Paraisos fiscales y Torquemadas de pacotilla


 Ahora La Sexta y El País y un ejercito de Torquemadas han dado a conocer una larga lista de presuntos defraudadores con un dinero ganado legalmente en distintos países pagan sus impuestos donde han generado con su trabajo o actuaciones y mezclan indiscriminadamente conductas legales con estrategias tributarias alegales y comportamientos directamente ilegales. 

Ninguno de los periodistas parece reflexionar mucho sobre la legalidad del proceso, sobre cómo se adquirieron los papeles, sobre si está bien publicar esta información en relación con las leyes de protección de datos o los derechos individuales que protegen el honor y la intimidad… Al revés, se opera desde el principio de que "el fin justifica y los medios".

En los artículos sobre este tema se difunden nombres de personas que actualmente o en el pasado han articulado parte de su fortuna mediante el uso de sociedades radicadas en países de fiscalidad más baja. Se habla de ellas como "empresas fantasma", se insinúa que se han utilizado para ocultar activos de forma ilegal… pero a menudo no hay ninguna acusación concreta, solo se habla de la supuesta "opacidad" propia de estas operaciones, sin importar que sean legales. No tendrían que andar tan lejos, y podrían investigar los comportamientos de algunos de su mas preclaros accionistas.  En realidad se trata de extender la mancha de aceite.

Esta misma semana se ha decretado una nueva cacería que, como suele ser habitual, está capitaneada por los periódicos, radios y televisiones que nos dan día sí y día también lecciones morales y periodísticas que jamás se nos habría ocurrido pedirles. Gente, por no decir gentuza, que se cree imbuida de la sagrada misión de hacer el trabajo sucio al poder, de ponernos a todos bajo los pies de los políticos. Tipejos que presumen de estar muy concienciados, pero que en realidad siempre trabajan para hacernos a todos más pobres y menos libres, mientras ellos se enriquecen a la sombra del dinero público y los privilegios.

Que Hacienda y sus esbirros se comporten como piratas a la hora de saquearnos tanto como les permitan las leyes y un poquito más tiene cierta lógica: no sólo su modelo de negocio se basa en ello, sino que además hay organizado todo un sistema de bonos y beneficios para los perros de presa de la Agencia Tributaria y, sobre todo, una garantía de impunidad absoluta que no sólo permite sino que alienta llevar a cabo cualquier disparate que sirva para aumentar la recaudación. Lo que ya no es tan fácil de entender, al menos a priori, son las mesnadas de inquisidores de baratillo, cada vez que tienen una oportunidad se lanzan al cuello del prójimo como la turba que perseguía a las brujas en Salem.

Estos reporteros se pierden a menudo en una avalancha de términos acusatorios que pretenden, de alguna forma, asociar estas situaciones con el "dinero sucio". Cultivan, en todo momento, la insinuación de que cualquier empresa "offshore" o "pantalla" es necesariamente ilegal. Y al hacer este tipo de comentarios, políticos, deportistas, empresarios… terminan bajo una sospecha generalizada. Al final, muchos de sus lectores ya creen que la mayoría de los "ricos" y los "superricos" son detestables, de modo que estas filtraciones solo confirmarían opiniones preconcebidas que se cultivan a diario en esas mismas páginas.

Da lo mismo que para iniciar la cacería haya que saltarse las más básicas normas de la decencia y también alguna que otra ley, que ahora resulta que es peor guardar el currículum de un becario que publicar a toda página una declaración de hacienda; da lo mismo que los perseguidos hayan hecho o no algo ilegal; da lo mismo, por supuesto, que lo que cualquier ciudadano normal desea es pagar los menos impuestos posibles siempre dentro de la legalidad, sobre todo cuando vemos cómo se (mal)gasta nuestro dinero.

Que Jordi Pujol y su familia han sido culpables de depredar (robar) durante decenas de años a miles de millones a las empresas españolas   a la Hacienda Publica Española y por ende a los ciudadanos de Cataluña y de tratar de esconder su botín (defraudar) en los numerosos paraísos fiscales existentes es algo sobradamente demostrado. Algo que Hacienda y la justicia aún siguen intentando dilucidar, negociando con la libertad de estos delincuentes.

Además, para la comunidad internacional eliminar los "paraisos fiscales" seria fácil si sus gobernantes tomaran acuerdos encaminados a ello, pero están mucho mas dispuestos a competir entre ellos, dejando abiertas estas rendijas por si acaso vienen mal dadas.

Comentarios

  1. Carmen Scott Gomez
    Pues ya saben los afectados... denuncien y si llevan razón...

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