La deuda eterna
Pelo rapado, chaquetas de cuero, camisas por fuera y Yamaha de 1300 centímetros cúbicos. Yanis Varoufakis es la nueva estrella mediática de la crisis del euro. El responsable de Finanzas heleno ha anunciado además que se encontrará en Fráncfort con el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, y un día más tarde se reunirá con su homólogo alemán Wolfgang Schaeuble. De esta forma, el ministro griego de Economía concluirá una minigira europea que inició el pasado domingo en París, donde se reunió con su homólogo francés Michel Sapin, y que continuó con el encuentro en Londres con el ministro de finanzas británico, George Osborne.
Tras su encuentro con el ministro italiano, Varoufakis, que había llegado a primera hora de esta mañana procedente de Londres en vuelo regular, y viajando en clase turista, concluyó que "no existe una crisis griega, italiana o irlandesa sino una crisis sistémica que debe ser afrontada sistemáticamente, algo que Europa no ha hecho".
Tras su encuentro con el ministro italiano, Varoufakis, que había llegado a primera hora de esta mañana procedente de Londres en vuelo regular, y viajando en clase turista, concluyó que "no existe una crisis griega, italiana o irlandesa sino una crisis sistémica que debe ser afrontada sistemáticamente, algo que Europa no ha hecho".
Todo el mundo ha caído enamorado de Yanis Varufakis.
Primero, fue la izquierda antitroika, más tarde varios medios y analistas que
tienen claro que la deuda griega es insostenible (no en España, claro, donde
liberales y socialdemócratas creen que cualquier cosa que sea salirse de la
Sinfonía Merkel sólo puede traer muerte y destrucción); no olvidemos tampoco al
sector nada despreciable que se pregunta por qué todos los políticos tienen que
vestir igual; y finalmente los inversores griegos parecen estar más tranquilos.
La deuda griega, en un 175% del PIB, es una trampa letal de
la que hay que escapar, lo que es complicado si Alemania y otros países se
niegan a aceptar la salida ortodoxa en estos casos: renegociación y quita. El
plan de escapada de Varufakis consiste en una serie de canjes de la deuda con
dos tipos de bonos nuevos. Uno de ellos estaría vinculado al crecimiento
económico y reservado a los préstamos concedidos a Grecia por otros países de
la eurozona, entre ellos España. Los otros, que llama “bonos perpetuos”, serían
los que reemplazarían a la deuda griega ahora mismo en manos del BCE. No habrá
quita, pero en definitiva haría depender la devolución de los créditos al
crecimiento.
A eso hay que unir la promesa de mantener un superávit fiscal primario de entre el 1% y el 1,5%, muy inferior al que tenía en los últimos meses el Gobierno de Samarás, y una reforma fiscal que se enfrentará de forma agresiva al muy extendido fraude a la Hacienda griega.
A eso hay que unir la promesa de mantener un superávit fiscal primario de entre el 1% y el 1,5%, muy inferior al que tenía en los últimos meses el Gobierno de Samarás, y una reforma fiscal que se enfrentará de forma agresiva al muy extendido fraude a la Hacienda griega.
La Bolsa de Atenas ha subido este martes un 11,2% (y los bancos, un 17,9%). El índice general casi ha recuperado todo lo perdido desde el día de las elecciones, no así los bancos. Siempre es muy discutible establecer una relación causa-efecto inmediata entre movimientos políticos y bursátiles, pero todo el mundo coincide en que el avance ha sido posible por el pragmatismo mostrado por Varufakis en sus contactos en París y Londres, que incluye promesas a los inversores privados en bonos griegos de que no se verán afectados y por el plan que el ministro ha trazado en una entrevista con el FT.
Antes de pensar en si esta compleja ingeniería, como la ha
llamado Varufakis, pueda funcionar, conviene apostar sobre seguro y pensar que
el plan recibirá el ‘no’ de costumbre de Alemania. Resulta difícil además creer
que el BCE vaya a aceptarlo.
Ignatius Santabarbarie
ResponderEliminarComo les salga bien la jugada a los griegos, prepararos para un presidente con coleta.
Jimmy Oscar
ResponderEliminarLa idea es buena pero no creo que la vayan aceptar Merkel y sus huestes, pues detrás de Grecia podría venir España.
Ángel Pérez Íñiguez ·
ResponderEliminarTe van a dar un guantazo, que te va a cambiar el careto de macarra de golpe.
Alfonso Jesus Bayona Gómez
ResponderEliminarBuena idea. Le voy a sugerir a mi banco que sólo pagaré la hipoteca si me suben el sueldo por encima del 3%. Si no, no pago y ya está....y cuando llegue el 2023 tienen que anularme la hipoteca, lo que haya pagado bien, y lo que no se quedan sin cobrarlo. VAYA CARADURA, Y QUE LOS MERCADOS LO VEAN POSITIVO DEMUESTRA LO IMBÉCILES QUE SON LOS INVERSORES ALGUNAS VECES.
Dolores Burgos Cuevas
ResponderEliminarNo les queda mas remedio porque si no le desmonta el chiringuito a la merkel. Y no es que yo tenga una bola de cristal .pero es asin .ya lo vereis.solo con con el BRIC detras ofreciendole ayuda sacaruan el pais del caos.
Javier López
ResponderEliminarEso es lo ke kiere la merkel.europa a sus pies!!
Antonio Escribano Escobar
ResponderEliminarEl hábito no hace al monje, este Doctor Economista en cuero negro
Para ser zurdo o sociata hay que vestir sin corbata, o en camiseta
Para dar la nota, ni se jura, ni se guarda protocolaria etiqueta.