Irene Montero ya defiende a la clase media alta
Irene Montero con su cambio de status a Galapagar, pasa a defender por los medios habituales de Podemos a los desahuciados por sentencia de clase media alta, que están pagando 1.000 euros al mes, que se resisten a una subida a 1.300 euros de acuerdo con el precio medio de la zona.
La portavoz de Unidas Podemos, Irene Montero, ha publicado un vídeo el pasado martes en sus redes sociales relatando la supuesta situación de Livia, Juan y sus tres hijos. Asegura que la familia podría ser desahuciada porque no pueden afrontar la "subida abusiva" del alquiler y llega a pedir a la propietaria de la casa que negocie una solución para que puedan seguir viviendo allí.
Hasta aquí no podríamos ponerle ni una pega al mensaje de Montero, una defensa lícita de sus políticas de lucha por una vivienda digna. Sin embargo, el matiz ha llegado cuando la portavoz ha dado nombres y apellidos de la que, según ella, es la "propietaria de la casa, Esther Argerich" y ha apuntado a que el alquiler que pagaban ascendía a los 1.000 euros:
Según datos inmobiliarios el precio del m2 de la zona se sitúa en 14,5 euros el m2. Es decir, suponiendo que el inmueble tuviera 140 m2, su renta sería de 2.030 euros. O lo que es lo mismo, cerca de un 36% más de lo que solicita (en teoría) la propietaria. En el caso de que tuviera 150 m2, el alquiler ascendería a 2.175 euros (un 40% más que los 1.300 euros que el Sindicato de Inquilinos de Barcelona asegura que exige Argerich).
Livia, Juan y sus tres hijos pueden ser desahuciados por no poder afrontar la subida abusiva de su alquiler. Pedimos a la propietaria de la casa, Esther Argerich, que negocie una solución para que puedan seguir en el barrio en el que llevan viviendo 12 años. #LiviaYJuanSeQuedan
La explicación de la Propietaria
Esther Argerich: “Animo a Irene Montero a que sea ella la que les busque un piso a 1.000 euros”
“Imagina tener un piso en propiedad y que después de más de diez años cobrando la misma renta decides subirlo por circunstancias personales. Ahora imagina que, por actualizar el precio de ese alquiler, previo aviso de cuatro meses a los inquilinos y que ha estado congelado desde entonces, empiezas a recibir amenazas por parte de sindicatos, escraches en la puerta de tu trabajo y la violación de tu privacidad en televisión por parte de políticos populistas. Pues ese es mi caso”. Así de contundente se muestra Esther Argerich, propietaria del piso más polémico de la última semana, en una entrevista a idealista/news.
“Me siento desamparada, siento como que se ha cruzado una línea roja y que se está utilizando mi caso para hacer política, algo que es totalmente injusto”, dice Argerich, entre lágrimas e impotencia. “Llevo en un estado de ansiedad continuo desde que se me ha puesto en medio de una polémica que, a mi parecer, no tiene ni pies ni cabeza: el piso es mío, lo quiero de vuelta y no lo quiero poner más en alquiler”, dice la propietaria, añadiendo que “ya no quiero negociar nada: ni aunque me dieran 1.500 euros los querría como inquilinos”.
Medio temblando por los nervios y la impotencia que le causa la situación, Argerich hace memoria y detalla una cronología de los hechos y sus intenciones. “Era octubre de 2018 y cumplía el contrato. Por aquel entonces la administración del inmueble recaída sobre una inmobiliaria de la zona, que se puso en contacto con los inquilinos mediante burofax para comunicarles la finalización del contrato a fecha 31 de octubre, un procedimiento habitual”, explica la afectada. Después llegaron las amenazas y se vieron casi obligados a dejar de llevarme los papeles del piso por culpa del Sindicat de Llogaters.
“Los inquilinos, de los que yo no diré el nombre porque no lo veo necesario, alquilaron el piso por primera vez en agosto de 2007 con una renta pactada de 1.100 euros mensuales. Es un piso que está en el Eixample derecho, con cinco habitaciones y 140 m2. Por las circunstancias económicas por las que pasó medio país, se decidió que pasaran a pagar 1.000 euros, en vez de los 1.100 pactados. Es más, en alguna ocasión se intentó ofrecerles la opción de que alquilaran otro piso que tenemos, en otra zona y algo más pequeño, por un precio más asequible, pero se cerraron en banda, ya que ellos querían vivir en ese barrio: es decir, vivir en un barrio de clase alta a precio de ganga”, añade la propietaria.
