El gobierno pretende que el error de alguien, sea su coartada ante la justicia

Algo tan simple como la comunicación se ha convertido en una amenaza para la renovación del estado de alarma. O mejor dicho, la falta de ella. La elaboración del plan de desconfinamiento de manera unilateral y su imposición posterior sin consenso, debate o al menos comunicación previa a los líderes que están dando apoyo al Ejecutivo ha roto el tablero de juego. Es el plan de un Gobierno totalmente incapaz, cuya imprevisión, ceguera y sectarismo nos ha hecho ser el país que más está sufriendo la crisis sanitaria en todo el mundo; y cuya incompetencia, hará que seamos también el que más sufra la crisis económica.

El Ministerio de Sanidad que dirige el incompetente y mentiroso Salvador Illa, será el encargado de ejecutar la desescalada por la pandemia del coronavirus marcando con detalles exhaustivos el porcentaje de ocupación de un local o el momento que una pareja de enamorados va tener un reencuentro o que los abuelos vayan a poder abrazar a sus nietos. Todo ello bajo un Estado de alarma que ya no debería ser necesario y bajo el arbitrio de unas desorientadas fuerzas de seguridad y con las cámaras de las televisiones convertidas en chivatos oficiales. 

El gobierno mas irresponsable que ha tenido este país en varios siglos, pretende reglamentar a través de la publicación de sucesivas órdenes ministeriales en el Boletín Oficial del Estado (BOE). El último decreto de prórroga del estado de alarma concede a Illa la facultad para dictar instrucciones a diario sobre las medidas del encierro e ir dando pasos hacia la "nueva normalidad". 

 A través de un Real Decreto y hasta el último detalle pretenden ordenarnos lo que vamos a tener que hacer cada uno de los los españoles ávidos de libertad y democracia y hartos de imposiciones, con la esperanza que la natural ansiedad o el error de cualquiera pudiera ser su coartada ante el mayor genocidio ocurrido en el último siglo en nuestro país. 

Cuando decenas de miles de compatriotas hayan muerto, millones de españoles estén en el paro y el nivel de vida de todos se haya depauperado de una forma que hasta hace nada nos habría parecido propia de una increíble película de ciencia ficción, aún entonces nos dirán que "no vamos a dejar a nadie atrás".

Que Sánchez y compañía no esperen que un repunte de la pandemia sea capaz de hacernos olvidar su criminal e irresponsable comportamiento que tuvieron al principio de la propagación de la pandemia, por cuestiones ideológicas y que una vez superado este trámite, la gran cantidad de denuncias y querellas de particulares y asociaciones de sanitarios que ya se están preparando, lleven al gobierno de Sánchez&Iglesias ante la justicia.