Romy Arce, vuelve a las andadas

La concejal de Podemos en el Ayuntamiento de Madrid, Rommy Arce vuelve a provocar un nuevo fuego en el equipo de Gobierno de Manuela Carmena. Lejos de apaciguar los ánimos dentro de Ahora Madrid, con críticas internas debido a su inacción política y constantes salidas de tono, la edil anticapitalista cedió ayer un espacio municipal para la celebración de un acto en favor de la revolución sandinista de Nicaragua. Convocado en el centro cultural de Arganzuela -uno de los dos distritos que preside-, el coloquio contó con la presencia de una treintena de simpatizantes y los embajadores del «país anfitrión», Venezuela, Cuba y El Salvador.

La senadora de Izquierda Unida Vanessa Angustia fue la única representante política española entre los ponentes de la mesa. Flanqueados por la bandera de Nicaragua y el Frente Sandinista, el evento arrancó con la visualización de dos vídeos enviados desde el otro lado del charco. En el primero se pudo escuchar el mensaje de Carlos Fonseca, hijo de un líder histórico del partido gubernamental, quien cerró su discurso con un sintomático mensaje: «Patria libre o morir».

Bajo el lema «Amor por la revolución. Paz para Nicaragua», la Plataforma de Solidaridad con Nicaragua y el Frente Sandinista aprovechó la ocasión para lanzar un alegato a favor del dictador Daniel Ortega y contra el «imperialismo yanqui» y la supuesta «gran operación de manipulación» que, a su juicio, está orquestando la «derecha golpista». Y todo ello, en medio de un tenso clima generado por la presencia de un grupo de radicales que, en actitud intimidatoria, se encargaron de «vigilar» cualquier movimiento «anómalo».

En ese sentido, cabe recordar que más de 350 personas decenas de nicaraguenses han sido asesinados por la policia y los peramilitares desde que, tan solo tres meses atrás, se iniciaran las protestas en contra del régimen sandinista de Daniel Ortega. La brutal represión de las mismas ha dejado, además, 1.800 heridos y la aprobación, por parte de la Organización de Estados Americanos (OEA), de una reciente resolución para condenar la violencia y pedir al Gobierno que acepte adelantar a 2019 las elecciones fijadas para 2021. Este organismo condenó el pasado miércoles las numerosas violaciones de derechos humanos cometidas por policías y civiles armados progubernamentales.

La edil, imputada por injuriar a la Policía durante los disturbios del barrio de Lavapiés, no es la primera vez que realiza una cesión polémica de un local municipal. Ya lo hizo para que se desarrollara un acto en favor del referéndum ilegal en Cataluña,que finalmente la justicia prohibió. Arce, que pertenece a la corriente anticapitalista de Podemos, es una peruana afincada en Madrid quien, antes de entrar de manera activa en la política, fue bibliotecaria en la Universidad Complutense, militante de CCOO y formó parte la "Plataforma de Apoyo a Alfon" cuando se presentó a las primarias de la candidatura ciudadana que consiguió hacerse con la alcaldía de Madrid.

Por estos hechos Manuela Carmena no la destituyó. Se lo pidió el pleno del Ayuntamiento de Madrid – la proposición salió adelante con los votos de todos los partidos de la oposición-, pero la alcaldesa hizo caso omiso de este mandato plenario. De la misma manera que lo ha hecho con otras reprobaciones a concejales de su gobierno. En los plenos de distrito hace prevalecer su ideología radical e ignora a la oposición. 

Los problemas con Arce vienen arrastrándose desde hace tiempo y han ocasionado no pocos quebraderos de cabeza a la alcaldesa. Ha roto el voto de Ahora Madrid en el Pleno municipal en diversas ocasiones, la primera en noviembre de 2015, cuando se opuso al proyecto de los cooperativistas de Raimundo Fernández Villaverde. También es muy crítica con la Operación Chamartín que pretende llevar a cabo el gobierno. Asimismo se ha mostrado contraria a condenar los encarcelamientos políticos de Venezuela y muy activa con la cuestión de Cataluña.