Se desinfla el soufflé soberanista
Según la última encuesta del Centro de Estudios de Opinión
de la Generalidad (CEO), CiU recupera estimación de voto y, en caso de que
ahora se celebrasen elecciones autonómicas, obtendría entre 34 y 36 escaños,
con el 21,9% de votos (frente al 19,1% de la encuesta anterior); mientras que
ERC, consiguiría entre 34 y 35 diputados autonómicos, con un 21% de los votos
(23,2% en la encuesta anterior).
Estos resultados implican un empate técnico entra ambas
formaciones, que obtendrían un resultado conjunto de entre 68 y 71 diputados
autonómicos, cuando ahora suman 71, y la mayoría absoluta se sitúa en 68
asientos.
Ciudadanos, por su parte, se convertiría en la tercera fuerza
política en la Cámara autonómica logrando entre 14 y 16 diputados autonómicos.
A la formación de Albert Rivera le seguiría el PSC (con 13 ó 14 escaños), PP
(11-12), Podemos (9-11), ICV-EUiA (7-8) y la CUP (7-8).
CiU ostenta actualmente 50 escaños en el Parlamento
autonómico, seguido de ERC (21 escaños), el PSC (20 escaños), PP (19
escaños), ICV-EUiA (13 escaños), C's (9 escaños) y la CUP (3 escaños).
Por primera vez según esta encuesta refleja que los ciudadanos que
prefieren seguir dentro de España superan a los independentistas desde 2012. El 45,3%
de catalanes ahora votaría 'no' a la independencia y el 44,5% 'sí',
Esto solo indica que el soberanismo está perdiendo las
futuras elecciones, anticipadas o no. Sin embargo, habrá que seguir con mucho
detalle cómo se habla (o se calla) de la corrupción y de los recortes. Sería
una tontería imperdonable seguir dando vueltas únicamente a la absurda e
imposible tontería del independentismo. El efecto positivo que los
independentistas quisieron hacer creer que había producido el 9N ya no se aguanta.
Hay cansancio y mucho desconcierto. El lirismo mesiánico y el apostolado
mediático duran lo que duran.
Así que ante estos nuevos datos ha habido un nuevo intento
fallido de Mas y Junqueras para llegar a un acuerdo electoral. Junqueras ve
"imprescindible" un adelanto electoral inmediato. Mas ha confesado
que quiere convocar elecciones sólo si las puede ganar y ante la evidencia, prefiere esperar la ocasión.
Artur Mas ha perdido el poco pudor que le quedaba. Y ahora
mismo está atrapado por el caso de Jordi Pujol y familia a pesar de los esfuerzos por
silenciar las noticias que van surgiendo dia a dia sigue avanzando en los juzgados y en la conciencia de los ciudadanos bajo la sospecha que el propio Mas habria sido en todo momento su cómplice al ser el albacea elegido libremente por Pujol.
Mas no lo fue, en relación a la herencia ahora descubierta en Suiza de Jordi Pujol. En
realidad, no podía ni soñar en ella: estaba encantado de ser elegido el
heredero. Como sucede en el derecho anglosajón y en los países
árabe-musulmanes, Mas había sido elegido libremente por Jordi Pujol como administrador de su testamento político. O, más
exactamente, por toda la familia Pujol, la cual, por supuesto, podía estar pensando
en sus intereses, Como se sabe ahora, Pujol
había creado todo un sistema, que hoy perdura.
Un interés entonces prioritario e inmediato para aquella
familia era que Mas mantuviera protegida la poltrona de la Plaza de Sant Jaume,
a la espera de que pasara a ocuparla Oriol Pujol Ferrusola. Ya entonces Mas no
venía del limbo. Había sido consejero de Obras Públicas y luego primer
consejero, funciones crematísticamente delicadas, en particular en aquellos
años. Este proyecto puede considerarse fracasado al verse envuelto el heredero primero
por el tema de las ITV y creo yo aún mucho más grave por cobrarle un total de
unos 7 millones en comisiones a tres empresas que querían abandonar el terreno
catalán como fueron las multinacionales Sony, Sharp y Yamaha.
Desaparecido Oriol Pujol de la escena política, Mas vio el campo libre
a su futuro político y quien había sido elegido por el padrino como un simple
president de transición a la espera de la maduración de su heredero natural se
convirtió por una serie de azares en el lider que necesitaba Cataluña para llegar
a su independencia.
Mas consciente de su debilidad, no ha tenido más remedio que
seguir avanzando hacia la soberanía hasta que se ha encontrado con el abismo,
al cual ya habría caído, si no fuera porque la mano de Rajoy y especialmente de
Montoro con sus inyecciones constantes de dinero lo mantendrán agarrado
probablemente hasta final de legislatura.
Si a todo esto se une el odio que ha generado en el seno de
ERC por su petulancia a pesar de que Junqueras ofrecde a Mas ser presidente hasta la declaración de secesión. El líder de ERC ha insistido
en que el anuncio de la fecha de las elecciones debería tener lugar en las
próximas semanas, ya que considera que es "imprescindible un mandato
democrático" de los ciudadanos para avanzar hacia la secesión de Cataluña,
y ha subrayado que "las cosas buenas, cuanto antes mejor".
¿Alguien puede creer en serio, a estas alturas, en un camino
triunfal hacia el independentismo? Hoy nada parece indicar que la suma de
escaños de ERC y de CDC si, muy eventualmente, hay elecciones anticipadas,
pueda dominar el futuro Parlamento autonómico. Si lo dominase, el follón
interno en una difícil coalición también sería colosal. Recuérdese el papel
escalofriante de ERC en el Tripartito. Además, ahora estarán Podemos y la CUP.
Lo pasaremos divertido, pero nada irá de manera racional, o sea que
continuaremos como hasta ahora. Habrá que esperar a que los soñadores aún existentes
decidan aterrizar.
Eduardo Pinzolas
ResponderEliminarLa situación me parece hasta cierto punto preocupante porque, aunque no sea altamente probable, sí es posible en algún momento un acuerdo entre estos dos para tomar por el atajo y declarar la independencia pasando por encima del 70% de catalanes no independentistas, todo ante la bendición apostólica de la ANC y Òmnium. La prueba es el declarado maquiavelismo del mossén y de que, gracias a él, es capaz de ofrecer un caramelo ciertamente apetecible al Mesías: el protagonismo personal en la tentativa golpista.
m.a.
ResponderEliminarYo, más que maquiavelismo, lo que veo es a dos mediocres chapuceros ignorantes y ambiciosos provincianos jugando al cuento de la lechera. La putada es que el cántaro somos nosotros.
Maria Jesus Gonzalez Garcia
ResponderEliminarY el título de la película es "Dos que se hacen los tontos para tapar la corrupción de su aldea".
El anuncio de Campofrío ha clavado el espíritu del "procés": un incendio a la medida de Chiquito de la Calzada. ¡Pura comedia para que parezca que tienen de gobernantes la gloria que no quiso darles el cielo!
Lo increíble es que tanto catalán de bien haya caído en un campo de batalla de juegos entre mafiosos.
Pablo Ginés Minguillón
ResponderEliminarLo más sensato con estos dos, seria evacuarlos en el lugar preciso y tirar de la cadena.
Francisco González González
ResponderEliminarNo entiendo al Gobierno español: Se les debe considerar traidores a la unidad de España