No hay trabajo
Es la excusa que mucha gente usa: «No es que no quiera
trabajar, es que no hay trabajo». Luego les preguntas cómo han buscado trabajo
y te dicen que han mandado algunos currículos y que no han obtenido respuesta;
o que de lo suyo no encuentran nada. Buscar trabajo es otra cosa.
Buscar trabajo significa patearse la ciudad, escrutar internet
hasta la última página, llamar cada día y, si conviene, perseguir hasta el
asedio a quien esté en disposición de contratarte. Buscar trabajo es aceptar
cualquier oferta, y en cualquier lugar aunque tengas dos carreras y te creas
llamado a asuntos de mucha más importancia. Buscar trabajo de verdad es, en
definitiva, encontrarlo. Y en España continúa habiendo más trabajo que ganas de
trabajar. Pero es que, además, responde a una mentalidad pequeña y extraviada
pensar que la única opción es buscar trabajo. Los países se vuelven
interesantes y prósperos en la medida en que sus ciudadanos son capaces de
emprender y de crear ellos mismos, con su talento y su empeño, sus empresas con
sus puestos de trabajo.
Mi abuela no buscó trabajo. Creó su empresa gastronómica.
Eso sí, durante los primeros años no tenía para pagar el alquiler de la tienda
y además el de una vivienda, de modo que dormía en la cocina, con mi abuelo y
con mi madre. Ni festivos ni fines de semana: sólo cerraba, por respeto a su
padre, en Viernes Santo. Hoy, muchos jóvenes rechazan nuestra oferta de trabajo
porque implica trabajar los sábados enteros y los domingos hasta las 14.00
horas, y tener su día de fiesta entre semana. Cada época es distinta y todas
tienen sus oportunidades y sus dificultades. Tal vez no se puedan comparar los
años 60 con este 2012 inhóspito y desahuciado, pero sí se puede comparar a una
señora a la que no le importó dormir en una cocina hasta que pudo encauzar su
negocio con unos chicos que creen que buscar trabajo es mandar currículos, que
no aceptan un empleo porque hay que trabajar los fines de semana y que ni les
ha pasado por la cabeza intentar crear su propia empresa.
Estamos tan acostumbrados al recurso fácil de la queja y
vivimos en un entorno tan autocomplaciente, y tan propicio a la justificación y
a la excusa, que nos hemos olvidado de la conveniente introspección y de la
imprescindible autocrítica. Falta sentido del honor, falta hombría en su
acepción más contundente y profunda, falta tensión y personas dispuestas a
levantarse contra la adversidad para tomar las riendas de sus vidas.
Sobran culpables, imaginarios o reales, teorías de la
conspiración y retórica victimista. Falta musculatura espiritual, faltan
héroes. Faltan personas que se tomen en serio su tiempo y que decidan vivirlo
de un modo intenso y emocionante, haciendo de cada jardín el jardín del Edén y
de cada amor el amor de su vida. Sobra cinismo y falta gratitud. El cinismo
contradice la gesta y la gratitud nos recuerda lo mucho que hemos recibido de
los que se esforzaron y murieron por ser libres y traernos hasta aquí. Les
debemos no malograr su hazaña y ser capaces de concretar, como ellos, tantos
sueños y esperanzas. Tenemos que amanecer con luz verde, con trenes
desesperados -Neruda lo dijo- y tocar ese fin del mundo que siempre viajó con
nosotros. Tenemos que volver a recitar la lección desde el principio, volver a
dormir en la cocina y volver a definir los límites de nuestra humanidad
adocenada y corrompida. Araremos la Tierra y sembraremos prodigios.
Convertiremos el viejo dolor en amor y lo legaremos solemnemente a la Historia.
Salvador Sostres
María Elena Oliván Comas
ResponderEliminary a este paso...lo dudo que lo vaya a haber....que pena de país..
Rompe_y_RaSGAE
ResponderEliminarLos tiempos cambian. En la época de su abuela trabajaban como mulas y dormían en la cocina. Hoy prefieren lanzar piedras contra los escaparates y exigir un subsidio.
El Duende
ResponderEliminarLo de los CV es patético, recibo habitualmente solicitudes de empleo de personas que se suponen formadas, ingenieros e ingenieros técnicos, tambien para puestos administrativos, y es lamentable como se dirigen a una empresa. Desde el tuteo, el hola, hasta no saber redactar. De cada 10 solo se salva uno.
¿Y las fotografías que acompañan a los CV?, algunas parecen sacadas despues de llevar días de acampada lejos de la civilización.
Otras veces te los envian en formato docx, con lo que muchos destinatarios no podrán ni abrirlos. Se supone que en el INEM, enseñan a redactarlos.
Juana Garcia Martinez
ResponderEliminares real y cierto
Jose Lopez Alsina
ResponderEliminarEn la recogida de la fruta hay trabajo pero no hay trabajadores españoles en paro que se apunten. En Lérida han tenido que acudir a los trabajadores de otros paises para poderla recogerla.
Alfonso Redondo
ResponderEliminareso diselo a los medios de comunicacion que junto al estado esta llevando a españa a la mas repelente mierda