Sánchez ya manda aquí

Con la investidura de Sánchez hay gente encantada con lo sucedido, con él en en poder piensan que están ya a punto de alcanzar el paraíso. Sánchez ha sido investido presidente con los votos de la extrema izquierda y el PNV, la adquiescencia de los separatistas de ERC y los filoetarras de Bildu más uno de Teruel. Hasta hoy, todos al unísono contra la derecha.

Sin duda que mañana habrá gente encantada con lo sucedido. Los que más, sin duda, los secesionistas catalanes y los nacionalistas vascos,y exultantes los hasta ayer, y hoy también pero blanqueados por los aplausos socialistas, herederos políticos y portavoces de los asesinos etarras y los flamantes vicepresidente y pareja ministerial y demás compaña podemita. Y , por supuesto, los sanchistas. 

Lo que viene no tiene buena pinta se mire por donde se quiera. Más bien es para echarse a temblar. Más cuando a tenor de lo dicho y que ya se jalea, el enemigo a batir de ahora en adelante no es otro que la Justicia y los Tribunales sobre los que se dirige ya el más furibundo de los ataques. El objetivo final va a ser la monarquía.

El alborozo, desde luego, no es lo que recorre el cuerpo de los Page, los Lamban, Vara y Susana Díaz. A nada que piensen, y dejando la conciencia y los principios aparte, ¡desperdicios!, saben que su calla y otorga puede costarles a ellos más caro que a nadie.

La izquierda, los autoploclamados progresistas tienen el monopolio de la verdad y la bondad infinitas y absolutas. Jamás se equivocan. Los culpables, tiempo al tiempo, seremos todos los que temíamos, sin creer en los infiernos, que hay senderos que solo conducen al despeñadero y el naufragio. Porque el barco es España.y esa es la deriva, a tenor de quienes son los navegantes y sus intenciones, que el barco lleva. Y lo malo es que ellos están a los mandos y al timón, pero dentro vamos todos. 

El viaje que se inicia habrá a quienes les parezca que conduce al paraíso, a otros que solo puede llevar al infierno. Pero les adelanto una cosa, si el camino acaba en un terrenal desastre en todos los aspectos de una cosa estoy seguro, ni Sánchez, ni Iglesias, ni Rufian, ni Junqueras ni el señor de Teruel serán los culpables. 

Es un golpe de Estado contra la unidad de España, troceándola a gusto de los delincuentes separatistas y sus colaboradores y cómplices como la PSOE, PODEMOS, EL PNV y demás gentuza regionalista comprada por Sánchez para su investidura por un plato de lentejas...A partir de mañana lo que puede ser el paraíso para algunos de sus colegas, puede convertirse en el infierno para los demás.