado el caso de que un juez saliera de su juzgado para interesarse por la salud de un preso y causó cierto estupor por la deferencia hacia uno de los asesinos mas sanguinarios de ETA que está enfermo de cáncer.

El magistrado justificó entonces que intentaba con esta visita arrojar un poco de luz sobre los informes contradictorios que han emitido los facultativos del hospital donostiarra, los de la cárcel de Zaballa (Álava) en la que estaba ingresado y la forense de la Audiencia Nacional. Los médicos del centro médico han diagnosticado que el cáncer de Urritxeberria es «irreversible» y los de la prisión, que su padecimiento «exige» que sea tratado en un hospital. Por su parte, la forense ha determinado que el etarra no se encuentra en fase terminal y que puede ser atendido en el penal.

Después nos hemos enterado que ni el informe de la forense se incluyó en la orden de excarcelación y ni siquiera el ministerio fiscal fue avisado como era perceptivo. Tal es asi que dicha orden ha sido recurrida por El Ministerio Fiscal que empieza por acusar al juez De Castro de vulnerar garantías esenciales del procedimiento por no haberle trasladado el informe de los facultativos que examinaron al recluso, ni antes ni después de emitir el dictamen judicial. También se acusa al juez de "deslealtad" y "mala fe" por trasladarse a ver al preso y a los facultativos sin notificarlo al Ministerio Fiscal hasta el día siguiente, lo que también privó a éste de la posibilidad de intervenir en las diligencias

Pero al margen de estas "irregularidades procesales", ciertamente de bulto, por las que pide la nulidad de pleno derecho de las actuaciones, la Fiscalía también reclama, en caso de que se rechace dicha nulidad, la denegación de la concesión de libertad condicional por aplicación indebida del artículo 92.3. y no cumplirse los requisitos exigidos por la ley, tales como el de estar el recluso en fase terminal, haberse arrepentido públicamente de su actividad terrorista o haber brindado ayuda a la lucha contra el terrorismo.

Si la actuación del juez ha resultado bochornosa, tanto en la forma como en el fondo del asunto, no menos vergonzoso resulta el papel desempeñado por el Gobierno: el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, que hace escasamente unos días defendía la concesión del tercer grado al sanguinario etarra como si de un imperativo legal se tratara ,y porque "no somos como ellos", ha corrido este miércoles a alinearse con el fiscal sobre la base de que éste "debe estar siempre presente en todas y cada una de las actuaciones". La falacia de Gallardón no se limita, sin embargo, a ceñirse exclusivamente a las "irregularidades procesales" que denuncia la Fiscalía, también reluce cuando señala que la Fiscalía establece "la legalidad de las medidas adoptadas por el Ministerio del Interior", ya que en dicho escrito se "diferencian perfectamente cuáles son los requisitos que hacen falta para adquirir el tercer grado y cuáles son los requisitos distintos que son necesarios para la excarcelación".

Nadie, sin embargo, ha acusado de ilegalidad al Gobierno por conceder el tercer grado a Bolinaga. De lo que muchos le hemos acusado, y lo seguimos haciendo, es de mentir por decir que la ley le obligaba a ello. El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, sabía que faltaba a la verdad cuando dijo que el Gobierno prevaricaría si no concedía el tercer grado a Bolinaga; como lo sabia también Ruiz Gallardon cuando aseguró que el Gobierno, al concedérselo, no hacía otra cosa que cumplir con lo que obligaba la ley. Y ambos lo sabían porque saben mejor que nadie que el artículo 104.4 del Reglamento Penitenciario permite pero en modo alguno obliga a Instituciones Penitenciarias a conceder el tercer grado a enfermos como Bolinaga.

Como bien ha señalado en su escrito, el fiscal "difícilmente podría" recurrir la concesión del tercer grado, teniendo en cuenta la enfermedad del recluso y la voluntad del Gobierno de concedérselo. Cosa distinta, efectivamente, es la concesión de la libertad condicional, que supone la total excarcelación, y que exige no solo la previa obtención del tercer grado, sino que la enfermedad del recluso esté en fase terminal o se haya el sujeto arrepentido o colaborado con la Justicia, requisitos ciertamente distintos y que no cumple el asesino de tres guardias civiles y cruel secuestrador de Ortega Lara.

