Cumbre de urgencia del independentismo en Ginebra, para recuperar el frente común

Puigdemont, en una imagen de archivo (Natàlia Segura / ACN)

El independentismo ha celebrado este fin de semana una cumbre al máximo nivel en la ciudad suiza de Ginebra, donde se encuentran Anna Gabriel (CUP) y Marta Rovira (ERC), en plena crisis por el pacto del viernes de JxCat con el PSC para la Diputación de Barcelona. Ha contado con la presencia del expresidente catalán y líder de JxCat, Carles Puigdemont, así como de representantes de los otros dos partidos independentistas, ERC y CUP, y de las entidades ANC y Òmnium.

Ante las inminentes y duras condenas del Tribunal Supremo y cuando los jueces de Estrasburgo y Luxemburgo han dictado resoluciones contra sus pretensiones, el 'expresident' catalán, Carles Puigdemont trata de hacerse con las riendas del independentismo y que sea él quien lidere la hoja de ruta tras las últimas desavenencias en el seno secesionista. Al encuentro también ha estado invitado el propio Quim Torra. El objetivo fijado por Puigdemont es el de corregir el rumbo de divisiones que había tomado en las últimas fechas el secesionismo, así como limar asperezas y tratar de tomar un mismo camino. La reunión ya estaba prevista, pero los últimos acontecimientos redimensionan la trascendencia de la misma. 

Las fuentes subrayan que el encuentro no ha sido convocado por el expresident sino por por las entidades soberanistas y que ya estaba previsto dentro del conjunto de reuniones para preparar una respuesta a la sentencia del juicio del procés y para establecer nuevas estrategias. Por lo tanto, desvinculan el encuentro de la crisis abierta por el pacto de la Diputación.

En todo caso, el acuerdo entre JxCat y PSC ha abierto una nueva crisis entre las dos principales formaciones independentistas. El presidente del PDeCAT, David Bonvehí, ha asegurado este sábado que el acuerdo para gobernar la Diputación no afectará al Govern de la Generalitat, pero el actual vicepresidente de la Diputación, Dionís Guiteras, de ERC, ha advertido de que “las cosas no serán iguales”.

Puigdemont, que parece que tiene intención de erigirse como líder del independentismo en su conjunto, trata de hacerse de nuevo con el timón. El movimiento llega tras un intercambio de golpes entre las dos grandes formaciones, sobre todo después de que este viernes JxCAT pactara con el PSC gobernar juntos la Diputación de Barcelona, dando la presidencia de la misma a los socialistas. Con este acuerdo, ERC quedaba desbancada de sus opciones de hacerse con el Ejecutivo provincial. JxCAT, el espacio heredero de CDC, no tenía ninguna posibilidad de retener la presidencia porque obtuvo solo siete representantes, que les hacían determinantes para decantar la mayoría.

El actual 'president' se encuentra en plena campaña para tejer un frente 'antisentencia' que sirva de acicate a los independentistas para tomar de nuevo las calles. Este intento de movilizar y aglutinar al secesionismo se topa con las diferencias estratégicas entre las distintas vertientes: unos apoyan retomar o reeditar la declaración unilateral de independencia y otros la rechazan.

El acercamiento entre ERC y los 'comuns' se da a pocos meses de las elecciones catalanas, que previsiblemente se adelantarán a otoño, y que aumenta la brecha dentro del independentismo. Y el distanciamiento entre las formaciones 'indepes', especialmente ERC y JxCAT, podría afectar a la estabilidad del Gobierno de Torra cuya duración es una incógnita.