El Gobierno ha duplicado las subvenciones a CCOO y UGT hasta cifras millonarias

Pedro Sánchez, Pepe Álvarez (UGT) y Unai Sordo (CC.OO)

Lluvia de millones para los sindicatos. El Gobierno ha aprobado este martes, en Consejo de Ministros, 17 millones de euros en subvenciones a CCOO y UGT Se trata de una cifra un 23% superior a los 13,8 millones que estos aliados del Ejecutivo obtuvieron el año pasado, en plena pandemia y cuando nuestro país atravesaba la peor crisis económica. El año 2021 ya  supuso disparar un 56% las subvenciones que se le otorgaron a CCOO o UGT un año antes: 8.878.123,74 euros.

Con el número de parados disparados, con los ERTE que no se pagaban a tiempo o con las colas del hambre copando los telediarios sorprendía el bajo perfil que habían mantenido los sindicatos con el Gobierno... hasta que se conoció el regalo. Ahora, los que dicen representar a los trabajadores vuelven a ser premiados con el dinero de todos los contribuyentes.

Los principales sindicatos de España han pedido esta semana al Gobierno que no baje los impuestos. Han lamentado también que los precios de la gasolina y la luz estén disparados, pero para ello han pedido a Pedro Sánchez que otorgue ayudas y subvenciones a las familias para que lleguen a fin de mes.

A ello se le suma la petición de que el Estado intervenga en el mercado y regule los precios. Pero nada de recortar el 50% del precio de los carburantes. Esa mitad que corresponde únicamente a impuestos, no se debe tocar para UGT y Comisiones Obreras (CC.OO).

El Gobierno han perdido el control de la calle y UGT y CCOO ya no le sirven para canalizar las protestas. El paro de los transportistas de esta semana ha pillado de sorpresa al Gobierno y a los agentes sociales. Las grandes federaciones del transporte casi se mofaban de la convocatoria de huelga indefinida al inicio de la semana, pero a medida que pasaban los días y los paros se intensificaban, la preocupación se fue disparando.

Hasta el punto de que el jueves ya exigían al Gobierno soluciones para evitar el bloqueo de las carreteras. Aunque estas federaciones se han opuesto a las movilizaciones, empiezan a asumir que muchos de sus afiliados están secundando los paros en señal de protesta ante la escalada de los precios de los carburantes. 

De esta forma, la huelga no solo ha surgido al margen de los sindicatos y patronales institucionales que copan las mesas de diálogo con las Administraciones Públicas, es que además han perdido la capacidad para desactivar las movilizaciones sociales.