La Reconquista empieza por Asturias

La Reconquista empieza por Asturias
La conquista de Asturias para el P.P. se complica para Mariano Rajoy, mal aconsejado por sus más directos colaboradores, Dolores de Cospedal y Javier Arenas, creo que se ha equivocado con el rechazo a la candidatura de Álvarez Cascos para la Presidencia del Principado de Asturias y puede traerle consecuencias. Parece que Cascos que suscita toda clase de afectos y repudios encontrados no reúne las características deseadas por el líder popular ya que él desea tener bajo su tutela a personas de segunda fila que no le lleven la contraria o hacerle sombra. Pero primero hay que ganar las elecciones al Principado y esto no ha ocurrido.
Su contrincante, Isabel Pérez–Espinosa, es una dirigente joven, con una dilatada experiencia política en las instituciones, aunque con relativo conocimiento por parte del electorado. Tiene ante sí una tarea difícil, porque en un corto lapso de tiempo debe tratar de convertirse en el referente del centro-derecha asturiano. Para ello necesita liberarse de la tutela de Gabino de Lorenzo, su jefe en el Ayuntamiento de Oviedo y hombre fuerte del partido pese a que la Presidencia la ostenta Ovidio Sánchez, que la propuso para ser candidata en el pasado mes de septiembre. Es una apuesta arriesgada la de Rajoy en un terreno que las encuestas ya le daban la victoria.
Cascos deseaba presentarse a la presidencia de Asturias a través de unas primarias, que tendrían que discernirse entre militantes y dirigentes regionales donde están sus adversarios que con la presencia del veterano político, ven peligrar sus actuales puestos acomodados aunque sea en la oposición. Aunque él tiene la mayoría de votantes del PP a su favor, no está tan claro que hubiera conseguido tomar la dirección del partido ya que las votaciones se hacen por el sistema de compromisarios cuyos votos  se pueden manejar desde la Secretaria Provincial.
Ahora con este rechazo ha despertado a la fiera dormida y Cascos herido en su amor propio, promete formar un nuevo partido y presentarse como independiente a estas elecciones donde tienes muchos partidarios y que posiblemente con ello no consiga vencer, pero si dividir, a la derecha asturiana y propiciar un nuevo triunfo del socialismo a pesar de las encuestas desfavorables que existen ahora mismo. Rajoy tenía que haber permitido estas primarias ya que si esta jugada no le sale bien, puede dar pie al efecto contrario que pretendía y es tener sujetos a sus barones regionales para las siguientes elecciones generales.

Comentarios

  1. Elvira Arias Fernandez Perder un valor politico tan importante como el señor Cascos es una temeridad y una verdadera irresponsabilidad..¿Sera cierto eso de que tienen mas fuerza dos tetas que dos carretas? digo yo... por un decir...claro. y sin animo de ofender que no es mi estilo, ya lo sabeis..

    ResponderEliminar
  2. Paul Cladas Aguién podría resumir le proyecto de los unos y de los otros por favor, o es que los proyectos son las personas mismas ¿?

    ResponderEliminar
  3. Carassius Auratus Creo que Paul ha dado en el clavo. Hay muchos voluntarios para mandarnos y pocos confiesan para qué.

    ResponderEliminar
  4. Gadea Ruiz Tintore ¿Realmente creéis que se pierde un buen político? Yo creo que lo mínimo que un partido debe exigir de sus militantes es lealtad, y no me parece que este señor demostrara mucha el día que decidió abandonar a su mujer para largarse con una mi...litante del partido contrario.
    A mi modo de ver el Sr. Cascos ha recogido lo que sembró.

    ResponderEliminar
  5. Blancamelia Canales Gil ¿Realmente creéis que se pierde un buen político?
    ¡Está pasadito...!
    Blu, piensa...
    Y lo de Gadea... ¡No saben ni gobernar su propio corazón!, -digo-.