Total, que tanto el juez que ha quedado como Cagancho en Almagro como el ministro el cual ha demostrado su falta de personalidad, han puesto en evidencia un total seguimiento al pie de la letra por parte del Partido Popular de la hoja de ruta marcada en su día por Rodríguez Zapatero con el fin de congraciarse con los etarras.

Comentarios

  1. Manuel Miguez Corbal

    VERGONZOSO , HAY MUCHOS PADRES DE FAMILÑIA K NO TIENEN DELITO DE SANGRE Y MÁS ESTÁN AHÍ

    ResponderEliminar
  2. Luis Renedo Aznar

    Me parece fenomenal, ademas el Castro es un genio, copiando párrafos integros de manuales de derecho en su auto de libertad.

    ResponderEliminar
  3. Santiago Gonzalez

    ¿Qué pasará si el pleno se reune y da la razón al Juez? Que quedará claro que la solución legal es el tercer grado por el 94 del Reglamento y la libertad por el 92 del Código y, jurídicamente, casi imposible de discutir.

    Seguidamente, todos los presos de ETA que consigan un informe sanitario grave, 13 hay en lista de espera, salen y ya nadie puede decir nada.

    ¿Qué motivo tiene el fiscal para impugnar al juez y no al Gobierno? para recurrir el Auto sin recurrir la clasificación penitenciaria hay que tener muy poca vista jurídica, es derrota segura, el Fiscal perderá el recurso, está haciendo todo lo posible

    ResponderEliminar
  4. Carmen Santana Gonzalez

    Gran noticia porque llevamos unos dias con mucha pena por los familiares de las personas que fueron asesinadas por este asesino. Y verle continuamente en los medios de comunicación todavia da mas asco. A ver si podemos volver a creer en la Justicia.

    ResponderEliminar
  5. Juan Padrón Sabina

    Muy bueno, don Xavier

    ResponderEliminar
  6. Xavier Valderas

    Don Xavier, aunque de tema distinto, creo que este otro asunto judicial será también de tu interés. Un cordial saludo.
    http://​www.diariodeleon.es/​noticias/provincia/​una-sentencia-dice-que-soci​edad-tolera-corruptelas-po​liticas-desde-hace-siglos_​722399.html

    ResponderEliminar
  7. Santiago Nuevo

    Este imbecil,ya dijo que no se le iba a morir ningun preso(etarra supongo) en la carcel..

    ResponderEliminar






  8. Francisco Martin Mendez

    Segun el fiscal el juez castro para mi entender ha prevaricado ya que una actuación con mala fe es sabiendo lo que hacia o hay que entender que como la mayoría de jueces son por cuotas política entendió que si el ministro del interior había concedido el tercer grado como dijo que sino lo concedía era prevaricacion.
    El caso es que que a qui no se trata de que ahora Gallardon apoye o no apoye al fiscal, eso solo demuestra esa controversia que existe en la justicia es que no hay justicia independiente y si no hay justicia independiente no hay estado de derecho, esto no es nada nuevo bajo el sol de España, pero causa vergüenza que aun se diga eso que hay que respetar el estado de derecho.
    Estamos soportando un régimen político que en lo único que varia del Franquismo y su democracia orgánica es que hay votaciones y ese es el peor escenario que podíamos tener ya que al no existir ni independencia judicial ni tener ningún organismo de supervisor ni de control ni de la competencia, del gasto publico, el Banco de España, no pasa lo que nos pasa, la compra de votos es inevitable y eso nos hace padecer los ciclos bíblicos de 10 años de vacas flacas y diez de vacas Gorda, si hay mucho adoctrinado pero hay muchos mas comprados, estos son los que salen hoy a la calle.

    ResponderEliminar
  9. Piru Lero

    El hecho de que un terrorista esté en fase terminal es un agravante a la hora de decidir su puesta en libertad. Si cuando tenía algo que perder, se dedicaba a asesinar a los transeúntes, qué no será capaz de hacer cuando ya lo tenga todo perdido.

    ResponderEliminar
  10. José Antonio Palmeiro Fernandez

    Verguenza poca y respeto a la Ley ninguna asi es la justicia en España....

    ResponderEliminar
  11. Juan Pedro Clemente

    La fiscalía va a por él, Xavier.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

La foto de la candidata de Podemos desnuda

Peligra la candidatura para la Agencia Europea de Medicamentos para Barcelona