Las multas de la vergüenza
Después de 8 años de recursos se ha producido la anulación
por parte del Tribunal Constitucional (TC) de un artículo de la Ley del
Estatuto del Consumidor de Cataluña de 1993, que establecía la graduación de
las infracciones en leves, graves o muy graves por no informar o atender en
catalán en los comercios, permite ahora la impugnación de todas las sanciones
lingüísticas impuestas hasta 2010 por la Generalitat de Cataluña.
El empecinamiento de los sucesivos gobiernos catalanes en
multar a aquellos comerciantes que los rótulos de su negocio estaban redactados en idioma español como otra medida de presión a
los ciudadanos en su intento de llevar la región a su secesión con España. Paradógicamente no existen sanciones a aquellos comercios que rotulan en chino o inglés.
La sentencia afecta solo a las multas hasta 2010 porque ese año la Generalitat
aprobó una nueva normativa, la Ley del Código de Consumo, que sigue vigente y
que en la práctica permite seguir con el mismo régimen sancionador. Por el
momento, esta ley está recurrida al TC
por el PP y el Defensor del Pueblo.
Ahora los comerciantes multados en esos años aplauden el
fallo del TC, ya que les da mucha más fuerza para recurrir y anular sus
sanciones.
El empresario de Vilanova i la Geltrú (Barcelona), Manel Nevot, conocido por llevar hasta
el TC su sanción, señaló a LA RAZÓN que «en el fondo todo es una acción política
de la Generalitat para mantenerse en el trono, y muchos catalanes se lo creen».
Nevot fue multado con 400 euros en 2006 por tener en su comercio más grande el
cartel en castellano que en catalán. No se rindió y empezó una lucha legal que
aún dura, aunque ahora se siente envalentonado.
Su historia se parece a la de Txurde Rocamundi, que no ha tenido mas remedio que cerrar su
negocio gracias a la presión de la administración catalana, también multado por
no rotular en catalán en su inmobiliaria de Arenys de Mar, en 2008. La sanción
fue de 1.200 euros. El dice que «esta
sentencia me ayuda, ahora lo tenemos mejor, la situación es más favorable».
A pesar de esta sentencia los próceres de CIU seguirán
aplicando multas linguïsticas con afirmó el portavoz de la Generalitat, Francesc Homs, recalcó que «la Ley de
1993 ya estaba derogada, por lo que el TC se ha pronunciado sobre una cosa que
ya no existía. Es como si el médico hace un diagnóstico y da unos resultados de
una persona que está muerta». Ironizó diciendo que «como el TC es tan rápido y
veloz, ha dictaminado sobre una normativa de 1993 que ya no está en vigor».
Homs recordó que la normativa de 2010 sigue vigente y que, por lo tanto,
seguirán imponiendo sanciones lingüísticas. Que cara más dura.
Ahora toca que los comerciantes perjudicados recurran las
multas injustamente aplicadas por esta práctica de tipo nazi apoyada hace 18 años por todos los
partidos ya que aparte de CIU y ERC que fueron los impulsures de las mismas, y como ha aclarado Albert Rivera "también el
PSC y PP han sido cómplices y actores directos de permitir estas multas”.. La
cantidad que podría tener que devolver la Administración autonómica asciende a
3,6 millones de euros.
Manuel Quintana Montero
ResponderEliminarContinuarán en plan Gestapo...
Jose Antonio Palacios Sanchez
ResponderEliminarDemencial ,pero de ésta gente me lo creo todo
obvio
ResponderEliminarSe está llegando a límites insospechados en este asunto sin que intervenga el estado de derecho.
Santiago Nuevo
ResponderEliminarEsto en una Democracia seria imposible,pero lo de Cataluña es una dictadura en la que unos mandan,otros apoyan,otros no se oponen y muchos callan..
Jack Crane Cataluña
ResponderEliminares un país bananero donde el estado tiene derechos, pero no el ciudadano.
Maria Isabel Velasco Nuñez
ResponderEliminarMenos mal que no vivo alliiiiiii
Antonio Manuel Ruiz
ResponderEliminarcuando tomen el poder los musulmanes,se van a enterar bien,los catalanes
Felix Curruscuchu
ResponderEliminarAhì se ve como funciona nustra justicia, por eso estos rebeldes mandatàrios catalanes hacen lo que quieren. Y es que tenemos unos gobiernos demasiado flojitos. Saludos Javier.
Angeles Vera Lasaga
ResponderEliminar¡Cada dia se van superando más , esto catalanes !
Rosa Maria Vincent Badal
ResponderEliminarEs una vergüenza que el estado español,o pueda tomar cartas en el asunto para que los ciudadanos que vivien en Cataluña puedan rotular sus establecimientos en el idioma que quieras. Ya esta bien de dictadura del gobierno nacionalista catalán.