Caso Pegasus - Alguien tiene que pagar esta chapuza

 

Margarita Robles y Paz Esteban, directora en funciones del CNI.

La directora del CNI, Paz Esteban tiene todos los números para cargar con la culpa de esta chapuza. Fuentes del CNI apuntan que el general Miguel Ángel Ballesteros suena como su posible sustituto.

La información de que dispone el CNI no contempla que los partidos independentistas catalanes o vascos sean los responsables de los ataques contra los teléfonos móviles del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de la ministra de Defensa, Margarita Robles. Estos grupos carecen de acceso al sistema Pegasus y aunque la responsabilidad podría recaer en Rusia, quien en el supuesto del supuesto podría haberles pasado los datos, la realidad es que no hay constancia de que el espionaje ruso disponga de Pegasus, sí en cambio de otros modelos propios de virus.

Sus investigaciones señalan con muchas más probabilidades a Marruecos, el país que en mayo de 2021 mantenía un grave conflicto diplomático con España por culpa de la presencia del líder Polisario Brahim Gali y por la obsesión del rey Mohamed VI de que el Gobierno de Sánchez reconociera la soberanía alauita sobre el territorio del Sáhara. En nuestras retinas guardamos las imágenes del asalto esos días sobre Ceuta protagonizada por miles de jóvenes, muchos de ellos menores de edad, con la intención de crearnos un problema de convivencia.

"La denuncia presentada por el Ejecutivo en la Audiencia Nacional a través de la Abogacía del Estado deja en muy mal lugar a la actual directora del CNI, Paz Esteban. El Gobierno quiere su cabeza y sustituirla por un perfil más político y menos técnico". Precisamente, el CNI ha suspendido el acto conmemorativo de su 20 aniversario que se iba a celebrar este viernes y Paz Esteban podría dejar su cargo en las próximas horas..

"En los últimos meses se habla de un posible candidato para sustituir a Paz Esteban al frente de la Inteligencia española. Se trata del general de Brigada de Artillería Miguel Ángel Ballesteros, director del Departamento de Seguridad Nacional, el órgano de asesoramiento del presidente del Gobierno", añaden.

Según la denuncia, el móvil personal de Sánchez sufrió dos "ataques" en mayo de 2021. En la primera intervención se extrajo 2,6 gigas y en la segunda 130 megas. También se tendría conocimiento de otro supuesto ataque a Robles en junio de 2021 en el que se extrajo una cantidad menor, 9 megas. Durante los próximos días, los móviles de todos los ministros se someterán a un análisis similar.

"El hecho de que los supuestos espionajes con Pegasus a los móviles del presidente del Gobierno y de la ministra de Defensa se produjeran hace casi un año y no se supiera nada deja en una situación muy complicada a la directora del CNI. Tampoco es muy lógico que si se descubre un espionaje al móvil del presidente se anuncie en rueda de prensa", apuntan.

Las continuas mentiras de Pedro Sánchez hacen que cualquier afirmación polémica que afecte a su Gobierno deba ser analizada con la máxima prevención. Si por algo se ha distinguido Sánchez desde que llegó a la Moncloa es por haber cambiado de discurso con la mayor desfachatez las veces que sean necesarias en los asuntos susceptibles de provocar un desgaste a su Ejecutivo social-comunista. La factoría monclovita se distingue por su afición desvergonzada a las campañas de manipulación, y ese no es buen aval para que la ciudadanía crea su versión sobre el presunto robo de datos que habrían sufrido en sus teléfonos tanto el propio presidente del Gobierno como la ministra de Defensa, Margarita Robles.

Cabe preguntarse por qué se denuncia ahora la intrusión ilegal en los móviles de ambos, cuando, según denuncia el Gobierno, los hechos se produjeron hace prácticamente un año. Esa primera circunstancia permite ya albergar serias dudas sobre la versión pergeñada por los secuaces del lacayo Félix Bolaños, ministro de la Presidencia. 

La afirmación del Bolaños de que se trató de un ataque exterior, sin ninguna prueba que lo avale, tiene todos los visos de ser una declaración elaborada para dar forma a una campaña propagandística, lanzada precisamente cuando los socios de Sánchez amenazan con derribarlo por un caso de espionaje similar.