El Barça vendió el Camp Nou

 

Los jugadores del Eintracht, rodeados de aficionados en el Camp Nou - AFPEl Fútbol Club 

Más de 30.000 alemanes invadieron Barcelona el pasado jueves, empujados por el partido más importante de la historia reciente del Eintracht Frankfurt. Pero era impensable imaginar queel fenómeno fuese a inundar las gradas del Camp Nou de blanco, que el himno fuese a ser pitado en su propia casa La afición germana se convirtió en mayoría y convirtió al Camp Nou en una réplica del Deutsche Bank Park.

El Eintracht se sintió como en casa y salió como si estuviera en ella, con el cuchillo bien afilado tras el 1-1 de la ida. El Barça, que pasó a ser víctima del escenario, salió tan desconcertado como el culé que miraba a su hogar como un lugar hostil que fue testigo de su debacle. Institucional y futbolística. 

La invasión de alrededor de 30.000 aficionados del Eintracht Frankfurt este jueves en el Camp Nou en el partido de vuelta de cuartos de final de la Europa League supuso para el Barça una recaudación en taquilla de 3 millones de euros. Así lo confirmó la vicepresidente institucional del club azulgrana, Elena Fort, en declaraciones al 'Què t'hi jugues' de la cadena Ser. Una cantidad casi idéntica a la que habría percibido el Barça en caso de pasar a semifinales, 2,8 millones de euros, y a la que habría que sumar también la cifra que se habría ingresado en el partido de vuelta, con el West Ham como rival.

Tampoco podrá aspirar el club blaugrana a ingresar los 4,6 millones que recibe el subcampeón de la Europa League ni los 8,6 que percibe el campeón. Con todo pues, entre lo ingresado en Champions y Europa League, esta temporada el FC Barcelona no cumplirá lo presupuestado y cobrará solo 59,78 millones de euros sin contar el 'market pool' (sponsors y TV).

El club se apresuró tras el partido y durante el día de ayer a dar toda clase de excusas y tecnicismos –entre ellos la nueva norma de que en adelante las entradas van a ser nominativas en los partidos europeos– para tratar de justificar que los aficionados del Eintracht tomaran el Camp Nou la noche del jueves. Pero las dos únicas verdades que explican lo sucedido son que el socio no quiso ir al estadio y que el club quiso hacer negocio con los alemanes, que a toda costa quisieron acompañar a su equipo.

Unos 26.000 socios habían ‘congelado’ su abono a principio de temporada, dejando su asiento a disposición de ser vendido por el club a cambio de no pagarlo pero sin perder la titularidad.

Todo lo demás son detalles sin importancia. El socio abandonó al Barça y el Barça vendió el Camp Nou.