La prórroga del estado de alarma...¿es imprescindible que sea el gobierno quien lo solicite?

Agentes de la Policía Local y Nacional en Salamanca.

¿Que impide prorrogar el actual estado de alarma? Comprendo las voces que se alzan contra medidas limitativas de derechos, como comprendo las que piden medidas aún más severas y rigurosas, Distintas comunidades de distintos partidos y por distintas razones exigen que no se levante dicho estado hasta que no se haya superado claramente la pandemia.

Parece claro en el día de hoy que las cosas no van bien o, al menos, no lo suficientemente bien como para entender que desde el 9 de mayo no vayan a ser necesarias todas o algunas de las medidas que hoy todavía rigen y que, según hasta ahora se ha apreciado, solo han podido ser adoptadas en el marco del estado de alarma que permite la restricción de derechos fundamentales, en los términos del artículo 55 de la Constitución y de la ley orgánica 4/1981.

En una muy debatida y discutible solicitud del Gobierno al Congreso de los Diputados, este autorizó la prórroga del estado de alarma decretado el 25 de octubre de 2020 hasta las 00:00 horas del próximo 9 de mayo. Una muy larga duración, si la comparamos con la del primer estado de alarma vinculado a la COVID-19, pero que, en ese momento, pudo haberse considerado, por un lado, necesario y, al mismo tiempo, suficiente para la adopción y/o el mantenimiento de determinadas medidas de lucha contra esta epidemia.

Sánchez no quiere prórroga

Pedro Sánchez.  "La alternativa al estado de alarma es el plan de vacunación". Es el argumento que ha repetido una y otra vez el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la tribuna del Congreso para justificar su "intención" de levantar la medida excepcional el 9 de mayo. Es el único escenario en el que trabaja Moncloa que considera que las comunidades autónomas tienen las suficientes herramientas jurídicas para hacer frente al virus a partir de ahora. Las restricciones que impongan tendrán el control de los Tribunales Superiores de Justicia.

Sánchez no ha ofrecido ningún plan opcional a los diferentes grupos parlamentarios que han cuestionado esa decisión. Uno tras otro se lo han pedido. Desde la oposición hasta los socios del Ejecutivo ( Bildu, PNV, Más País y Compromís) le han reclamado, sin suerte, un plan B que ampare jurídicamente las decisiones que tengan que tomar los presidentes autonómicos. 

Incluso Ximo Puig en la Comunidad Valenciana mantiene el criterio de mantenerla aislada peritrimetralmente  por mas tiempo para llegar el verano en las mejores condiciones para el turismo, algo que solo se  puede hacerse con un estado de alarma que ampare dicha decisión. 

Aparte del gobierno de Pedro Sánchez, solo dos partidos, desde las antípodas ideológicas, han abogado poner fin al estado de alarma, Vox y la CUP. 

El estado de alarma ha protagonizado un Pleno donde Sánchez ha presentado una vez más el Plan de Recuperación y donde Pablo Casado ha subido el tono de su discurso acusando al presidente de "chulería". De fondo, las elecciones autonómicas de Madrid que también se han colado en el hemiciclo.

El Gobierno parece fiarlo todo a los acuerdos que puedan adoptarse en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud. Algo que resulta altamente preocupante. Tomemos como ejemplo la reciente decisión de este órgano en relación con el uso de las mascarillas. Resulta que el 30 de marzo pasado se publicó en el BOE la ley 2/2021, de 29 de marzo, en la que, resumidamente, se prevé la obligatoriedad del uso de las mascarillas para las personas mayores de seis años en, entre otros, las vías públicas y espacios al aire libre, salvo determinadas excepciones como enfermedad, práctica de deporte individual o fuerza mayor o incompatibilidad con la actividad realizada, y ello en redacción dada por una enmienda introducida pocas semanas antes por el grupo parlamentario socialista.

No parece en absoluto razonable que, pese al tiempo transcurrido desde marzo de 2020, y pese a lo comprometido por el Gobierno, no se haya impulsado un proceso legislativo que hubiera permitido, en el ámbito estatal, aprobar una legislación que posibilitara la adopción de determinadas medidas en situaciones como la que vivimos. Es cierto que hay normativa al respecto —la ley orgánica 3/1986, de medidas especiales en materia de salud pública, y la ley 14/1986, general de sanidad— pero también lo es que la misma se ha revelado insuficiente para dar cobertura a medidas de restricción de derechos fundamentales para su aplicación general e indiscriminada a la ciudadanía. Lo mismo sucede en el ámbito autonómico, en el que, menos aún, se dispone de instrumentos legales adecuados, siendo de dudar que ello pueda incluso ser posible en un futuro inmediato sin previa actualización de la legislación estatal —siempre en términos de limitación de derechos fundamentales—, dado que, en todo caso, se trata de materia de competencia estatal.

