El 'Pollo' Carvajal desvela el paradero de 17 etarras protegidos por Maduro en Venezuela

Imagen conseguida por Antena 3 en 2015 del estarra De Juana Chaos en la licorería que regentaba en Venezuela. | Antena 3

El exjefe de los espías chavistas dice que "la población de etarras en Venezuela es de aproximadamente una treintena de miembros".

El exjefe de la Inteligencia y Contrainteligencia de Venezuela, Hugo El Pollo Carvajal, ha declarado en Okdiario que, mientras realizó su labor de espionaje, conocía el pacto sellado con Felipe González para dar refugio a miembros de la banda asesina ETA. Fuentes de su entorno dicen que "se ordenó al Servicio de Inteligencia no perseguir" a sus miembros.

El Pollo sabe dónde y cómo viven los prófugos etarras y así lo ha plasmado en un informe titulado ETA en Venezuela. El que fuera líder de los espías chavistas señala que "la población de etarras en Venezuela es de aproximadamente una treintena de miembros, algunos de ellos deportados de Argelia y otros países. La mayoría vive en Caracas. Entre estos, destacan:

José Arturo Cubillas Fontán, acusado de seis asesinatos y de haber formado parte del grupo "Oker", al que también pertenecían Idoia López Riaño, la Tigresa, y José Ángel Aguirre. La Fiscalía de Venezuela rechazó su entrega debido a que había adquirido la nacionalidad venezolana años antes. El Pollo también asegura que se reunió con Iñaki de Juana Chaos. Vive en el municipio Libertador de Caracas.

Xabier Arruti Imaz, miembro de la banda al que los expertos en lucha antiterrorista colocan al frente de la estructura que ésta mantiene en Venezuela. La narcodictadura le dio un cargo en PDVSA y ahora reside en Chichiriviche, en el Estado de Falcón.

María Asunción Arana Altuna Olivia, calificada como nivel 5 –máximo nivel operativo y por tanto de mayor peligrosidad–. Hugo Chávez le dio la nacionalidad en agosto de 2004. Reside en el distrito centro del Libertador de Caracas.

Pedro Viles Escobar Kepa, jefe del grupo que asesinó a un riojano que regentaba un almacén de vinos en Santurce. La mujer de la víctima se suicidó meses después al no superar la muerte de su marido. En febrero de 2011, Viles residía en Güiria; en 2014, regresó a España y fue recibido con honores por los proetarras en Santurce. Según el Pollo, ahora podría residir en Caiguire, un suburbio del estado de Sucre.

María Ángeles Artola Echevarría, quien participó en varios atracos y atentados, reside en el municipio Libertador de Caracas junto a su esposo, el también etarra Eugenio Barrutiabengoa Zabarte, acusado de matar a diez personas.

Juan Carlos Arriaran, deportado a Venezuela en 1990. En la Audiencia Nacional le constan tres sumarios por asesinato, tenencia ilícita de armas y explosivos, estragos y colaboración con banda armada. Reside en la Urbanización Los Mangles en el Estado de Sucre.

Miguel Ángel Aldana Barrena, que mató a 18 personas en unos 30 atentados. En la ficha aparece como fallecido. Vivió en Venezuela en libertad sin cumplir un sólo año de prisión por los asesinatos cometidos.

Ignacio de Juana Chaos, uno de los más sanguinarios etarras, al que se le atribuyen al menos 25 asesinatos, figura como uno de los primeros en ese cartel que ha difundido Dignidad y Justicia en el que también figuran Eneko Aguirresarobe, David Urdin, José Luis Exiolaza y Oier Eguidezu.

Además, el Pollo menciona a Ignacio Echevarría Landazabal, a Luis María Olade Quintela, a José Luis Zurimendi Oribe, a Luis Elisardo Roncero Retortillo, a José Ángel Mutiozabal Galarraga, a Jesús María Huerta Fernández, a Luis Alberto Trincado Gallaga, a Ignacio José Echaniz Oñatibia, a Juan José Aristizabal y a Asier Guridi Zaloña.

Recompensa de 4.000 euros por el paradero de etarras huidos

Dignidad y Justicia irá aumentando la cuantía con donativos por pistas fiables

Como el «Wanted» -se busca- del lejano Oeste, la asociación Dignidad y Justicia, que preside Daniel Portero, continua con su campaña #StophuidosETA para dar caza al terrorista fugado. Buscan la colaboración ciudadana en un intento más de obtener datos sobre los 26 terroristas que se escaparon de la Justicia y aún tienen causas pendientes.

La recompensa, que inicialmente se inició en 2020, con 1.000 euros ha ido aumentado cada año gracias a los donativos de los ciudadanos. En 2021 la cifra ascendía a 3.000 euros y, en 2022 la recompensa está en 4.000 euros para quien dé una pista fiable o el paradero exacto que sirva a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, dar con alguno de los etarras huidos y así ponerlo a disposición de la Justicia.

La recompensa no es fija e irá aumentando en la medida que haya más aportaciones solidarias de ciudadanos. Además, según destaca Portero, ésta «no decrece, ya que será un dinero que se guarde exclusivamente para eso».

La Policía y Guardia Civil continúan con sus investigaciones para tratar de dar con el paradero de estos terroristas que huyeron de España para no rendir cuentas con la Justicia. La identificación de al menos seis de estos etarras estaría bajo secreto ya que aún hay operaciones en curso que podrían dar con ellos.

En la página web de la Policía Nacional «más buscados» sale la lista de estos etarras donde se acompaña una ficha en la que figuran la fotografía, el presunto delito que se les atribuye y su lugar de nacimiento. También la Guardia Civil tiene actualizado el listado con sus rasgos característicos.

La mitad de los 26 huidos, según las investigaciones antiterroristas, estarían en Venezuela, el destino preferido por los terroristas de ETA ya que su extradición es casi considerada como una misión imposible. Cuba, Uruguay, México, Brasil o Argentina son otros de los destinos donde se esconden además de Francia o Suiza.

Precisamente allí, en los Alpes, se encontraba Josu Ternera, quien huyó de la Justicia en 2002 y fue detenido por la Guardia Civil, a pesar de que se había provisto de una red de contactos personal, al margen de la organización terrorista, para poder seguir viviendo en su sistema paralelo de seguridad. Allí, vivía solo en un refugio de montaña entre pistas de esquí y portaba 4.000 euros en metálico cuando fue arrestado yendo al hospital.

La mayoría de los etarras huidos se encuentran en Venezuela, Cuba y México de manera que la recompensa es un ofrecimiento «a nivel mundial». Está sobre todo dirigida a personas de Sudamérica con menos recursos con el fin de impulsarlas a delatar a los etarras ante la Policía del lugar donde viven o que faciliten a Dignidad y Justicia la información fiable que pueda ubicar al etarra en un punto concreto y así ponerlos a disposición del CNI, Policía Nacional y Guardia Civil. Portero tampoco descarta que, a medida que vaya subiendo la recompensa, incluso sean delatados por los mismos proetarras, vecinos del pueblo o familiares que sepan de su paradero.