La "Gran Hermana"
La ministra Mato como sus antecesoras Pajín o Aido quiere
perpetuarse en los anales de la historia y desea una plaza para cuando se jubile en las Naciones Unidas o la Unesco. Tiene un ministerio sin apenas competencias
que debería desaparecer, ya que ni siquiera coordina las disputas y
disfunciones entre comunidades, que ya han causado la muerte de una niña por si
la ambulancia tiene que salir de Burgos o de Vitoria. Ni siquiera en este
momento ha sido capaz de articular una tarjeta sanitaria que nos garantice la
atención sanitaria de los españoles independientemente procedamos de otra
región.
Ahora la ministra ha sacado un montón de normas cargadas de
buenas intenciones encaminadas (dice) a proteger al menor que se inmiscuyen
claramente en el ámbito familiar como una especie de un gran hermano que controlaría
todos y cada uno de los hábitos familiares desde el momento de levantarse sobre
quien hace las camas hasta la hora que deben acostarse.
Explayémonos en la prosa ministerial: "los menores
deben participar en la vida familiar" (se nos antoja inevitable),
"respetando a sus padres y hermanos así como a otros familiares o personas
que se relacionen de forma estable con el núcleo familiar". Así debería
ser. "Los menores deben participar y corresponsabilizarse en el cuidado
del hogar y en la realización de las tareas domésticas de acuerdo con su edad y
con independencia de su género". Menos mal que nos lo aclara la Ley. Lo
que no aclara es cómo.
Vayamos a la escuela. Allí, los escolares "deben
respetar las normas de convivencia de los centros educativos, estudiar durante
el periodo obligatorio y tener una actitud positiva de aprendizaje durante todo
el proceso formativo". Faltaría más. Para eso los llevamos. Pero esto es
más difícil: "Los menores deben respetar a los profesores y otros
empleados de los centros escolares así como al resto de sus compañeros,
evitando situaciones de conflicto escolar". Vale, pero ¿esto no es cosa de
Wert y de las autonomías? ¿Quiere Mato ser también El árbol de la
Ciencia?
Entremos en el área del respeto, que es universal, oceánico,
total: "deben respetarse a sí mismos, a las personas con las que se
relacionan y al entorno en el que se desenvuelven" (…) "respetar la
dignidad, integridad e intimidad de todas las personas con las que se
relacionen con independencia de su edad, nacionalidad, origen racial o étnico,
religión, sexo, orientación e identidad sexual, discapacidad, características
físicas o sociales o pertenencia a determinados grupos sociales o cualquier
otra circunstancia personal o social." (…)
Dentro de ese proyecto o producto legislativo se dice que
los niños "deben corresponsabilizarse de las tareas domésticas". ¿Y
eso qué le importa a la ministra? –se dirán muchos-. ¿Y qué hará Ana Mato
si los niños no obedecen en casa y los padres los denuncian al Gobierno? –me
pregunto yo-. ¿Multarlos? ¿Y quién pagará la multa? ¿Encarcelarlos? ¿Y dónde?
¿Solos o en compañía de sus padres? ¿Desde qué edad? ¿Y quién se encargará de
verificar el grado de incumplimiento de la ley? ¿Qué jueces establecerán si el
niño cometió delito o sólo falta, si hubo o no hubo dolo?
Porque independientemente a la prohibición de que colegios
contraten a pederastras para las clases de educación física cosa que el sentido
común y las leyes vigentes ya prohíben, creo que si la ministra se pueda sentir
minusvalorada dentro de este Gobierno, debería dedicarse a poner un poco de
orden en el tema de sanidad, coordinando de verdad las distintas normas de cada
comunidad autónoma, porque el tema de la igualdad ya puede darlo como perdido. ¿O
acaso somos iguales los españoles según la región que procedamos?
Ana Moradillo
ResponderEliminarAnita, que no vas a ver dormir a los niños.... qué penita....
Maite Vidal
ResponderEliminarOtra inútil cojonuda......
Hipico Domo Clasico
ResponderEliminarNo son capaces de permitir escolarizar en castellano en Cataluña y peor aun en Galicia para que vengan con estas memeces
Luis Superciudadano
ResponderEliminarPues es que al final el estatismo abarca todo. Lo económico y lo moral. Primero un señor decide lo que hace con más de la mitad de nuestro dinero y luego lo que hacemos en casa. Si pudieran, regularían ser padre. Sin un "carné", estaría prohibido.
ergio Serrano Ruiz
ResponderEliminarMadre mía....¿Pero esto es el PP o la URSS de Stalin? y a esta señora, ¿Qué narices le importa lo que haga yo en mi casa? ¿Me meto yo en la suya a ver lo que hace y como educa a sus hijos? estoy harto, a este PP le va a votar su p....madre, porque yo desde luego no. Votaré a cualquier otro, total, peor imposible...
Carlos Corzo Ruiz
ResponderEliminarSeñora Mato: si su niño no hace la cama, no haga una Ley. Dele unos azotes.
Julio Perez Garcia
ResponderEliminarYa esta bien de ministros/as inútiles, hasta cuando vamos a pagar a políticos que no sirven para nada.
Jesus Villares
ResponderEliminarparece estriñida
Arcelina G. Martin ·
ResponderEliminarDesde luego juntar letras, se les da de vicio!, ojala se les diera igual arreglando los desaguisados que existen y eliminando las pseudofronteras que nos han creado con tanta ruina como son las autonomias.
Teresa Schembri Schembri
ResponderEliminarInepta!