La herencia socialista

La herencia socialista
A cada encuesta que se publica, se va afianzando que el PSOE va a tener  una derrota espectacular en las elecciones municipales y autonómicas y se va a producir una amplia victoria del Partido Popular, causado especialmente por el comportamiento bipolar del presidente Zapatero y de su ministra Salgado con la crisis económica que han conseguido que nadie y especialmente sus propios compañeros de partido mantengan la menor confianza que Zapatero pueda ser quien tenga que liderar el socialismo español en la previsible travesía del desierto, que lo va a desalojar de las mayores  fuentes de poder.
Si Zapatero decide presentarse de nuevo, va a convertir el clima político en errespirable con una oposición envalentonada ante sus últimos estertores.  Si Zapatero no se presenta como se dice, no parece que  el PSOE tenga capacidad para fabricar durante el tiempo que falta para las elecciones generales un relevo natural sin que el cambio afecte a la estabilidad del Gobierno. Asumida la derrota y el posterior desaparición de Zapatero, queda la incógnita de quien será quien tome las riendas de un partido que al carecer de alicientes pueda mantener la unidad y evite la ruptura entre las distintas corrientes y sensibilidades.
Esto va ser muy complicado dentro de un partido que el culto a la personalidad es la base de su funcionamiento. Se trata de un problema estratégico que revela la debilidad de los aparatos de los grandes partidos ante el líder. Cuando las cosas van bien, aflora el espíritu del ínclito camarada Kim II-sung a través de un comportamiento rayano en el culto a la personalidad; pero cuando el viento cambia de dirección, los aparatos de los partidos rozan la insumisión. Y cada militante de un partido político lleva dentro de su mochila el bastón de mariscal.
El panorama es desolador. Actualmente solo hay cuatro nombres casi todos ellos de la vieja guardia, que aparecen como quienes podrían asumir el mando de un partido condenado a la oposición. Lo que está en juego ahora en el PSOE –se presente o no Zapatero- no es realmente quién será el cabeza de cartel -se da por segura la derrota-, sino quién gestionará la travesía en el desierto y solo pueden ser Rubalcaba, Chacón, Blanco o Chaves. No se atisba a nadie más.
Y  Rubalcaba es el único foco de poder en el Gobierno al margen de Zapatero, dicen, acompañado de  Blanco que es el único poder en el PSOE al margen del secretario general que apoyaria la candidatura del vicepresidente.  Si la transición hubiera sido suave o incluso dulce si la candidatura del vicepresidente hubiera servido al menos para alcanzar unos resultados dignos en las generales del 2012 -entre 155 y 165 diputados-, pero ahora hay fundadas sospechas de que el correctivo puede ser mayor tras haberse pinchado el efecto Rubalcaba. Además están sus problemas de salud. Con el apoyo ciego de Blanco al ubicuo ministro del Interior que no tiene el control del partido. Con ello Blanco vería colmada su apetencia de ser en futuro secretario general. Los dos se necesitan y parece existir un pacto de sangre.
El caso de Manuel Chaves es distinto. El vicepresidente tercero enfangado con los ERES andaluces está a muerte con Griñán. Y lo que en realidad quiere es volver a mandar en Andalucía colocando a Gaspar Zarrías al frente del partido. Pero para eso necesita el respaldo de Ferraz. Aunque sea a costa de dejar sin contenido real el Ministerio de Política Territorial, convertido ahora en un fantasma político Chaves y Zarrías tienen su mesa de trabajo limpia como la patena por inasistencia de sus ocupantes y ausencia de iniciativas. La pareja está metida de hoz y coz en cómo descabalgar a Griñán de la Junta y han dejado el ministerio hecho un erial, dando la razón a quienes han observado en algunos líderes políticos un comportamiento peculiar.
Por último, la Chacón, nacionalista catalana y pacifista ahora reconvertida en halcón del Gobierno para intervenir en Libia, que sin duda esconde un movimiento oportunista que tiene bastante de mercadotecnia política. Su imagen blanda y un tanto ñoña ante la opinión pública sólo puede combatirse con un discurso políticamente más agresivo.
La Chacón, sin embargo, tiene una ventaja. Representa una línea de continuidad respecto del cambio generacional -y de aire fresco- que supuso la llegada de Zapatero a la secretaría general del PSOE; y ese es un argumento de peso para una parte de la militancia que hoy por hoy se niega a aceptar que Rubalcaba -o incluso Bono- sean el futuro del Partido Socialista.
En este momento ya están todos contra todos repartiendose el botín que puede dejar un Zapatero en la UVI. La salida más razonable pasaría por construir una nueva mayoría basada en los programas y no en los nombres; pero probablemente esto  sea mucho pedir en un partido que desprecia el debate sobre asuntos de fondo. El partido se mueve sólo por figuras mediáticas, lo que convierte la sucesión de Zapatero en una simple guerra de poder. ¿Conoce alguien la ideología de Rubalcaba? ¿Y la de Blanco?, que ha defendido con igual ardor guerrero la necesidad de aumentar la inversión en infraestructuras como el drástico recorte que han sufrido. ¿Y Chacón? ¿Es Carme o Carmen?, o lo es en función de la plaza en la que toree.
Todavía tiene tiempo el PSOE para elegir a su candidato sea en las elecciones de 2012 o  las de 2016 pensando en el país y no sólo en clave de lucha interna para garantizarse un reparto de cargos que sólo empobrece a la izquierda. De lo contrario es probable que los socialistas estén en la oposición durante años y años, como ha sucedido en Suecia, que tras el asesinato de Olof Palme, cuando los socialdemócratas no supieron entender el mundo que se les venía encima.

Comentarios

  1. murciano2»

    No debemos olvidar que Zapatero ya era, él mismo, el elegido para la travesía del desierto trás una segunda legislatura de Aznar con buenos resultados económicos. Buscar otro primo [para que se desgaste]que sustituya a un primo [más que desgastado] puede ser una labor titánica

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  2. birmania»

    Pregunta usted si alguien conoce la ideología de Rubalcaba, Blanco, Chacón... Es difícil conocer lo que no existe. Creo que el 95% de los políticos, y puede que más, la única ideología que conocen y les interesa es la del poder, si es que a eso se le puede llamar ideología.

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  3. disttrito»

    Lo mejor que puede hacer el Psoe es desaparecer, refundarse, y poner a personas capaces al frente del partido, buenos gestores, no expoliadores de lo público. Para cuando se va a poner a Chaves y Zarrias ante un tribunal de Justicia, como responsables del caso malaya, y cientos de casos mas en Andalucía en todos los años que la han controlado

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  4. catulo»

    Que en uno de los dos grandes partidos de España, ninguno de sus actuales dirigentes pase de mediocre tirando a malo, es síntoma del grado de desafección a la política.

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  5. Marta Graciela Asín Liota

    Yo no me fio nada, nada. A ultima hora se arrepienten y votan al PSOE.

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  6. Sergio Otero

    Es la hora de los partidos nuevos, jóvenes y con ganas. La bicéfalia política PPPSOE ya es sinónimo de involucion.

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  7. acinipo»

    Tras tu análisis, Xavier, lo único que le queda al PSOE para mantenerse en el machito es la aparición inexplicable de un fenómeno parecido al que ocurrió en 2004. Y que Dios no me oiga.

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  8. Pilar Zamora Ruiz

    Lo malo es que el que entre no va a saber por donde meter mano para "desfacer entuertos"

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