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Distintas agrupaciones bajo la franquicia Podemos obtuvieron un resultado notable el la últimas elecciones obteniendo aproximadamente un 15%  de los votos de los descontentos y resentidos de las ciudades y autonomías, como concurrían bajo distintas etiquetas se puede decir que Podemos no es un partido homogéneo tal como quiere presentarlo su líder Pablo Iglesias y ya han demostrado que cada una ellas tiene una distinta visión política y solo coinciden que tienen que encontrar la complicidad del PSOE para desalojar al PP de las instituciones.  

Destacan ciudades como Madrid y Barcelona Manuela Carmena y Ada Colau son la punta de lanza y la imagen más representativa de la nueva izquierda radical que pretende asaltar el mayor número de ciudades y comunidades de España. Madrid y Barcelona, pactos y acuerdos mediante, serán el destino de estas dos recién llegadas a la política de primera línea, que hasta la fecha no han presentado propuestas totalmente dispares e irrealizables para estas ciudades.

Podemos está decidido a sacar el mayor rédito a la necesidad que tiene el PSOE de pactar con ese partido si quiere arrebatar seis comunidades autónomas al PP y decenas de alcaldías. Ayer, su líder,Pablo Iglesias, cambio sustancialmente el tono después de escuchar a Pedro Sánchez poner línea rojas a los acuerdos.

«Más humildad, Pedro, habéis tenido el peor resultado electoral desde 1979», le soltó ayer Iglesias a su interlocutor socialista en la plaza Zocodover de Toledo, aprovechando un acto alternativo a los institucionales del Día de Castilla-la Mancha. Por esta misma razón habría de decirle a Pablo Iglesias que ni siquiera tuvo el valor de presenterse con su nombre a las elecciones que su único proyecto es desalojar al único partido que defiende la unidad nacional y que ha obtenido pese al castigo inflingido, el mayor apoyo de los ciudadanos.

Pablo Iglesias aparte de una cura de humildad, necesita la rendición sin condiciones a su proyecto del PSOE para llevar a cabo su delirio y por esta razón ha recriminado a Pedro Sánchez, aprovechándose de  su inconcreción y su debilidad manifiesta.  En las próximas fechas veremos si es capaz de resiste esta presión.