La guerra del porque sí

La guerra del porque sí

En su cruzada para la permanencia en el poder, Zapatero nos ha metido en una guerra que se a los tres días de empezarla ya se ha quedado sin objetivos ni dirección,  donde desde nuestros barcos y aviones no se sabe a qué y a la orden de quién y según dicen, para proteger a misilazos desde mar y aire, a una población ya sin futuro que pedía libertad y democracia, mientras que a Gadafi se le permite seguir cortando sus cuellos desde tierra. Palabra de la ONU.

Lo que vimos ayer en el Congreso fue un número repugnante cuando los diputados del partido del poder y de la oposición en plan ovejuno y cogiditos de la mano, nos metieron en algo que incluso nadie se atreve en llamarle guerra, pero que podría convertirse en la tercera mundial y descartado Gadafi en este papel, ya no se sabe quién es el enemigo y ahora necesitan encontrarlo. Los diputados tenían prisa y la aprobaron casi por unanimidad. Sin preguntar ni discutir. Solo Llamazares se opuso a la guerra, como hace siete años, dentro de su coherente descoordinación.

Tengo yo la sospecha que en realidad esta guerra es solo otra maniobra de distracción de Zapatero para poder seguir en el poder. Y tener a la tele mostrando imágenes bélicas sin que se hable del paro ni de la corrupción. Y sus motivos podrían ser tan mezquinos como posiblemente llegar a obtener la máxima permanencia en el poder para la jubilación que se le avecina.

Si nadie lo remedia, es posible que todavía Zapatero pueda sorprendernos. Hemos visto a Zapatero congelando las pensiones, bajando los sueldos a los funcionarios, cargándose la ayuda por hijo, limitando las ayudas a la dependencia. En fin, hemos visto al presidente del Gobierno pegando un giro copernicano en su línea editorial económica que nos ha dejado boquiabiertos. Lo que creo que nadie podía imaginar es que ahora nos llevara a una guerra. Lo de Zapatero ya es de psicólogo. Y ya veremos si finalmente acaba anunciando que no se presenta y si lo hace antes de las elecciones autonómicas y municipales del 22 de mayo.

Y es que estos meses están siendo especialmente duros para empresas y familias, y no hay ni un sólo dato en el horizonte que haga albergar alguna esperanza de mejoría en los indicadores de empleo o consumo. Y esto es lo que verdaderamente importa a la mayoría de los ciudadanos. No queremos maniobras de despiste. La gente quiere soluciones y está claro que con Zapatero y los socialistas no hay modo.

Zapatero ha hecho ya tanto daño que en realidad a la mayoría de la gente le importa poco perder el tiempo en estas zarandajas. Entre otras cosas porque no están dispuestos a que nadie se despiste de la verdadera realidad de España.