Aforrados
Un aforrado es un sujeto que al socaire de la política se ha llenado el zurrón, el morral, el talego, la alforja, vamos que se ha llevado hasta las gomitas de los billetes y que, merced a su condición de representante de todos los españoles, sólo puede ser juzgado por los órganos jurisdiccionales cuyos miembros son designados por sus compañeros de profesión. Toda una hazaña como se puede comprobar. Son muchas las tareas que tiene que afrontar el PP en los próximos días, aunque sería mucho mejor que las abordase en las próximas horas. Junto a las reformas económicas, del mercado laboral, decidir si vamos a volver a tener una política exterior digna de tal nombre, y muchas otras cuestiones de vital importancia, no puedo dejar de preocuparme por el colectivo de aforrados.
Hemos visto a José Blanco el aforrado socialista diciendo que se retira de la primera línea de la política y dimite de ser el número 2 del gobierno y del PSOE y todos hemos pensado todos que se marchaba a su casa después de las denuncias sobre corrupción que pesan sobre su cabeza y sobre todo por la estrepitosa derrota de su partido en la últimas elecciones y asi dejar a la justicia trabajara sin trabas ni coacciones. No es así. Ha decido mantener su escaño en el Congreso para que le sirva de parapeto ante las investigaciones judiciales y retrasar lo mas posible los trámites y que tengan que ser los jueces del Supremo quienes finalmente le tengan que juzgar.
Me gustaría que Rajoy y aquellos con quienes forme gobierno, no vacilen en poner en manos de la justicia cuantas tropelías susceptibles de hacerlo conozcan. Mucha información guardan los archivos de Interior sobre lo que no sabemos del 11-M, y a muchos ciudadanos nos sigue preocupando. No albergo duda alguna acerca de que en los anaqueles más recónditos del Ministerio, otrora de Rubalcaba, se hallan cintas y documentos que nos ayudarían a atar los cabos del caso Faisán o del 11-M. Pero no sólo hay que mirar a las canalladas perpetradas por los socialistas durante los últimos ocho años, siguen quedando informaciones pendientes de períodos más pretéritos.
Espero que los Zapatero, Rubalcaba, Chaves, Griñán, Blanco y demás individuos que han pasado por la política para ser la causa de su descrédito, terminen en un banquillo de acusados ante un Tribunal de verdad. Acabar con la impunidad de los aforrados es una tarea necesaria en el urgente desempeño de revitalizar nuestra democracia. La economía es muy importante, pero lo es más recuperar el prestigio y la credibilidad de nuestras instituciones democráticas.
Raúl Jover Criado
ResponderEliminarMuy sencillo: Demanda ante el Tribunal Supremo por crímenes de lesa humanidad, elevación de la misma ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo y como paso final ante el Tribunal Penal Internacional de la Haya.
Raúl Jover Criado
ResponderEliminarÉste no es paneuropeo. Es un H.P.Al igual que el de abajo.
Belén López
ResponderEliminarNo sé por qué tienen tantos beneficios los políticos, cuando deberían tener por su estatus, más responsabilidad sobre lo que hacen
Belén López
ResponderEliminarEs muy difícil arreglar este desaguisado que ha dejado en herencia el Psoe, aunque no imposible, yo empezaría, o bien sería una de las primeras cosas que haría, sería frenar toda esa serie de subvenciones que han concedido después de las el...ecciones, cambiar el sistema de votaciones y llevar a todos estos sinvergüenzas ante los juzgados, no se puede permitir que el Sr. D. Pepiño, se vuelva a colar de diputado por Lugo, a fin de aforarse y así escapar de ser perseguido por la Ley, ya que si hace eso, es que algo esconde. ¡¡¡a por ellos, que son pocos y cobardes!!!!
Gelemen
ResponderEliminar¿Pero qué demonios de "aforamiento"?
El que es un presunto delincuente, o se le supone, que sea juzgado como cualquier ciudadano. Ya está bien de privilegios. ¿No es esto una democracia? ¿No somos todos iguales ante la ley?
¿Donde está la "igualdad"? ¿Es sólo para los "hermanos" de secta?
Google
ResponderEliminarEs una maldición que tengamos semejante gentuza dirigiendo los destinos de un pais. Rajoy debería crear una ley orgánica que obligase a cualquier pollo que aspire a ser presidente del gobierno o ministro a haber trabajado alguna vez en su vida en el sector público en algún cargo de responsabilidad. Fuera de eso, no me vale n isiquiera que sea administrador de la propiedad, ni abogado, ni leches. El currículum de Pepiño es una verguenza para la política , para los españoles que aún tenemos dignidad y para los que esperamos ver algún dia dirigentes preparados de verdad para afrontar una tarea de responsabilidad pública. Son puestos de vital importancia que no pueden ser ocupados por monos de feria como el gallego gasolinero.