Dimite Adriana Lastra como vicesecretaria general del PSOE

La vicesecretaria general del partido, embarazada, deja el cargo. Su relación era tensa con el número 3 la formación, Santos Cerdán.

Adriana Lastra, vicesecretaria general del PSOE, ha dimitido. Según ha explicado ella misma, lo deja por la dificultad de "compaginar las exigencias de reposo y cuidados" de su embarazo con el cargo. Se lo comunicó "hace varios días a Pedro Sánchez".

En un comunicado, Lastra ha reconocido que "para una militante socialista, ser vicesecretaría general del Partido Socialista es una de las responsabilidades más hermosas que existen, también es una tarea muy exigente en tiempo, esfuerzo y desvelos" y se ha excusado en que "en los últimos meses se han producido cambios importantes en mi vida personal que me exigen tranquilidad y reposo y que, en las dos últimas semanas, me han obligado a tomar una baja laboral que se va a prolongar aún un tiempo".

La ya exnúmero 2 del PSOE se encuentra en la recta final de un embarazo y asegura en el escrito que "ante la dificultad de compaginar las exigencias de reposo y cuidados, imprescindibles en mi situación actual, con la intensidad que exige la dirección del Partido, he presentado mi dimisión como vicesecretaria general del Partido Socialista Obrero Español". Ahora, Lastra se marcha porque "se han producido cambios importantes en mi vida personal que me exigen tranquilidad y reposo y que, en las dos últimas semanas, me han obligado a tomar una baja laboral que se va a prolongar aún un tiempo", reza el comunicado que ha enviado a primera hora de la mañana.

Fracaso sin precedentes en Andalucía

Pero, a su paso, deja un fracaso sin precedentes en el PSOE de Andalucía. Lastra fue considerada una de las "culpables" de la caída de los socialistas el pasado 19 de junio porque fue ella una de las personas que diseñó la campaña . Y fue ella la que tuvo que comparecer en Ferraz un día después de la debacle.

Entonces, Lastra trató de quitar hierro a la durísima derrota cosechada por el PSOE en Andalucía, que se interpretó en clave nacional como un nuevo fracaso de Pedro Sánchez, diciendo que la mayoría absoluta del popular Juanma Moreno sólo fue posible gracias a los fondos del Gobierno de Sánchez.

Pero de puertas para adentro, su puesto estaba ya en peligro en todas las quinielas. Junto a ella, también pendía de un hilo el puesto del secretario de organización de los socialistas, Santos Cerdán, con el que Lastra mantenía una aireada lucha por el poder. La marcha de Lastra también evidencia el cambio de lealtades de Pedro Sánchez.

Abre la puerta a Sánchez para la renovación del partido

Aunque la siempre discreta presencia del secretario general de Organización del PSOE, Santos Cerdán, ha impedido evidenciar la batalla interna por tener el control del partido, de todos eran conocidas sus diferencias. Y, de momento, la batalla la ha ganado el número 3 del partido.atsapp

Los socialistas achacan al embarazo de la hasta hoy vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, el principal motivo para presentar su dimisión. Ni ellos mismos se creen la excusa. Lo cierto es que la decisión supone un punto, ya veremos si final o un punto y seguido, de una guerra interna en la calle Ferraz que venía fraguándose desde hace casi un año, desde la celebración del «pacífico» congreso que el PSOE celebró en Valencia el pasado mes de octubre.

Ambos políticos, Adriana Lastra y Santos Cerdán, son acérrimos sanchistas. Los dos fueron los grandes apoyos del actual presidente del Gobierno cuando emprendió su carrera por reconquistar la secretaría general del partido en 2017. Y los dos fueron ascendiendo dentro del partido, cada uno en sus ámbitos hasta el 40 Congreso del PSOE que se celebró el pasado mes de octubre en Valencia.

De aquel Congreso, Adriana Lastra salió como número 2 del partido y Santos Cerdán como número 3. Adriana Lastra se encargaba de la coordinación del partido con los grupos parlamentarios del Congreso, del Senado y del área de Comunicación. El diputado navarro, por su parte, se encargaba de las relaciones territoriales, de la coordinación del partido con los barones del partido.

El reparto de poder no satisfizo a los contrincantes. Y las disputas entre ellos se mantuvieron a nivel interno. Uno de los enfrentamientos más significativos, al menos más visibles, se produjo cuando Adriana Lastra contraprogramó una rueda de prensa que tenía Santos Cerdán en Pamplona a finales de enero con otra del portavoz federal Felipe Sicilia, cercano a la Lastra.

Estas diferencias resultaban cada vez más evidentes y no ayudaban a la reconstrucción de un partido, el PSOE, que vive unos momentos bajos debido al desgaste y que se ha demostrado en las dos citas electorales que se han celebrado este año. Por ello, el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, había decidido tomar cartas en el asunto. Las debacles electorales en Castilla y León y, sobre todo, en Andalucía, han hecho más fácil la decisión de Pedro Sánchez.

El ala feminista del PSOE estallaba pocos minutos después de que saltara la noticia de la dimisión de Adriana Lastra como vicesecretaria general del partido. Tras la publicación del comunicado de renuncia de Adriana Lastra como número dos del partido, diversas fuentes apuntaban a una «excusa para evitar reconocer que ha perdido la batalla interna» que libra con el secretario de Organización, Santos Cerdán. Una justificación que la ya ex secretaria general del PSOE no ha meditado lo suficiente ni calibrado sus consecuencias inmediatas.

Santos Cerdán