"Cabe destacar que los inquilinos del piso ahora mismo son un matrimonio, que si bien la mujer no trabaja el marido, que es empleado del sector de la sanidad, cobra unos 2.500 euros al mes, y tres hijos; uno tiene 14 años y los otros dos tienen 25 años y 21 años y, según me consta, trabajan", añade la propietaria.
“Llegado el momento de la finalización del contrato, mi marido y yo comentamos qué precio se podía pedir por el piso, que heredé de mis padres. Ellos nos dijeron que por las características del piso y la situación actual del mercado, tenía un valor de unos 1.500 euros, pero nos pareció mucho, por lo que decidimos que, al ser unos inquilinos que llevaban mucho tiempo en el piso y que hasta entonces no habíamos tenido ningún problema con ellos, quedamos que la renta se subiría a 1.300 euros como una consideración hacia ellos”. Su respuesta, según la propietaria, fue que “no aceptaban la subida y que tampoco se iban a ir del piso”.
El Sindicat de Llogaters entra en escena
“Fue el 4 de octubre de 2018, apenas unos días antes de que tuvieran que abandonar el piso, cuando recibimos la primera carta del Sindicat de Llogaters pidiendo negociaciones. Se lo comunicamos a la inmobiliaria y no le dieron importancia”. Argerich saca de una mochila una carpeta de documentación, entre la que se encuentra un mail en el que se puede leer un mensaje en el que se intenta tranquilizar a Esther: “Puedes estar tranquila, es una asociación que intentan bajar el precio, pero no pueden obligarte a nada”, aseguraron desde Casauro.
“No le di importancia, pero el 31 de octubre se presentó el sindicato en la puerta de la inmobiliaria que gestionaba el alquiler con pancartas, folletos y con maneras violentas, haciendo cómplices a esta empresa de lo que ellos estaban viendo como un abuso hacia los inquilinos”, explica la propietaria.
El 14 de noviembre, el sindicato y los inquilinos volvieron a la puerta de la inmobiliaria, pero esta vez, tal y como relata Argerich, “con un objetivo claro: si querían dejar de recibir amenazas, debían de dejar la administración de mi piso en Travessera de Gracia”. “Días después cedieron al chantaje del sindicato y me mandaron un burofax en el que ponían que se comprometían a no mantener ninguna relación mercantil conmigo y con propietarios que mantuvieran actitudes abusivas y fuera de lugar con inquilinos”, explica la propietaria, que además añade “tiene gracias que sea así, cuando fueron ellos los que me propusieron esa renta”.
Pasados unos meses, y ya con una situación que empezaba a ser incómoda para la propiedad, Esther y su marido decidieron que finalmente no querían negociar la renta y que iban a dejar el piso vacío un tiempo para someterlo a una reforma. No obstante, los inquilinos seguían dentro. “El 15 de enero de este año me enviaron una tercera carta para negociar, a la cual no contesté. El 12 de febrero recibí un burofax en mi casa, también para negociar, pero en este caso ya utilizando información privada y confidencial”, explica. Paralelamente a estos acontecimientos, Argerich interpuso juicio de desahucio, ya que había finalizado el contrato y, tal y como habían expresado en distintas ocasiones, “no tenían ninguna intención de abandonar el inmueble”.
“Fue en ese momento cuando el acoso del sindicato empezó a ser constante y enfermizo: en marzo se personaron en la puerta de mi edificio y dejaron octavillas por los buzones de todos los vecinos y por el suelo donde se podía leer que el trato que le estaba dando a mis inquilinos era inhumano”, dice Argerich con cara de incredulidad.
Mientras se empezaban a dar las primeras acciones del sindicato contra la situación que ellos denunciaban de abusiva, en paralelo hubo sentencia del juicio de desahucio con fecha de lanzamiento 8 de abril de 2019. “En cuanto se enteraron de esto, me contactaron por correo electrónico citándome para negociar las condiciones que ellos querían para los inquilinos y que, de no llevarse a cabo este encuentro, irían en masa a parar el desahucio. No daba crédito de como se estaba complicando todo”, asegura.
Pancartas, escraches y acoso en su trabajo
El 14 de marzo Esther Argerich se asomó por la ventana de su trabajo en Barcelona después de recibir una llamada un tanto extraña. “Estaban con pancartas con mi nombre en la puerta del edificio donde trabajo, obligándome a poner una denuncia por las coacciones a las que estaba siendo sometida”, asegura la propietaria, que añade que tuvo que coger varías bajas laborales a causa de cuadros de ansiedad. “A finales de marzo volvieron, pero esta ves con cámaras de TV3 (canal de televisión español de ámbito autonómico que emite en Cataluña)”
“Recuerdo que empezaron a llamar a mi trabajo, a mi extensión y a las de mis compañeros, explicando su versión de la historia; días más tarde me encontré carteles pegados por todo el recorrido que hago desde donde vivo hasta donde trabajo, una pesadilla”, dice.
