Los últimos de Waterloo
Carles Puigdemont (i), Quim Torra (c) y Elsa Artadi
ERC y la CUP han confirmado que no asistirán al encuentro propuesto para este lunes por el expresidente catalán mientras Pablo Iglesias ha hablado por teléfono con Puigdemont tras su reunión con Junqueras.
ERC y la CUP confirman que no asistirán al encuentro multilateral propuesto para este lunes por Carles Puigdemont en su residencia de Waterloo, en Bélgica. Los republicanos lo confirman en privado, pero no en público, donde guardan silencio. Los anticapitalistas lo hacen con un comunicado en el que, un día después de romper con Torra por "autonomista", rechazan el debate porque entienden que "debería ser más riguroso, discreto y sin intereses partidistas ni institucionales".
Estos hechos evidencian las tensiones que existen en el independentismo. En este caso, ha sido la CUP la que ha 'arrastrado' a ERC para que Esquerra no participe en el encuentro. En la actualidad, existen dos puntos de vista: uno, el que apuesta por dialogar y negociar un referérendum pactado (tesis que defiende Òmnium Cultural y sectores de PDeCAT y ERC) y los que apuestan por la desobediencia y la unilateralidad (postura de ANC, la CUP y otros sectores de PDeCAT). La reunión se quedará en un cara a cara entre Puigdemont y Torra, que sí asistirá. Lo que sí tendrá el expresidente catalán es una conversación telefónica con Pablo Iglesias, en la que no se descarta un diálogo similar como el mantenido este viernes con Junqueras en prisión.
Elsa Artadi
El próximo ciclo electoral está poniendo a prueba la cohesión interna de Junts per Catalunya en vísperas de la enésima catarsis convergente, en este caso denominada Crida Nacional per la República. Carles Puigdemont intenta neutralizar a su rival, Elsa Artadi tanto en el terreno electoral como en el del propio partido. Y, por este motivo, le ofreció sea alcaldable por Barcelona. El expresidente quiso neutralizar a su principal rival, muy activa en la reconstrucción de puentes con el Gobierno, antes de designar a Forn, cuya relación con el fugado se ha deteriorado
Se trata de Elsa Artadi, miembro del sanedrín neoconvergente que rodea a Pugdemont, pero que en los últimos meses se ha distanciado de la radicalidad exhibida por el presidente, Quim Torra, obviamente teledirigido desde Waterloo. La guardia pretoriana del expresidente mengua por momentos y, hoy por hoy, solo resisten fieles escuderos como Josep Costa, vicepresidente primero del Parlament; Agustí Colomines, el ideólogo de la Crida; Eduard Pujol, portavoz en el Parlament, y Miriam Nogueras, diputada en el Congreso infiltrada en PDeCAT con rango de vicepresidenta. Ninguno de ellos tiene experiencia política ni gubernamental, no así Artadi, actual consejera de Presidencia de la Generalitat.
“En ocasiones se olvida que Artadi es discípula de Andreu Mas-Colell (exconsejero de Economía), un pope convergente del Gobierno de Artur Mas, y que su perfil personal y político dista mucho del extremismo de Puigdemont y Torra”, explica un dirigente soberanista. Licenciada y máster en Economía, Artadi siempre sonó como sucesora del fugado Puigdemont, quien ungió finalmente al que se ha revelado como su alter ego en el terreno de la agitación.
Resulta complicado para Artadi ser la portavoz de un Govern bloqueado, prácticamente inactivo, donde la convivencia entre Junts per Catalunya y ERC se ha vuelto insostenible. Pero la consejera no solo ha salido airosa de los embistes de la prensa, sino que se ha erigido en referente de un independentismo conservador y posibilista que deja en evidencia la radicalidad de Torra y Puigdemont.
Viajes a Madrid y reuniones con ministros
Artadi, ha adoptado un papel activo en la reconstrucción de puentes con el nuevo Gobierno de Pedro Sánchez, lo que es interpretado por los miembros JxCAT más irredentos como una sumisión al “Estado opresor”. Presionados por la Assemblea Nacional Catalana (ANC), que exige implementar la república catalana sin diálogo ni negociación con las instituciones españolas, y la CUP, que acaba de dar el portazo definitivo al Govern para el resto de la legislatura, los irredentos neoconvergentes arremeten contra Artadi. Le reprochan sus contínuos viajes a Madrid para reunirse con ministros, una tarea obligada en esta etapa de diálogo que la propia Artadi defiende más allá de las palabras.
