Puigdemont llama a “la confrontación“ desde Waterloo

El expresidente de la Generalidad prófugo quema todos los puentes. Reclama "luchar desde las calles, plazas e instituciones del país"

En un mensaje del "Consejo por la república" apunta que "no podemos dedicar más tiempo a banalidades partidistas"

Tras las revelaciones en The New York Times sobre la trama de contactos de su entorno con agentes y mafiosos rusos, el expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, en un comunicado del Consejo por la República, afirma que "no podemos hacer creer a la ciudadanía catalana que por alguna razón que desconocemos llegará un momento en el que nos será reconocida la nación sin tener que lucharla en las calles, plazas e instituciones del país. 

"Pensemos lo que pensemos y votemos lo que votemos, las cosas sabemos que son así".no podemos dedicar más tiempo del que ya se ha dedicado discutiendo banalidades partidistas: la confrontación con el Estado no se puede rehuir, es una realidad inevitable por la que tenemos que pasar si queremos que Cataluña sea reconocida como nación soberana e independiente".

Puigdemont insiste en que "no hay atajos edulcorados, suaves, inocuos. Enfrente tenemos a España, no a Canadá ni el Reino Unido. Y la España de hoy, en la relación con Cataluña, se parece a la España de siempre. Negación y castigo; amenaza y castigo".

"La independencia es una conquista que se debe mantener y defender durante mucho tiempo. Mantener y defender por todos los medios posibles, con la condición de que ni queremos ni necesitamos tampoco ningún atajo que ponga en duda la radicalidad democrática del país", argumenta.

Una confrontación inevitable

En cuanto a las relaciones entre Junts per Catalunya (JxCat), ERC y la mesa de diálogo, el fugado alega que "no podemos dedicar más tiempo a banalidades partidistas". Además, aprovecha para pasar el platillo y pedir afiliaciones: "Hacerse del Consejo por la república, reforzar el Consejo (...) ayuda a recordar al Estado español sus vergüenzas democráticas y que un jefe de Estado que criminalizó y excluyó a millones de ciudadanos. Y permite que no haya ninguna excusa para preparar la manera de ganar la próxima confrontación con el Estado. Porque si queremos la independencia, el Estado se ha encargado de hacer que la confrontación sea inevitable".

Con este mensaje Puigdemont pretende calentar la fiesta regional de Cataluña, el próximo sábado 11 de septiembre. Coincide además con el cuarto aniversario del pleno en el Parlament del 6 y 7 de septiembre, sesión en la que el separatismo rompió con la legalidad para aprobar las denominadas "leyes de desconexión", la del referéndum y la de "transitoriedad jurídica".