En paralelo a estos hechos, y acercándose abril, fecha prevista para el desahucio, el abogado comunicó a la familia Argerich que los inquilinos habían apelado y que se paralizaba. “Como vi que la situación se empezaba a descontrolar y que no me veía con fuerzas para seguir luchando, pedí la ejecución provisional, que el Juez me concedió, proponiendo el 12 de septiembre como nueva fecha para el lanzamiento”, añade Esther.
La propietaria fue notificada también por estas fechas que los inquilinos habían pagado la renta hasta marzo de 2019 “para poder apelar” pero que después de ese mes no pagaron más, por lo que la apelación “quedaba resuelta”. La última fecha fue el 23 de octubre, que es cuando un nuevo actor entró en juego: Irene Montero.
“Ha cruzado una línea roja”
“Ella no tenía que haber tomado parte de la forma que lo ha hecho”, explica al ser preguntada por Irene Montero, una de las líderes de Unidas Podemos que el pasado miércoles denunció el caso dando el nombre de Esther Argerich en un vídeo en Twitter.
“Yo no soy la mala de la película, y me gustaría decirle que tiene mucha cara y lo que ha hecho es ilegal, y obviamente tendrá consecuencias”, dice Argerich. “Ella dice que está defendiendo derechos constitucionales por abuso, pero ¿y los derechos constitucionales que me está vulnerando ella a mi qué? Derecho a la propiedad privada, el derecho de imagen, el derecho de honor...”.
“Si tanto le importa la situación, animo a Irene Montero a que les busque ella un pisito de 1.000 euros de otro propietario que esté de acuerdo con su política. A mí que vivan como ellos quieran, lo único que no quiero es que sea en mi piso”, concluye la propietaria.
Rosario Hernandez Gomez
ResponderEliminarMamarrachos!
Elvira Arias Fernandez
ResponderEliminarMe da tanta grima que ni comento nada sobre esta sujeta.
Irene Dolz del Castellar
ResponderEliminarPorque no das el nombre y apellidos dirección y cuenta corriente de los tuyos, sinvergüenza tiene la vida que golpearte
Fuerte eres tan mala.!!!!
Adela López
ResponderEliminarLa Robin Hood de la burguesía Catalana...🤣🤣🤣
Jose Ignacio Ferrer
ResponderEliminarCasoplon
Luis Sauri
ResponderEliminarPuaj
Serafi Gonzalez Herrera
ResponderEliminarPoco a poco se va colocando
Javi Torres Calle
ResponderEliminarYA NO SOY ANTI CASTA POR FIN YA SOY CASTA
José Ramón Campiño Pérez
ResponderEliminarPFFFFFF!
Maria Garcia Farcia
ResponderEliminarTodavía no ha dicho q alquiler cobra sus suegro
Val Perez
ResponderEliminarPuerca
Carlos Abrantes Pires
ResponderEliminarTiene más cara que un sapos
Antonia Mendez
ResponderEliminarGilipollas
Jose Maria Simon Garcia
ResponderEliminarEngaña bobos
Adelaida Garcia Ruiz
ResponderEliminarTú no sabes ni lo que dices.
Marlen Fern
ResponderEliminarDa igual a qué clase social defienda ella siempre será de la clase más baja y vulgar que existe
Pilar Zamora
ResponderEliminarPenca farfolla millonetis
Alberto Olivera Muxí
ResponderEliminarClaro ya va subiendo de categoria ¿ pero ya no es comunista?
Vicente Navarro
ResponderEliminarCharlatana inculta ..eso eres montero
Manuel Collado
ResponderEliminarLo que hacen para conseguir votos
Jaime Díaz-Deus Fernández
ResponderEliminarEfectivamente, porque estos comunistas han montado este pollo para defender a una familia que,
«...los inquilinos del piso ahora mismo son un matrimonio, que si bien la mujer no trabaja el marido, que es empleado del sector de la sanidad, cobra unos 2.500 euros al mes, y tres hijos; uno tiene 14 años y los otros dos tienen 25 años y 21 años y, según me consta, trabajan.»
Leeros el artículo. No tiene desperdicio.
Carlos Corrales
ResponderEliminarLo siento por ellos. Esta señora no es de fiar.