Comentarios

  1. BaifoConfundio
    11 de abril de 2021. 11:31 h

    Si antes de la pandemia hubiéramos visionado mentalmente un supuesto Estado de alarma hubiéramos dado por hecho planes estratégicos, previsiones definidas, protocolos precocinados, mecanismos de coordinación Estado-CCAA, etc. Porque si no, ¿para qué lo llaman de alarma? Qué ilusos, el Estado de alarma ha sido y es el "ejército" de Pancho Villa en la guerra de Gila. Si España fuera un país de terremotos, los presuntos planes de emergencia o alarma serían como para echarse a temblar. Buena oportunidad para que los marcianos invadan la Tierra ya, aunque no creo que se atrevan con todos los bares cerrados.

    Sin embargo, lo que si suele funcionar como un reloj es el 'estado de sitio', curiosamente, que ni Dios (o Tejero) lo quiera. Se ve que el monopolio (legal...) de la violencia está mucho mejor organizado que el monopolio de la planificación de emergencia civil. Bueno, a otro nivel también apreciamos disparidades: una multa de la DGT o un expediente de apremio de Hacienda funcionan implacablemente a la velocidad de la luz; sin embargo, las colas de espera sanitarias, o las reclamaciones (a la DGT o a la Ag. Tributaria), son tortugas andantes. Y así para todo. Misterios de organización del Estado-según-paqué.

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  2. bartlevi
    11 de abril de 2021. 09:33 h

    Otra de las muchas polémicas estériles que nos aburren hasta la saturación a los españoles.
    La Comunidad que necesite el estado de alarma que lo pida.( art. 5 de la Ley Orgánica 4/1981)
    Y que o nos vuelvan a marear otra vez.

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  3. Osiris

    La vida, por sí misma, ya nos llena de piedras el camino... Los políticos, y también los periodistas, en teoría, deberían encargarse de quitarnos algunas piedras del camino, o como mínimo, avisarnos de su existencia, con la finalidad de minimizar nuestras fatigas de la vida... Pero no... No sólo no las quitan, sino que nos ponen más todavía... ¡Vaya tropa...!

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  4. TsiarArdak


    Lo cierto es que el estado de alarma se ha utilizado mayormente para medidas como los inútiles cierres perimetrales (de comunidades, de barrios o de calles. Me da igual). Comprendo que al principio de la pandemia se hiciera un confinamiento estricto dado el conocimiento que había y la situación pero hoy en día sabemos mucho más del virus y muchas de las medidas que se pueden tomar no necesitan del estado de alarma.

    Sabemos que, en un porcentaje abrumador, el virus se transmite en interiores cerrados en los que no se utiliza mascarilla. Eso me lleva a muy pocos sitios. Deberíamos aprovechar el buen tiempo para prohibir la actividad hostelera y de ocio en interiores, dar facilidades a que estas actividades se desarrollen en el exterior e incluso dar ayudas a aquellos establecimientos que no puedan adaptarse. También deberíamos retomar la actividad de rastreo y, en general, centrarnos en lo que funciona. Muchas de estas cosas no requieren del estado de alarma.

    ¿Por qué estas cosas no se hacen? Es sencillo. Cuestan dinero.

    Veo una tendencia muy pronunciada entre ciertos sectores de la izquierda, entiendo que por contraposición a ciertos sectores de la derecha en la que se pide poco menos que un estado de alarma perpetuo. He leído a gente que es partidaria de prolongar la obligatoriedad del uso de la mascarilla de forma indefinida. Me parece un grandísimo error.

    A día de hoy la fatiga pandémica es una verdadera epidemia entre la población de este país. Los que somos relativamente jovenes confiamos en que algún día todo esto se acabará y aguantamos resignados mientras tanto. ¿Y la gente mayor? ¿Os imagináis para cuántas personas los años de la pandemia van a ser los últimos años de sus vidas? ¿Podéis imaginaros cuántas personas han muerto sin estar contagiadas en una residencia tras estar el último año de sus vidas aislados en un mundo que a muchos ya se les escapa de comprensión?

    La gente en su mayoría es solidaria, pero necesita sentir que las medidas que se toman, que exigen mucho de cada uno de nosotros, tienen sentido y sirven para algo. Ojo jugando con esto porque luego nos sorprenderemos de las cosas que ocurran.

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  5. Francisco Gallego
    Nooooo, que dejan ya de mangonear que luego al final siempre son los demas los que no hacen las cosas bien y ellos se van de rositas.

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  6. Clau Lizondo
    No tiene los apoyos suficientes y esto no se aguanta.

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  7. Juanjo López
    Prórroga del puto estado de alarma ?...no habéis tenido suficiente todavía un año y pico después?....más miseria y paro a nuestras maltratadas economías por una puñetera gripe la llaméis como la llaméis?....vergüenza no es lo que no tenéis es otra cosa lo que no tenéis

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