    ResponderEliminar
  6. Pio Moa

    Uno de los fenómenos más desconcertantes de la evolución política de España es el contraste entre las continuas fechorías de la casta o chusma política contra la unidad nacional y la democracia –aparte de la corrupción y la irresponsabilidad económica–, y la casi increíble ausencia de una alternativa centrada en contrarrestar tales desmanes y reconducir la política. Se dice que "el sistema" impide superar el bipartidismo, pero eso es falso. El problema radica en la ausencia de un programa y un liderazgo adecuados, que puedan canalizar el creciente descontento de gran parte de los españoles.

    La evidente descomposición política (estatutos de "segunda generación", colaboración del Gobierno con la ETA, anulación práctica de la Constitución y de los avances logrados por la Reforma democrática de 1976, crisis económica, debilidad o algo peor frente a Marruecos, corrosión de la independencia judicial, falta de democracia en los partidos, etc.) debiera haber provocado en los partidos que se llaman nacionales, una reacción a la altura del desafío, una lucha interna que terminara expulsando a los dirigentes responsables del marasmo actual. Pero tampoco ha ocurrido tal cosa. Por el contrario, la casta política, del partido que sea, cierra filas por sus intereses, cada vez más ajenos a los del país.

    Aparentemente, la baja de Álvarez-Cascos en el PP reflejaría un hartazgo dentro del propio partido por la política de Rajoy y una vía regeneradora, pero me temo que las ilusiones estén de más. La declaración del antiguo secretario general del PP no puede ser más decepcionante. Ninguno de los desmanes y derivas propiciados al unísono por Rajoy y el Gobierno parecen haberle afectado. Toda su preocupación se limita a la escasa influencia que, según él, tienen los afiliados asturianos en la dirección del partido. No es el argumento de un político con visión de estado, sino de un cacique regionalista más, uno de tantos como asolan la política española, con unas concepciones tan míseras, en definitiva, como las del propio Rajoy o los gerifaltes del Gobierno. Recordemos también las excelentes relaciones de Cascos con Arzallus, o su papel en la eliminación de Vidal-Quadras del PP en Cataluña.

    Hoy, la situación es muy favorable para hacer balance de los años pasados desde la Transición y sacar las lecciones oportunas (algo de eso he intentado en La Transición de cristal). Sería una excelente noticia que el PP y el PSOE sufrieran una fuerte corrosión interna, de la que acaso naciera una orientación capaz de regenerar esos partidos o de escindirse para afrontar la crisis actual, que no es solo económica, sino, más aún, política, ideológica y moral. No me parece que Cascos represente tal alternativa. Y el país, España, sigue esperando.

    ResponderEliminar
  7. narabanc

    Pues yo estoy encantado con la Rebelión de Alvarez Cascos. Lo que fuera en tiempos, puede haber cambiado. Así no podemos seguir. Las bandas del expolio no van a arreglar nada, sólo parchearán.
    Digo que estoy encantado con la rebelión como chispazo. Espero que prenda en esta sociedad ovejuna, que los votantes comiencen a ser reflexivos, que los jueces no se dejen pisotear por los políticos, que los funcionarios no traguen ni la mitad de lo que tragan a diario con la corrupción.
    Es necesaria, imprecindible, una rebelión cívica quasi permanente. De esta forma se puede conseguir musculatura para enfrentar lo que viene, lo que la casta política obediente a sus mentores, está dispuesta a hacer con España, su destrucción y servidumbre. Ya toca la rebelión.

    ResponderEliminar
  8. Maginet

    Cascos: no hay peor cuña que la su propia madera. ¿O no? Que mala memoria solemos tener.

    ResponderEliminar
  9. Alvaro Rodriguez

    Un gobierno que pone en su campaña politica que un inmigrante ilegal puede ejercer su derecho al voto, imaginate lo que piensa de sus propios ciudadanos, incluyendo a ese 20% ... Solo le interesa el poder y seguir mamando de la teta del Estado...

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

La foto de la candidata de Podemos desnuda

Peligra la candidatura para la Agencia Europea de Medicamentos para Barcelona