Un Gobierno partido en tres ....por lo menos

A Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, no les va el gestionar esta pandemia, les come su ansia de poder. Su impaciencia produjo un paso en falso que puede resultar fatídico para la suerte del experimento político que dirige. La orden, tan descabellada como prescindible, de que se firmara un compromiso con Podemos y Bildu para desmontar en el plazo de un mes la legislación laboral del país sin disponer siquiera del apunte de una alternativa ha catalizado de golpe todas las aprensiones latentes en el cuerpo social sobre la naturaleza de este Gobierno. todo ello sin el conocimiento de mas de la mitad de su gobierno.  La consecuencia es un gobierno partido por tres...por lo menos. 

Firmar un compromiso de esa envergadura a espaldas de las ministras de Economía, Hacienda y Trabajo revela el nulo respeto de este presidente-mandarín por el trabajo colectivo. A este cambalache se ha opuesto frontalmente la ministra de Economía, Nadia Calviño, el único enlace fiable con la Comunidad Europea que tuvo que poner su dimisión sobre la mesa para parar el golpe, sería la segunda vez en tres meses.

El papel firmado por Lastra, Echenique y Aizpurua es un torpedo en el casco del diálogo social, uno de los escasos espacios de consenso que permanecían abiertos en esta España del cainismo revitalizado. Sánchez ha conseguido encabronar a la vez a los dirigentes empresariales y a los sindicales, ninguneados en la materia más esencial para sus intereses. Lo mas fácil seria cargar de este error a la Lastra por su firma, pero ella es tan zafia que nadie duda que ella siguió al pie de la letra las órdenes de la Moncloa.

Con casi un millón de trabajadores cuyo puesto de trabajo está en la almoneda de los ERTE y muchos millones más asustados ante la muy verosímil perspectiva del paro como futuro inmediato, con cientos de miles de empresarios dudando si volverán a abrir cuando pase el confinamiento y con la certeza de una depresión económica brutal, lo que menos se necesita es producir desde el Gobierno un elemento adicional de incertidumbre. Será difícil precisar cuántas decisiones de cierre patronal se han precipitado o cuántos empleos destruidos se añadirán a la próxima EPA a causa de este movimiento insensato, pero es de temer que no serán pocos. 

La pregunta es hasta cuándo podrá Europa permitirse una España ingobernable y desgobernada, en plena galopada hacia la ruina.

Ayer desde el gobierno nadie dice nada... La 1 y la Sextrola estuvieron todo el día enseñando gente bañandose en las playas incumpliendo la desescalada....