La Sección Primera de la Audiencia Nacional - ¿El enemigo en casa?
En más de una ocasión me he referido a la existencia de la Audiencia Nacional que una vez desaparecidas una de las causas principales para su creación iniciales,
el terrorismo vasco y el tráfico de drogas, ya debería de estar disuelta y sus
miembros incorporados al escalafón de los jueces dentro de las Audiencias
provinciales correspondientes.
Especialmente es la Sección Primera de la
Audiencia la que tiene especial interés por redactar sentencias en contra la ley y a favor de los
delincuentes de tal manera que frecuentemente
tiene que ser rectificados por el Tribunal Supremo como ha ocurrido en los
últimos días. Fueron los magistrados de la Sección Primera de la Audiencia
Nacional Ramón Sáez, Manuela Fernández de Prado y Javier Martínez Lázaro, dos dos primeros con amplio historial de sentencias de corte sectario, conscientes de la injusticia que cometían al decretar, el pasado día 5 de
diciembre, su puesta en libertad.
Sigue resultando asombroso que estos magistrados ignorasen en el momento de hacerlo que la Ley 7/2014, por la que se transponía al ordenamiento jurídico español una decisión marco tomada por el Consejo de Europa en 2008, no iba a beneficiar a etarras como Arrospide o Plazaola, que aspiraban a que se les descontase de su pena los años de prisión pasados en Francia.
Asi que cuando ha salido la sentencia del Supremo
rectificando de plano estas excarcelaciones el etarra Alberto Plazaola ya se había
dado a la fuga, quien sabe si hacia el asilo venezolano, donde va a encontrar
cobijo de otros prófugos escapados comoDe Juana, gracias a la incompetencia de
nuestra justicia. Ahora pretenden echar la culpa a la policía por no vigilarlo
pero todo viene de una decisión que cuando se produjo ya se vio era totalmente
contra del sentido común y a toda prisa. Y menos mal que el otro etarra
injustamente excarcelado con él en diciembre –Santiago Arrospide, alias Santi
Potros– fue poco tiempo después detenido por un antiguo procedimiento referido
a un intento de asesinato; porque, de haber seguido en libertad, tampoco
hubiera extrañado que este último hubiera también aprovechado la clara
oportunidad de fuga.
Ahora se trata de la sentencia de los mismos jueces que
absolvieron a los implicados al sitio al Parlament de Cataluña que ha sido
anulada por el Tribunal Supremo y ha condenado a ocho de ellos a ocho años de
prisión. Basta ver la violencia de las imágenes de la manifestación del 16 de
junio de 2011, que terminó con la agresión física de varios parlamentarios y
obligaron al presidente Artur Mas a acudir a la sesión parlamentaria en helicóptero.
En la sentencia se llega a la conclusión que los magistrados
incurrieron en un patente error a lo hora de dar prevalencia la libertad de
expresión frente al derecho de reunión de unos representantes elegidos democráticamente
con lo que habían sentado un peligroso precedente. Lo dicho con la cantidad de
sentencias polémicas surgidas de esta sección de la Audiencia de las que nos
hemos tenido que arrepentir o se han tenido que rectificar, mas vendría que el
Gobierno se tomara en serio la desaparición de la totalidad de la Audiencia
Nacional toda vez que el sistema ordinario de la justicia ya está facultada
para estos delitos y dejaríamos de ver estos espectáculos que no benefician a
la justicia.
Pepa Estravis
ResponderEliminarLa prepotencia de la Audiencia y sus decisiones extrajurídicas, mas basadas en afinidades ideológicas que en la ley están empezando a poner en evidencia a la justicia entera.
Elias Nieto Cosano
ResponderEliminarAudencia Nacional ? Malo , malo , malo. ......
Julio Perez Garcia
ResponderEliminarXAVIER, así tienen la fama que tienen los jueces, que no saben ni por donde se andan y siempre a favor de sus ideas politicas.... bueno se salvan algunos pero muy pocos.