Las cuentas (o los cuentos) de la lechera de Pedro Sánchez

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la Casa de América.

Sánchez alaba su gestión sin rastro de autocrítica: «Los españoles están mejor que hace un año» El presidente ha pronunciado una conferencia ante un centenar de empresarios del IBEX, agentes sociales y deportistas de élite, en la que ha desgranado sus planes para el futuro

En una conferencia propagandística en Casa de América de Madrid, y rodeado de los principales empresarios del IBEX, agentes sociales, ministros y dirigentes socialistas que han acudido bajo el señuelo de los fondos europeos. Sánchez ha ensalzado la colaboración público-privada para dar salida a estos fondos que permitan avanzar en el sector verde e innovador. No se han permitido preguntas de ninguno de los asistentes , ni siquiera a los periodistas que han asistido al acto.

Sánchez ha hecho un discurso triunfalista de la situación que vive España a día de hoy. «No estamos igual que hace un año, estamos mucho mejor», ha espetado el presidente alabando que «somos capaces de recuperarnos con rapidez y de hacerlo con justicia social». El líder socialista se muestra confiado en que «vamos a superar los niveles prepandemia” para “afrontar los grandes desafíos”. La subida del Salario Mínimo Interprofesional, uno de esos desafíos más inminentes, aumentará pese a las diferencias que hay entre el Gobierno, los sindicatos y la patronal, según ha anunciado.

Durante su charla, de poco menos de cuarenta minutos, ha explicado sus planes para los próximos meses. Sin demasiadas novedades, más allá de su «compromiso firme» de avanzar en la subida del Salario Mínimo, que la patronal rechaza, Sánchez ha desgranado «un propósito ambicioso para hacer de España un país aún mejor que antes de la pandemia». Ha exigido «lealtad con la Constitución española» a los partidos de la oposición «para impulsar la regeneración de nuestras instituciones».

Los buenos datos de la evolución de empleo en este último mes que se van a conocer mañana serian entre otros los motivos de su desaforado optimismo, el jefe del Ejecutivo no ha tenido empacho en presumir  su Gobierno lo ha hecho todo bien, 

El Gobierno es incapaz de hacer nada sobre la subida de la luz

El atronador silencio de Pedro Sánchez sobre la desbocada subida del precio de la energía eléctrica y las mendaces explicaciones en el Congreso de la ministra de Transición Ecológica (sic), Teresa Ribera hacen crecer todas las alarmas. El precio de la energía eléctrica compromete el futuro de millones de españoles, alimenta nefastas expectativas inflacionistas y Sánchez sólo tiene el recurso de mandar a Ribera a hacer el ridículo en el Congreso, mientras que a sus socios de Podemos les da por sugerir intervenciones en el mercado tan demagógicas como disparatadas para tapar su mayúscula ignorancia e inoperancia. Tanto uno como otra han puesto de relieve la dantesca incompetencia y la descomunal irresponsabilidad del Gobierno, incapaz de utilizar los instrumentos a su alcance para poner freno al desatino, ya sea por ignorancia, desidia o razones de índole venal. 

La subida del recibo de la luz está teniendo ya graves consecuencias para miles de familias, trabajadores autónomos y pequeñas y medianas empresas. El efecto sobre la inflación es brutal, y todavía no ha dado de pleno en la cesta de la compra, que presumiblemente experimentará drásticos aumentos en las próximas semanas y meses. Todo ello pone en jaque la recuperación económica, afecta a la capacidad adquisitiva de los salarios y los costes empresariales y ensombrece un horizonte que no esta precisamente despejado, dada la persistencia de la pandemia.

Todo ello en plena crisis por la evacuación de Afganistán o la mas que discutible gestión de pandemia del coronavirus o la subida de la electricidad que está generando subidas generalizadas de precios que confirman los datos sobre una inflación galopante que ya supera el 3,3% con respecto a julio del pasado año, que augura una inflación para los próximos meses que podría ponerse en porcentajes que ya se habían olvidado, a lo que ni siquiera ha hecho referencia. Algo que va a echar al traste todas las promesas formuladas hoy, ya que la UE no lo podrá consentir de ninguna manera.