Alfonso De Prado Garcia
ResponderEliminarEs que a hora es casta
Begoña Tellado Egusquizaga
ResponderEliminarIMBECIL
Mercedes García Durán
ResponderEliminarEn Villa Galapagar tiene sitio de sobra
Julio Ibáñez Calleja
ResponderEliminarLa bronca que le habrá metido el "macho alfa", también conocido como "coleta Morada", a la pobre Irenita por bocazas. A quien se le ocurre sacar la lengua a paseo, sin permiso, defendiendo a un pringaos y que ahora les identifiquen con "La Casta". No me extrañaría que la azote hasta hacerla sangrar (sic. Pedro Sánchez).
Ana Lopez
ResponderEliminarEsta es más falsa la tipa está y mentirosa
Gines Baldo
ResponderEliminarY el coletas ya viste con chaqueta y corbata a menudo. 😆😆
Manuel Collado
ResponderEliminarLo que hacen para conseguir votos
Irene Demaria
ResponderEliminarUna mas, como Abascal ,Rivera y otros mas
Jose Antonio Rodriguez Goya
ResponderEliminarEsta HDLGP no defienda a nadie
Angela M Gonzalez
ResponderEliminarSe apunta al carro pq está perdiendo
Carlos Enrique Troyano Pardo
ResponderEliminarEres una puta, Julia pollas, que has mamado por lo que la maricona de tu pareja te ha marcado. Vamos: una mierda! Pero tú no me das pena, ojalá te mueras junto al coletas esta noche! Pero creo que de ahí han salido menores y ellos, ojalá, sean sensatos y felices. Más que vosotros dos: porque seréis historia! Justa y puta escoria!
Guillermo Sierra Cervera
ResponderEliminarEsta quiere sacarles algo
Pepe Medina
ResponderEliminarDime donde vives y con quien para decirte como eres, pija rebelde.
Teresa Cardoso
ResponderEliminarAhora es casta.. Nunca he leido noticias de que esta Giliprogre defendiera a algún viejo desahuciado de su propiedad por no poder pagar una renta con sus escasos ingresos de pensionados
Dominique Geerlings
ResponderEliminarCuando dijo que queria acabar con la pobreza, hablaba de la suya
Miguel Merino
ResponderEliminarLa marquesa de braga fácil..
Tony Rojas
ResponderEliminarSuben como la espuma de la cerveza
Tino Sanchez Perez
ResponderEliminarclaro ella tiene ideas de izkierdas pero vive mejor k los derechas o eske todavia n sus dais cuenta cernicalos
rnesto Fuster Mata
ResponderEliminarEstos son niños que juegan a salvar a la clase pobre, engañandola mientras cada invierno duermen calentitos, mientras que el resto de la población que no llega a final de mes, no puede pagar la calefacción, entre otras cosas eso ocurre por culpa nuestra, yo no voy a decir a quien votar, lo único que pido es que hagamos una reflexión en tiempo pasado de los diferentes partidos políticos que se presentan, todos sabemos como se las gasta el PSOE y PP, que durante más de 40 años se han estado repartiendo el poder con lo que conlleva, corrupción, corrupción, desde hace algunos años salió Ciudadanos y Podemos que se han querido subir al carro para más de lo mismo y hasta hace dos años ha surgido un quinto partido que es Vox que quiere aportar ideas y aplicar la ley para que España valla mejor por los 4 partidos que le preceden no paran de boicotear, digo yo porque lo hacen no será que tienen miedo a perder su casta, privilegios y demás, cada cual vote lo que quiera, y según los resultados seguiremos en más de lo mismo o peor o por el contrario mejorar en nuestras perspectivas depende de nosotros
Antonio Santos Fernández
ResponderEliminarLo mejor es interponer un denuncia por inclumplimiiemto de la ley de protección de datos y otra por daños y perjucios
Hermi Trasancos
ResponderEliminarPayasa tu eres erica demierda
Gloria Calvar Landín
ResponderEliminar¿Y pensar que Pedro Sánchez pensaba poner a esta elementa como Vicepresidenta del gobierno. Es una irresponsable porque ha puesto una diana a una señora que ha tenido el detalle de no subir el sueldo en 12 años a estos peruanos que ahora se niegan, llevan tiempo sin pagar, a aceptar la subida. Tú en tu casoplón y con los polis que te guardan la casa muertos de frío en una caseta ¡menuda cara tienes¡
Diego García
ResponderEliminarComunismo puro y duro,señalar al personal.
Ricardo Garcia
ResponderEliminarPasen y voten COMUNISMO.
Reltec Maroc
ResponderEliminarGarrapatas!!
Miguel López
ResponderEliminarHipócrita tu ya no eres el pueblo, tu eres más casta que la casta que hay
Paquitona Desclaux
ResponderEliminarFantasma!