Sin embargo, Elsa Artadi se ha mantenido fiel a los objetivos de JxCAT. Al menos orgánicamente. “En vísperas del congreso de refundación de PDeCAT celebrado en julio, convocó de urgencia a los altos cargos convergentes del Govern y les avisó de que les cesaría si no cerraban filas entorno a Puigdemont”, comenta un alto dirigente independentista. Se refiere al cónclave en el que JxCAT asaltó PDeCAT, con la consiguiente renuncia de Marta Pascal.
Sálvese quien pueda
Por todo ello, y ante las futuras sentencias del 1-O, que podrían inhabilitar definitivamente a Puigdemont como “candidato legítimo” en unas elecciones autonómicas, el expresidente quiso deshacerse de su rival ofreciéndole ser candidata a la alcaldía de Barcelona. De esta forma, neutralizaba a quien puede cuestionarle el liderazgo en la nonata Crida Nacional, cuya convención fundacional tendrá lugar el próximo 27 de octubre –primer aniversario de la declaración unilateral de independencia y de la aplicación del artículo 155--.
El rechazo de Artadi obligó a Puigdemont a buscar un nuevo cabeza de lista municipal. Fue entonces cuando pensó en el exconsejero de Interior, Joaquim Forn –actualmente en prisión preventiva--, quien había anunciado su intención de abandonar la política. Formará tique electoral con Ferran Mascarell. No obstante, Forn y otros dirigentes a los que el procésha llevado a la cárcel han manifestado a su entorno su malestar por la decisión de Puigdemont de renunciar a ser cabeza de lista en las elecciones europeos por miedo a ser detenido en la embajada española en Bélgica, donde estaría obligado a recoger sus credenciales.
La operación de Forn-Mascarell confirma la atomización convergente en el ámbito municipal, con Forn como candidato de La Crida; Neus Munté como cabeza de lista de PDeCAT y Jordi Graupera, bramando por una candidatura conjunta cada vez más inverosímil.
Si a esta situación se añade que ERC no quiere ni oír hablar de listas unitarias --parte como favorita en los sondeos municipales y ha ganado base electoral de cara a unas catalanas precisamente entre soberanistas conservadores-- y el citado plante de la CUP, la fractura independentista es más que evidente. Sin olvidar que la propia ANC presenta candidato a la alcaldía barcelonesa, Adrià Alsina. Ante esta situación de fractura secesionista, los dirigentes políticos marcan perfil y Artadi no es la excepción. Dicho de otra manera, en los estertores del procés se aplica ya el "sálvese quien pueda".
Soco Fernandez
ResponderEliminarfalta Pablito catedrales porque la iglesia ya se le queda pequeña
Vera Abadia
ResponderEliminarY como viven,con el cuento de su independencia,
Jesus Fernandez Frias
ResponderEliminarSi hubiese (lo que hay que tener) el lio separatista catalan se habia acabado.
Vera Abadia
ResponderEliminarY como viven,con el cuento de su independencia,
Javier Nava-morales Carrasco
ResponderEliminarElsa Artadi maldita zorra
Jose Garate
ResponderEliminarJa ja ya no saben que inventar para seguir manteniendo la atención sin deliniquir, ahora ya saben que van al trullo
Juan Miguel Morón Macías
ResponderEliminarTragapanes y sus escoltas, el torrao y el comino.
Rosalia Pona
ResponderEliminarVenga chupar recursos...
Juan Molina
ResponderEliminarSi teneis lo que ay que tener entregaros a la justicia y que la justicia decida
Arcelina G. Martin
ResponderEliminarPronto se extinguirán como los dinosaurios.
Maxi Sanchez Pulido
ResponderEliminarAnda que no farda na sentadito en su sillón de presidente
Maria Fernandez Garcia
ResponderEliminarfalta Pablito iglesias
Maripi Meca
ResponderEliminarEl "valiente" no vuelve a España.