La "desconexión" de La Vanguardia
La Vanguardia se ha caído de guindo y ha decidido desconectarse del proceso de secesión de Artur Mas y publica este martes -el siguiente día del pleno de 'desconexión'- un editorial en el que afirma que la resolución aprobada es "retórica, hiperbólica y mal redactada" y que es una "huida hacia delante y no la hay para una gobernación coherente".Es el anuncio de la caida en desgracia de Artur Mas
El diario considera que el 9 de noviembre del 2015 "pasará a la historia de los errores de Catalunya, con el agravante de la parodia. Una pequeña, triste y deslavazada simulación del Sis d’Octubre de 1934, que puede poner en riesgo la autonomía de Catalunya, la amplia corriente de movilización social en favor del autogobierno registrada estos últimos años, y la propia autoestima de los catalanes", añade.
Acabo de leer este editorial de La Vanguardia y me he quedado perplejo, ojiplático y confuso viniendo de un medio que ha estado alentando todos estos años el discurso contra una España que segun ellos es la causante de todos los problemas en Cataluña.
¿Será que por fin le han visto las orejas al lobo?
¿Habrán por fin entendido que no hay nada que hacer de esa manera?
¿Estarán curándose en salud?
¿Es que acaso la resolución ha sido una sorpresa?
¿O es que ya no llega el dinero de la Generalitat?
No, si al final, resultará que al conde no le habian informado....
Después de largos meses de navegación, surcando mares desconocidos, poco habituales de su embarcación, el buque insignia del Conde de Godó, Javier Godó Muntañola, ha decidido regresar a tierra.
Tempestades de todo tipo, tiempos de grandes tesoros en tierras desconocidas, unas bodegas repletas y una despensa tan llena han permitido a La Vanguardia regresar a donde solía: la moderación y el orden empresarial.
Hay otros medios del grupo que siguen navegando por aguas embravecidas. No toda la flota está situada en las mismas coordenadas. Pero el diario histórico y tradicional de la empresa de la españolísima familia parece que no quiere seguir jugando con tempestades y elementos diversos. Ítaca ya no es su horizonte.
De sabios es rectificar, pero La Vanguardia siempre ha apostado por el caballo ganador ha decidido ahora cambiar de caballo. El Conde de Godó se percata ahora del poco apoyo que tiene en Cataluña la radicalidad que ha manifestado el que por ahora sigue siendo su Parlament.
Como en el 1939 cuando llamó a su periódico La Vanguardia Española en los largos años de la dictadura, luego cuando llegaron los aires independentistas de Pujol y Artu Mas que para complacerlos saco su edición en catalán generosamente subvencionada por éstos, que como apenas podía vender en lo kioscos ha estado repartiendo gratuitamente por los autobuses y trenes cercanías
Editorial de 'La Vanguardia':
Por la rectificación
Opinión |
10/11/2015 - 01:40h | Última actualización:
10/11/2015 - 11:54h
En una misma
jornada y con un lapso de pocas horas, el Parlament votó ayer una proposición
no de ley que rompe con la Constitución e inició el debate de investidura del
presidente de la Generalitat con una fumata negra en el horizonte.
Se decide
romper paulatinamente con España –una declaración unilateral de independencia
encubierta– y se mantiene en puntos suspensivos la gobernación del país. Este
es el mensaje que el Parlament de Catalunya está a punto de enviar a los
organismos internacionales, a las cancillerías europeas, al Gobierno de España
y a toda la sociedad. Ruptura y poder vacante por falta de un mínimo acuerdo
entre la mayoría.
Hay mayoría
parlamentaria para proclamar esa virtual ruptura mediante una moción retórica,
hiperbólica y mal redactada, y no parece haberla para formar gobierno. Hay
mayoría para la huida hacia delante y no la hay para una gobernación coherente.
Esta es la fotografía del 9 de noviembre del 2015, jornada que pasará a la
historia de los errores de Catalunya, con el agravante de la parodia. Una
pequeña, triste y deslavazada simulación del Sis d'Octubre de 1934, que puede
poner en riesgo la autonomía de Catalunya, la amplia corriente de movilización
social en favor del autogobierno registrada estos últimos años, y la propia
autoestima de los catalanes.
Bastaba observar el rostro de los miembros del
actual Govern de la Generalitat durante la votación. Rostros graves, muy
preocupados y encerrados en sí mismos. El semblante del presidente en
funciones, Artur Mas, describía perfectamente la situación. No fue ayer un día
alegre. No lo fue para gran parte de los ciudadanos de Catalunya. Sólo los
diputados de la Candidatura d'Unitat Popular transmitían felicidad. ¡Con sólo
diez escaños y el 8,2% de los votos han logrado arrastrar las aguas del
Parlament hacia su molino! El grave error táctico cometido por la coalición
Junts pel Sí y muy particularmente por Convergència Democràtica –el partido que
ha gobernado Catalunya durante 28 de los 35 años de autonomía–, consistente en
tramitar una resolución maximalista y rotundamente inconstitucional a cambio de
nada, lo puede acabar pagando el conjunto de la sociedad catalana. No es
inteligente. No es justo. No es necesario. No fue eso lo que se votó el pasado
27 de septiembre.
Después de
más de tres años de intensas movilizaciones cívicas en favor de un mayor
reconocimiento de Catalunya y de un trato más justo, llega el momento del
error. Es decepcionante. Esas movilizaciones empezaron a desarrollarse en el
2010, inmediatamente después de la infausta sentencia sobre el Estatut, bajo la
enseña del soberanismo, es cierto, pero desde el primer día han agrupado muchos
matices y sensibilidades, logrando reunir a mucha gente con la premisa del
gradualismo y la tranquilidad. El error del 9 de noviembre del 2015 consiste en
dividir ese caudal cívico, instalar a la gran mayoría de la sociedad en una
fase de angustia y alimentar, todavía más si cabe, los anticuerpos españoles
contra el autogobierno catalán. Con el gesto de ayer nada se refuerza en
Catalunya, salvo la genuina radicalidad de un partido que no alcanza el 10%.
