El plantón de Puigdemont

El miedo a que un viaje a Francia para estar presente en la sesión de apertura llevara a España a reactivar la euroorden ha hecho que ni el ex president Carles Puigdemont ni Toni Comín hayan estado presentes en el acto de apertura de la XI legislatura del Parlamento europeo. Se ha quedado en Alemania, en Kehl, a 5 minutos en coche de la frontera, de los 6.000 separatistas que habían viajado para apoyarlo desde Cataluña.

Su abogado, Gonzalo Boye, ha confirmado que el ex president no estaría presente hoy "por motivos de seguridad", para evitar ser detenido eventualmente por la policía francesa y posteriormente ser extraditado a España. La policía española -dice Boye- "está por todas partes." El propio Tajani recordó a Carles Puigdemont la semana pasada, vía carta que no aparecía en la lista remitida por la Junta Electoral Central y que por lo tanto, no pueden ser considerados miembros electos de la Eurocámara.

"No es ninguna decepción que no venga, no queremos que salga de aquí detenido. Yo ya he dejado de creer en la democracia", lamentaba Antonia, una independentista que ha llegado de Tordera a "reclamar justicia".

La paranoia de los líderes del independentismo no ha conseguido desanimar a la parroquía de soberanistas desocupados que, a 500 por cabeza, que habían recorrido miles de kilómetros en autobús, coche, tren o avión para estar este martes en la ciudad sede del Parlamento Europeo y ante la perspectiva de un nuevo viaje combinado de turismo patriótico por Europa.