Un elefante rabioso encerrado en un todo a 1€

Esta semana se recordará por los movimientos del gobierno socialista de Pedro Sánchez para socavar los pilares del estado. Los perjudicados del ansia destructiva de esta izquierda desatada, son la banca, la judicatura, la comunidad educativa o la iglesia. Arovechando el descontrol del Tribunal Supremo sobre las hipotecas han decidido lanzarseal ataque. Al parecer han llegado a la conclusión que se puede engañar con total impunidad a la ciudadania.

Lo de las hipotecas es una victoria ideológica contra la justicia y la banca que no ha dejado satisfechos ni siquiera a los radicales de Podemos que ya convocan manifestaciones y que promete convertirse en un futuro nido de conflictos con la consiguiente desconfianza de los ciudadanos. 

Los únicos ganadores van a ser las comunidades autónomas que recibirán el importe íntegro del impuesto, sin ninguna las deducciones que se aplicaban por familia numerosa o jovenes etc,, y de rebote van a aumentar sus ingresos en 800 millones  a los 1.200 que ya estaban recibiendo por el impuesto.

La octava ley de Educación

Saltándose los plazos que el Ministerio de Educación había fijado para recibir las aportaciones del sector, que finalizaban hoy, y sin buscar el consenso ni el diálogo, la ministra Isabel Celaá ha dado la espalda al Pacto Por la Educación y se ha lanzado a una vía unilateral para cambiar las reglas del sistema educativo. Por supuesto vuelven a cargar contra la enseñanza de la Religión.

Lo mas grave entre el rosario de medidas que no son mas que una vuelta atrás hacia la LODE causante de tantos problemas y la entrega sin condiciones a las comunidades bilingues de la posibilidad legislar sobre la enseñanza en el idioma que decida el gobierno regional de turno. 

Desde Cataluña, como era de prever, las cosas se ven de otra manera. A los independentistas les satisface la propuesta que prepara el Gobierno de Sánchez. «Es buena a grandes rasgos», valoró ayer el consejero de Enseñanza, Josep Bargalló. Quiso dejar claro, eso sí, que hubiera preferido «derogar la Lomce que modificarla», aunque considera que con las modificaciones que están sobre la mesa «en la práctica es una derogación sin serlo».

Lo que Cataluña aplaude es la intención de los socialistas de eliminar la regulación estatal del uso de la lengua cooficial. Pero el mayor problema va a surgir en la Comunidad Valenciana o Navarra ahora mismo con unos gobiernos empeñados en imponer las lenguas catalana o vasca sin ninguna clase de apego en estos territorios.

Las críticas de la comunidad educativa han sido muy duras. «Ataque frontal a la concertada», «inconstitucionalidad» de la propuesta de trasladar a las autonomías las competencias en lenguas cooficiales, «atrocidad y vulneración flagrante de las libertades educativas», «ausencia de memoria económica», «documento inasumible» e «impone una educación única y eso no se puede hacer en un Estado democrático», son algunos de los aspectos más cuestionados de este proyecto.