Cataluña - Empieza la diáspora empresarial de pequeñas y medianas empresas

500 pymes están listas para huir de Cataluña arrastradas por CaixaBank, Gas Natural, Freixenet...

Han detectado un descenso en los pedidos. La Hacienda catalana les ha advertido de que antes del 20 de octubre deben empezar a pagarle el IVA y el Impuesto de Sociedades

La pequeña y mediana empresa catalana se encuentra “inquieta” ante la huida de grandes compañías que se está registrando en Cataluña. Como consecuencia de esas salidas, entre las que destacan las de CaixaBank, Gas Natural o Freixenet, algunos de sus proveedores se preparan también para trasladar su sede a otra comunidad.

Fuentes empresariales de alto nivel, la incertidumbre se ha apoderado de los máximos responsables de estas pymes. Arrojan un primer dato alarmante: han comenzado a registrar una caída en los pedidos en los últimos quince días, lo que les ha llevado a empezar a cuantificar los daños.

Por ello, están buscando con urgencia en las patronales sectoriales y en sus asesores externos alguna explicación a qué puede pasar y qué consecuencias tendría una decisión política unilateral respecto al futuro económico de Cataluña.

Observan con “honda preocupación” cómo las entidades financieras y más de una decena de destacadas corporaciones (CaixaBank, Sabadell, Gas Natural, Abertis...) han decidido trasladar su domicilio social fuera de la comunidad.

500 pymes están listas para abandonar Cataluña

Pero la situación va camino de agravarse en los próximos días, ante la posibilidad de que el Parlament apruebe este martes una declaración unilateral de independencia.

Según ha podido confirmar El Confidencial Digital por fuentes conocedoras de los movimientos, alrededor de 500 pequeñas y grandes empresas con sede en Cataluña tienen prácticamente listos planes de contingencia para un cambio de su domicilio social, seguido después del traslado de sus centros de producción a otras regiones.

Las compañías han optado por diferentes fórmulas de deslocalización de sus negocios. El objetivo más importante, aseguran, es tratar de quedarse “desconectadas” el menor tiempo posible, tanto del mercado español como del comunitario, si la independencia se hiciese efectiva.

Han recibido pagos de la Hacienda catalana

El intento de la Generalitat de imponer una legalidad distinta de la del Estado ha supuesto una “línea roja”para estas pequeñas y medianas empresas.

La consejería de Economía y Hacienda del Govern lanzó hace meses un programa para que 145 empresas con participación mayoritaria de la Generalitat paguen sus impuestos estatales a la Agencia Tributaria Catalana (ATC).

En concreto, se trata del Impuesto de Sociedades, IVA y retenciones del IRPF. La Hacienda catalana recibiría así los formularios y datos correspondientes de las empresas, ingresaría la recaudación, y se lo trasladaría a su vez a la Agencia Tributaria Estatal.

Desde la semana pasada, fuentes empresariales en Cataluña confirman a ECD que la Generalitat ha comenzado a solicitar esto mismo a compañías privadas y autónomos.

La advertencia ha desatado la indignación empresarial. “No vamos a aceptar pagar el Impuesto de Sociedades a la Agencia Tributaria Catalana porque es un intento de cobrar impuestos al margen de la Hacienda estatal. Por ahí, sí que no vamos a pasar”, explica un alto ejecutivo de una importante empresa familiar en Cataluña.

En ese proceso, reconocen, temen que la Generalitat empiece a disponer del control absoluto de la información de sus empresas. No pasan por alto tampoco la inminencia de la próxima campaña de presentación de modelos de IVA y Sociedades a la Agencia Tributaria, que finaliza el 20 de octubre.

Notarios de guardia durante el fin de semana

La circular de la Agencia Tributaria catalana ha acelerado estos planes de contingencia para salir de la región. Según fuentes conocedoras de la situación, las consultas de estas compañías a notarios y despachos de abogados especializados en el mundo de los negocios han sido “constantes”, incluso durante todo el pasado fin de semana.

Las pequeñas y medianas empresas han acudido inquietas a sus asesores porque se enfrentan –dicen- a un “escenario incierto”: salida de la zona euro, problemas de aduanas, doble legalidad a la hora de pagar impuestos, boicot del resto de España...

Se han precipitado las reuniones de dirección con los máximos responsables de los departamentos de Recursos Humanos para tener perfilada una operación de traslado de sus centros de producción.

En este sentido, los mayores problemas que encuentran las pymes vienen planteados por los límites que establece el Estatuto de los Trabajadores sobre la movilidad geográfica de las plantillas.