ETA no tolera a quien pida perdón

Idoia López Riaño, «La Tigresa», uno de los miembros más sanguinarios de la banda terrorista ETA que fue condenada a miles de años de cárcel por matar a 23 personas la ha expulsado sus filas junto a su novio, el también preso Joseba Arizmendi Oiartzabal, de 39 años por haber firmado un  documento en el que, entre otras cosas, pedía perdón a sus víctimas.

Está claro que ETA con medio siglo de terror no tolera disidentes aunque haya anunciado el «cese definitivo» de su actividad. La organización ha hecho oficial la doble expulsión a través del cauce habitual, la exclusión de sus nombres de los listados del EPPK, el autodenominado «colectivo de presos políticos vascos».

«La Tigresa», de 47 años, que en verano de 2010 que le quedan bastantes años de prisión ya fue acercada desde Granada a Pontevedra, y desde allí, a la cárcel alavesa de Nanclares de Oca tras renegar de la organización terrorista, López y Arizmendi fueron acercados juntos al País Vasco el año pasado. Ese fue el único beneficio penitenciario que obtuvo la pareja, después de que renegaran por escrito de la violencia, pidieran perdón a sus víctimas, prometieran colaborar con la justicia y hacer frente, dentro de sus posibilidades, a las indemnizaciones por sus atentados. Se trata de los cuatro puntos de la carta de arrepentimiento que el Ministerio del Interior obliga a suscribir a los presos díscolos de ETA, como paso previo a su introducción en los programas de reinserción que abren la puerta al régimen de semilibertad.

Entonces… ¿ETA esta disuelta? No ¿Están arrepentidos? Tampoco. ¿Han entregado las armas? Ni mucho menos ¿Quieren indemnizar a las víctimas? Tampoco. Lo que querían los etarras prácticamente ya lo han conseguido y sin ningún esfuerzo por su parte, gracias a un incompetente que hemos tenido al frente del Gobierno de la Nación, más unos jueces vendidos de un Tribunal Constitucional, que les han abierto de par en par las puertas de un centenar de ayuntamientos, la Diputación de San Sebastián y ahora el Congreso de los Diputados a una banda terrorista. Gracias José Luis Rodríguez Zapatero y Alfredo Pérez Rubalcaba, este país no os podrá olvidar.