Las tretas de Calviño para maquillar la situación de la economía española

Nuevo varapalo a Calviño: llegan las primeras revisiones del PIB para 2022

Hoy se han conocido los datos de la inflación interanual del mes de enero, un 6.2% que que la sitúa por encima del incipiente ritmo de crecimiento del PIB de nuestra economía.

En clave económica, el año 2021 arrancó en medio de un incomprensible triunfalismo del gobierno de Pedro Sánchez, que anunció que el aumento del PIB llegaría incluso a rozar el 10%. Con el paso del tiempo, empezó a resultar evidente que los "brotes verdes" de Moncloa no son más que hojas marchitas y, a cierre de año, los datos del INE confirman que el aumento de la producción se situó en torno al 5%, un dato especialmente malo tras la caída del 10,8% observada en 2020.

FMI, BBVA, AIReF, Funcas y Axesor desmontan las cifras de crecimiento esperadas por Nadia Calviño.

De cara al año 2022, el gobierno ha planteado que el crecimiento de la economía alcanzará el 7%. Una cifra que causa sonrojo entre los principales servicios de estudios de nuestro país, que no entienden la absoluta falta de rigor de las previsiones comunicadas por el departamento que dirige la ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño.

La mayoría de instituciones dedicadas al análisis macroeconómico harán públicas sus estimaciones de referencia en primavera, pero los primeros informes divulgados al respecto ya avanzan en la línea del pasado año, en el que cada mes conocíamos estimaciones más pesimistas:

La AIReF cree que el PIB solo mejorará un 5,9% con respecto a 2021. Su previsión parte de que la inflación será menor de lo que avanzan otros organismos (2%), de modo que se trata de una estimación un tanto optimista y, aún así, la brecha con respecto a las estimaciones del gobierno es apreciable.

La Fundación de Cajas de Ahorro (Funcas) cree que el crecimiento en 2022 se situará en torno al 5,6%. Su análisis parte de que se recuperan 8 de cada 10 euros generados por el turismo antes del estallido de la pandemia del coronavirus, de modo que también estamos ante un cálculo razonablemente optimista, pero de nuevo se puede ver que la distancia con respecto al cálculo oficial del Ejecutivo es evidente.

El servicio de estudios del banco BBVA valora que el escenario de crecimiento para 2022 será de un 5,5%, de modo que la recuperación del PIB previo a la pandemia ni siquiera se materializaría durante el presente año y sería preciso esperar a 2023 para volver a tener la misma producción que en 2019. De nuevo, hay una brecha importante entre este cálculo y el de Moncloa.

La agencia de calificación Axesor también opina que el aumento del PIB en 2022 se limitará al 5,5% y advierte que el curso 2022 se cerrará con una inflación cercana al 4%. Su estudio advierte, además, del peligro que encierra el incremento de la presión fiscal, verdadero freno de una recuperación económica que, de momento, está lejos de ser suficiente para dejar atrás la crisis del covid-19.

El Fondo Monetario Internacional apunta que la economía solo avanzará un 5,8% en 2022. Hace apenas tres meses, el organismo internacional pensaba que nuestro país alcanzaría una mejora del PIB del 6,4%.

Desde el Banco de España también consideran que los datos de expansión de la economía en el año en curso no llegarán más que al 5,4%.

Unos PGE inflados.

En primer lugar, el gobierno de España presentó unos Presupuestos Generales del Estado para 2021 que se alejaban por completo de los escenarios previstos por todas las casas de análisis nacionales e internacionales. Aunque se estimó una subida del PIB de casi un 10%, el dato final ha sido cercano al 5%, de modo que se ha errado el cálculo en un 50%.

La maniobra se repite en 2022. Otra vez más, el Ejecutivo plantea un escenario macroeconómico absurdo, en el cual el crecimiento alcanza el 7% a pesar de que todos los servicios de estudios estiman poco probable que se logren cotas alejadas del 5,5%. El propio presidente del gobierno, Pedro Sánchez, ha admitido en al Expo de Dubai que el horizonte que realmente se baraja se sitúa en torno al 5%. De modo que el escenario de referencia para este curso presentaría una desviación de hasta un 30% respecto a lo comunicado originalmente por Calviño.

El "PIB diario" como salida.

Ante la constatación de que la actividad está muy por debajo de lo esperado, Calviño y su equipo han creado una nueva métrica de referencia macroeconómica: el indicador diario de actividad. Se trataría de una suerte de "PIB diario" que no tiene correlación con ninguna otra variable de referencia y que tampoco es una estadística oficial.

De esta forma, el ministerio de Asuntos Económicos se desmarca de la contabilidad nacional y plantea un nuevo indicador cuya elaboración no ha sido homologada ni validada por Eurostat y que, además, se desarrolla de forma opaca por parte de su departamento de gobierno, al tratarse de un cálculo cuya composición se realiza de espaldas al Instituto Nacional de Estadística.

La inflación "en recibo" como disparate final.

Ante la evidencia de que la situación económica es peor de lo que el gobierno quiere transmitir, Calviño ha optado por cuestionar también las cifras oficiales de inflación, dando pábulo a un estudio en el que se pretende estimar el aumento real de los costes de la electricidad y otros ítems a base de revisar una muestra de recibos abonados dentro del sistema de pagos de determinadas entidades financieras.

Esta medición improvisada rompe con los criterios estadísticos que regulan las mejores prácticas en materia de análisis y medición. De hecho, se sitúa de espaldas a la elaboración del IPC que realiza el INE siguiendo las mismas pautas que se emplean en los veintisiete países de la Unión Europea y buena parte de las demás economías del mundo. Calviño, por tanto, da pábulo a un indicador carente de respaldo, hasta el punto de que el INE ya ha emitido un comunicado de respuesta.

¿Como un tiro?

Este grafico comparativo elaborado por la propia Comisión europea sobre la recuperación despues del Covid evolución del PIB menos la inflación en 2021 que nos sitúa a la cola de los paises de la Union Europea. El único país con datos negativos. Calviño dice a la prensa que nuestra  recuperación  como un tiro.

De modo que, con cuatro nuevos informes de prospectiva encima de la mesa, la estimación de crecimiento presentada por Sánchez y Calviño para 2022 se antoja a todas luces desafortunada, puesto que la desviación esperada por todos los analistas independientes que ya se han pronunciado este año plantea un diferencial que será, cuando menos, de entre 1,1 y 1,5 puntos del PIB.

La ministra Nadia Calviño sigue empeñada en negar la cruda realidad. A pesar de que la economía española es la más cayó en 2020 y la que menos se recuperó en 2021, la titular de la cartera de Asuntos Económicos sigue ignorando que España tiene un 4% menos de actividad que al final de 2019, amén de 60.000 empresas menos.

Hace tres años Nadia Calviño era la garantía ante la UE del compromiso del Gobierno de  Pedro Sánchez, ante la expectativa de manejar de manera ortodoxa la economía de acuerdo con Bruselas. Esto ya es pasado. Los datos de la economía española ofrecidos a a la UE no concuerdan con la realidad. Y en UE nadie la cree. Y ella es la responsable del reparto de los fondos Covid. Nadia Calviño ha aprendido a mentir y ahora ya lo hace mejor que su jefe Pedro Sánchez.