Obstáculos a Pablo Casado dentro del PP

Soraya este jueves al llegar a su nuevo escaño.

Pablo Casado reunió por primera vez al Grupo Popular en el Congreso de los Diputados, y la exvicepresidenta optó por no acudir y Soraya Sáenz de Santamaría dejó de nuevo su silla vacía.  "Se está sugiriendo que deja la política", soltó un destacado parlamentario a la entrada del encuentro. La expectación sobre su llegada era máxima tras más de un mes sin una sola aparición pública.

Tampoco había acudido a la Diputación Permanente del Congreso el 27 de agosto, donde tiene una plaza y pese a que acudieron todos los exministros de su Ejecutivo. Sobre la reunión del grupo parlamentario de esta mañana, el entorno de Sáenz de Santamaría asegura que conoció la hora de la convocatoria muy tarde y comentó con la actual portavoz, Dolors Montserrat, que no acudiría.

Su reaparición era lo más esperado este jueves en la Cámara Baja. Soraya Saénz de Santamaría llegó al Congreso pasadas las dos de la tarde escoltada por sus máximos fieles, Fátima Báñez y José Luis Ayllón, para acudir a la votación del primer pleno del curso político y sin haber estado en la reunión del grupo parlamentario convocada por Pablo Casado. Santamaría llegó al Congreso con Casado todavía en el hemiciclo, pero no se dejó ver por los pasillos de la Cámara hasta que el líder de la oposición se marchó rumbo a Viena, done participa en una reunión del PP europeo.

Tampoco despejó las incógnitas sobre su futuro. Hay rumores de su fichaje por el Santander. La exvicepresidenta aseguró en el patio del Congreso que hablará con Casado próximamente: "Voy a hablar con Pablo, solo digo que voy a hablar con él. Me gusta hacer las cosas a mi manera", zanjó la otrora número dos del Ejecutivo de Rajoy.

Según fuentes del PP, Casado y Santamaría no han hablado durante todo el verano. La exvicepresidenta sabe "que tiene reservado un lugar en el comité ejecutivo y en el grupo parlamentario", y aseguraba que tendría el papel que ella desee tener.Si bien, en charla informal con periodistas en la Cámara, la diputada explicó que quiere tener una "conversación tranquila" con el presidente, y que luego desvelará sus intenciones. Casado reiteró que tiene hueco en el Comité Ejecutivo y que podría presidir una comisión, aunque en la dirección nacional se instaló la percepción de que "tal vez se vaya".

Junto a la invitación de Ana Pastor a Torra sin haber consultado con el presidente de su partido para que acuda al Congreso de los Diputados para explicar su proyecto independentista sin condiciones previas, cuando el Congreso no está para que racistas y xenófobos vayan a exponer ufanos sus proyectos totalitarios, sino para combatirlos frontalmente..

 

Pablo Casado no ha querido hacer tampoco un casus belli del asunto, pero la sorprendente invitación que la presidenta del Parlamento, su correligionaria Ana Pastor, ha cursado al golpista Quim Torra, previa consulta con Pedro Sánchez y, al parecer, a espaldas del propio Casado, es un movimiento político difícil de entender desde la buena fe,  puede asegurarse sin ninguna duda que dentro del Partido Popular existe un grupo de militantes dispuestos a moverle la silla y hasta que Casado no tome medidas para su expulsión, no podrá ejercer sin cortapisas su proyecto de oposición al Gobierno de Pedro Sánchez.