Nada se refuerza y el conjunto social sale perdiendo.
Quienes han
auspiciado el error del 9 de noviembre deberían reflexionar urgentemente sobre
ello y propiciar, lo antes posible, una inteligente rectificación. Nada se ha
roto aún de manera irremediable. Hay que empezar a trabajar ahora mismo por una
oportuna y eficaz reconducción. Hay tiempo. Existe una potencial mayoría
parlamentaria para llevar a cabo esa rectificación después del 20 de diciembre.
La ruptura
exprés y el maximalismo en ningún caso pueden ser la divisa de una mayoría
parlamentaria que acudió a los comicios de septiembre con un logotipo de
caligrafía cuasi infantil y con una promesa de independencia de costes
reducidos. La coalición vencedora no se dirigió a los electores pidiéndoles el
veloz advenimiento de la república catalana, expresión voluntariamente ignorada
en su programa, con apoyo en votos inferior al 50% y sin mayoría absoluta. De
haber incluido la resolución aprobada ayer en el programa, Junts pel Sí estaría
hoy quizás por debajo de los sesenta diputados. El 27 de septiembre, la
sociedad catalana no votó mayoritariamente ruptura exprés. Si el Parlament no
interpreta correctamente esa realidad de fondo, podemos estar en puertas de una
colisión nefasta para la autonomía de Catalunya tal como hasta hoy la hemos
conocido.
La
resolución aprobada por el Parlament no sólo choca con la Constitución vigente,
sino que se sitúa al margen del orden europeo. En ningún caso y bajo ninguna
circunstancia la Unión Europea podría aceptar o mirar con simpatía que uno de
sus territorios se proclame ajeno a las leyes vigentes y decida desconocer la
jurisdicción del tribunal de garantías constitucionales. Desde la firma del
tratado de Roma en 1957, jamás ha ocurrido cosa parecida en la Europa
democrática. Quisiéramos recordar que el transversal catalanismo europeísta
sigue teniendo mayoría en la sociedad catalana. Un motivo más para trabajar lo
antes posible en la reparación del error.
El
presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, anunció ayer mismo la puesta en marcha
de los mecanismos de respuesta, que pasan por el Tribunal Constitucional (TC),
dotado ahora de poderes coercitivos. La resolución será elevada al TC y este
procederá a su anulación en las próximas 48 horas. Rajoy dijo ayer en la
localidad de Béjar que la respuesta gubernamental será de carácter
exclusivamente jurídico. "Aplicaremos sólo la ley, pero toda la ley",
afirmó el presidente, que hoy mismo volverá a entrevistarse con el jefe de la
oposición, el socialista Pedro Sánchez. Es muy importante que el Gobierno se
atenga al principio de "proporcionalidad" reiterado durante las
últimas semanas y no se vea arrastrado por la reclamación de acciones
punitivas, que viene efectuándose desde su ala derecha. La actuación del
Tribunal Constitucional es suficiente.
Ley y
política. La mayoría parlamentaria catalana ha cometido un grave error que
contradice el deseo y la intención de parte de sus votantes y que puede colocar
al Parlament en ruta de colisión con la propia sociedad, que mayoritariamente
no desea rupturas, ni teatrales esguinces. El error debe ser rectificado.
Estamos seguros de que después de las elecciones generales habrá mayores
márgenes para ello. Faltan poco más de cuarenta días para la cita del 20 de
diciembre. La consigna catalana debe ser ahora mismo evitar cualquier tipo de
aventura. Que se imponga la inteligencia.
Juan Vico
ResponderEliminarEl aferrusolado, desbancado, su inutilidad es más que manifiesta. Nadie con un mínimo de sentido común, hubiese cometido tal majadería, ni un solo intelectual se ha sumado a tal esperpento. El desactato a la Constitución. Ni el mismo creía, que fuesen mayoría los que estaban por el independentismo, ante el vodevil preparado, si algunos se han sumado, su principal dislate, el miedo, como ya es normal, algún que otro converso, más los caciques, que no tienen conocimiemto de la historia. Esperemos que la justicia proceda (Que nadie la enlode aún más) Que sea devuelto el dinero salido de las arcas del estado español, y se cumpla la ley. Cuando la libre circilación de personas y productos, por la UE. No neseciamos pasaporte alguno, que este lo tuvieramos que sacar, para entrar y salir del trozo de España, llamda Cataluña
#64
ResponderEliminar10.11.2015 - 23:34 H
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El bandazo de La Vanguardia es un buen reflejo de la sinrazón en la cual se ha instalado Cataluña. Después de años apelando a la independencia, ahora vienen con ésta postura tan razonable, justo cuando las cosas se han puesto tan confusas. Irresponsables.
O, como ha dicho otro comentarista, se trata de un cambio de posición para poder seguir extorsionando al resto de España, ahora que han exprimido todo lo que han podido el camelo de la independencia.
Lo de Cataluña es un despropósito por todos los lados
Román Paladino
ResponderEliminarEl bandazo de La Vanguardia es un buen reflejo de la sinrazón en la cual se ha instalado Cataluña. Después de años apelando a la independencia, ahora vienen con ésta postura tan razonable, justo cuando las cosas se han puesto tan confusas. Irresponsables.
O, como ha dicho otro comentarista, se trata de un cambio de posición para poder seguir extorsionando al resto de España, ahora que han exprimido todo lo que han podido el camelo de la independencia.
Lo de Cataluña es un despropósito por todos los lados