La España vaciada en la búsqueda de una nueva financiación autonómica

 

"La España vaciada"

Este martes se reúnen en Santiago de Compostela ocho presidentes autonómicos, cinco del PSOE, dos del PP y uno regionalista. Lo hacen, convocados por el barón popular Alberto Núñez Feijóo, con luz y taquígrafos y presumiendo de que "en el asunto de la financiación autonómica, no hay credos ni partidos", sino la "defensa de los intereses económicos, cada uno, de su tierra".

Las alianzas entre las autonomías en el debate por la reforma del modelo de financiación autonómica toman forma. El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, ha reunido este martesen la capital gallega a los presidentes de Galicia, Castilla y León, Asturias, Aragón, Castilla-La Mancha, La Rioja, Cantabria y Extremadua -territorios gobernados por el PP y el PSOE- para abordar el tema y evitar que el nuevo modelo sea decidido en “una mesa bilateral” entre el Gobierno central y Catalunya.

Feijóo ha tomado hoy el relevo del presidente de Aragón, Javier Lambán, quien abanderaba hasta ahora el grupo. En su intervención en el debate de política general de Galicia, el presidente de la Xunta ha insistido en la importancia que tendrá para las comunidades el nuevo modelo de financiación, por lo que urge saber “si las comunidades contaremos con un árbitro imparcial para ordenar este debate crucial o si ese árbitro está hipotecado por un jugador que, además, no acata el reglamento” como es el caso, a su juicio, de la Generalitat

"Los presidentes autonómicos temen un reparto injusto en los fondos europeos después de que, en el caso gallego, se remitieron al Gobierno 354 proyectos para acceder a dichos fondos sin obtener respuesta más allá que un acuse de recibo," ha dicho.

La presión poblacional

Los presidentes de Andalucía, Juan Manuel Moreno, y de Murcia, Fernando López Miras como anteriormente lo habrían hecho con el de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, para tratar de la infrafinanciación de sus territorios. La idea de crear un fondo extraordinario para las comunidades peor financiadas mientras se reforma el actual sistema de reparto de los fondos públicos va sumando apoyos.

Para el presidente de la Junta, las comunidades autónomas están tomando la iniciativa en reuniones bilaterales ante la “inacción” del Ministerio de Hacienda que dirige la sevillana María Jesús Montero. “Ante la ausencia del Gobierno, las comunidades autónomas se tienen que unir y ese no es el modelo correcto”, afirmó Moreno, quien instó a Hacienda a “liderar” el debate.

“No se trata de quitar a unos para darle a otros. No queremos trato de favor, sino justicia”, dijo López Miras. El dirigente murciano se ha sumado a la petición de Puig y Moreno para que el Ministerio de Hacienda cree un fondo transitorio para las comunidades más perjudicadas, que reclaman una financiación ajustada a su población para afrontar los servicios públicos.

El presidente andaluz defendió la urgencia en modificar el modelo de financiación vigente, aunque es consciente de que “abrir este melón es complejo y difícil, pero hay que abrirlo”. Moreno quiere que otros dirigentes autonómicos se unan al coro de voces que reclaman la reforma de la financiación, por lo que prepara entrevistas con el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page; el gallego, Alberto Núñez Feijóo; y la madrileña Isabel Díaz Ayuso.

 Las posiciones son muy diferentes, porque para unos territorios lo prioritario es recibir una financiación en función de su población; mientras para otras lo es atender el coste de los servicios por la despoblación. “Queremos un modelo estable y justo, pero mientras un fondo transitorio”, que el andaluz cuantifica en 1.700 millones.

Todos los partidos políticos están de acuerdo en la necesidad de establecer un nuevo pacto de financiación autonómica. Desde 2014 no se han modificado mientras han existido grandes cambios económicos y sociales con una pandemia enmedio y actualmente existen graves dificultades de algunas CCAA para llevar poder a cabo sus competencias básicas de sanidad, educación o servicios sociales. Estas diferencias crean graves enfrentamientos entre regiones, independientemente del partido político que las gobierne, mientras quien tendría que actuar de árbitro en estas cuestiones, se hace el distraído y utiliza estos fondos simplemente como armas electorales.