El PSOE no despega en Andalucía - Desánimo en la Moncloa

El PSOE no consigue despegar - Sánchez traslada su desánimo al PSOE: «Nos estamos hundiendo y no sabemos cómo remontar»

Según el último escenario electoral dibujado por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) de Tezanos -el mismo que le da al PP hasta 49 escaños-, doce de cada cien votantes que en diciembre de 2018 dieron su apoyo a Susana Díaz piensan ahora elegir la papeleta de Juanma Moreno. Tamaña fuga compromete incluso el objetivo mínimo que se han marcado los socialistas, no sacar peores resultados que los de la defenestrada ex presidenta.

Alerta máxima en Ferraz y el Palacio de La Moncloa. Las cosas no van bien y el tiempo de disimularlo ya acabó. Los socialistas se dan de bruces con una realidad que durante muchos meses el CIS de José Félix Tezanos ha maquillado. Pedro Sánchez ya no suma, la marca PSOE está desgastada por sus pactos con los separatistas y bilduetarras y el resultado en Andalucía amenaza con impedir la formación de un nuevo Gobierno socialista en España.

El presidente está «desesperado y enfadado» por «la ineptitud» de sus asesores actuales tras haber echado hace menos de un año a Iván Redondo. Y en una llamada a la desesperada para revertir los pronósticos de las encuestas de cara al 19 de junio pide a sus ministros y cargos orgánicos que se activen. «Nos estamos hundiendo y no sabemos cómo remontar», ha afirmado en la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE celebrada este lunes en la sede de Ferraz. Este lunes, en la reunión de su Ejecutiva, el presidente trasladó a sus compañeros que «una derrota muy dura en Andalucía nos complicará la vida a todos». Hay miedo porque los sondeos «son muy malos», apuntan en Ferraz. Y se esperan peores.

Sánchez habla con datos en la mano. Los socialistas manejan varias encuestas del CIS y otras encargadas por la propia organización que dejan evidencian la debacle. Y culpan de ello a algunas de las decisiones que se han tomado en los últimos años desde el Ejecutivo, como los pactos con Podemos, ERC y Bildu, los indultos o la subida de los precios y la inflación. Aunque Moncloa se empeñe a diario en vender a la opinión pública la bondad de todas las medidas adoptadas y su labor en la gestión económica.

Otra de las cuestiones que reflejan esos datos con los que trabaja el PSOE, es que una parte importante de los electores creen que tras hacer descansar la legislatura en sus socios «los socialistas se han movido hacia la radicalidad». Y con los cambios en el PP, tras la salida de Pablo Casado y la llegada de Alberto Núñez Feijóo, los populares ocupan ahora una centralidad que en 2019 le dio la victoria a Sánchez.

Ese nerviosismo que empieza a desprender un presidente «desesperado» por la situación, se multiplica a nivel de cargos medios y electos en las Cortes. Los primeros por que son conscientes de que, tal como es Sánchez, una de las decisiones que puede tomar -y que tras las andaluzas sea una crisis de Gobierno a modo de revulsivo. Una reestructuración que afectaría también a la Ejecutiva Federal del partido «que no está funcionando como se esperaba» tras los cambios que se produjeron en el congreso de octubre en Valencia.

Algunos se podrían quedar sin trabajo. Es el mismo temor que hay en los grupos parlamentarios en el Congreso y en el Senado. El resultado que arrojan los sondeos dejaría a muchos de ellos sin su escaño y, en consecuencia, sin su sueldo público.